Créditos Imagen: Gabriel Noriega Foto: Prensa Tigres de Aragua
David Méndez | Prensa Tigres de Aragua
Maracay.- En horas de la madrugada del miércoles, la gerencia de los Tigres de Aragua confirmó a través de las redes sociales un nuevo cambio con el conjunto Bravos de Margarita. El infielder Gabriel Noriega llegó a las filas aragüeñas junto con el patrullero Yorman Rodríguez, por Albert Guaimaro, Alberti Chávez y Reinaldo Ilarraza. Noriega hizo su debut el viernes por la noche, en el último desafío de la serie contra las Águilas del Zulia.
“Me siento contento con la oportunidad que me dieron los Tigres”, dijo el versátil pelotero. “Voy a competir, el manager (Ramón Hernández) me dijo que iba a jugar todas las posiciones del infield y lo que espero es ayudar al equipo, para meternos en los playoffs”.
Noriega debutó en la LVBP en la 2012-2013 con los Cardenales de Lara. En cuatro temporadas con los pájaros rojos, dejó promedio de .264, con cuatro cuadrangulares, 47 producidas y 156 imparables. En 2016 fue enviado a los Bravos de Margarita, conjunto con el que disputó 83 compromisos, logró average de .255 y consiguió 20 carreras remolcadas.
El infielder manifestó que en temporadas anteriores, se enteró de la posibilidad de ser cambiado al equipo felino.
“Esos rumores se escuchan mucho en el béisbol, pero me cayó de sorpresa”, comentó. “Ya se hizo realidad y estoy contento con poder jugar aquí en Maracay”.
El Estadio José Pérez Colmenares es una plaza en la que Gabriel Noriega batea con mucha facilidad. De por vida en el parque maracayero exhibe un robusto promedio de .344, con un jonrón, ocho anotadas y ocho remolcadas.
“Aquí he bateado bastante, es un estadio en el que me siento cómodo. Algunos peloteros se sienten más cómodos bateando en algunos estadios que otros. Son cosas del beisbol, pero sí, me siento muy bien aquí y espero que siga siendo de esa manera”.
Refiriéndose al piloto Hernández, recordó cuando se enfrentaron en la final de la 2012-2013 entre Cardenales de Lara y Navegantes del Magallanes. Al llegar al clubhouse, el mandamás le comunicó que hiciera lo que sabía hacer, jugar la pelota con intensidad y que no dudara en preguntarle cualquier cosa.
