Barquisimeto.- Los Cardenales de Lara, prevalidos de su mayor poder de fuego, le ganaron una final sin precedentes a Bravos de Margarita para pulir su séptima gema en el beisbol profesional venezolano.
Los Pájaros Rojos venían de perder la batalla decisiva contra Tiburones de La Guaira y cuatro de sus últimas seis finales. La divisa se rebeló contra ese pasado y arrasó con los insulares después de ceder en los dos primeros choques. “La gente del estado Lara se merecía este título”, dijo exultante de gozo el capitán Ildemaro Vargas, Más Valioso de la serie con .556 de promedio, ocho anotadas, dos cuadrangulares y 1.415 de OPS.
A Lara se le trabó la ofensiva durante los dos combates iniciales en Barquisimeto, cuando Bravos hizo valer su pitcheo y capacidad de ejecución. A partir del tercer asalto, ya en suelo margariteño, Cardenales se destapó, pese a perder al jonronero Andrés Chaparro, su adición para la etapa conclusiva. Con un mejor equipo defensivo, el ataque fluyó hasta la desembocadura. 7.3 carreras por encuentro anotó el pelotón de Henry Blanco, con nueve vuelacercas, .329 de average general, .395 de porcentaje de embasado, .507 de slugging y .907 de OPS.
Cinco de sus titulares (Vargas, Rangel Ravelo, Harold Castro, Alí Sánchez y Gorkys Hernández) golpearon sobre las tres centenas y cuatro (Vargas, Ravelo, Hernán Pérez y Castro) concluyeron con OPS superior a .900. El inicialista cubano Rangel Ravelo contribuyó con 10 remolques, una de las cantidades más altas en finales. La artillería guara devastó Margarita, con 44 carreras, 70 hits y 108 bases alcanzadas.

Ildemaro Vargas se mostró inspirado y guió a su club al triunfo
MÁXIMO CASTILLO CLAVE
Así sometieron los alados a Bravos, pese a la efectividad combinada de 6.45 por parte de sus abridores, dato que debe matizarse con los comienzos de Máximo Castillo (una rayita en seis tramos), Anderson Espinoza (seis innings de una carrera) y el remate de Adrián Almeida, fueteado en el segundo round y luego lúcido con 5.1 actos impolutos para ganar el sexto match. Castillo, uno de los mejores lanzadores de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional desde el certamen anterior, fue el abridor bisagra para los centro-occidentales. Si el diestro con insignias de grandeliga hubiese sucumbido en el tercer cruce cuando su novena iba abajo 2-0, tal vez Lara no lo estuviese contando.
Otro factor coadyuvante en el triunfo de Cardenales fue su bullpen. Entre Alex Scherff, Brian McKenna y Arnaldo Hernández se coaligaron para limitar al adversario a una carrera en 13 vueltas. El novato Jesús Valles hizo dos valientes relevos, decisivos ambos. “Una de las claves fue haber conformado una importación que nos acompañó durante toda la temporada, compenetrada con el grupo y dispuesta a regresar la zafra que viene”, apuntó el gerente general, Carlos Miguel Oropeza, a propósito de Sherff y McKenna, aunque también del abridor Jimmy Endersby, bombardeado durante la final, pero esencial para el aterrizaje en ella de Cardenales tras ser uno de los grandes serpentineros de la fase regular.

Máximo Castillo se repuso para dar un paso al frente y encaminar a Cardenales
ROSTER PROFUNDO
La solidez del roster cardenalero le permitió al club sobreponerse a la pérdida de dos figuras principalísimas. Lara fue capaz de reemplazar al cátcher bigleaguer Carlos Narváez con otro receptor de MLB como Alí Sánchez, quien condujo el pitcheo con pericia y además hizo tronar el madero con sus bates Made in Yoenis Céspedes. Henry Blanco perdió a su campocorto, el bigleaguer Luisangel Acuña, y apareció del banco el joven Eduardo García con aplomo a la defensa y cuatro jonrones en su haber a lo largo de la postemporada, dos de ellos durante la final, uno de los cuales volteó el peleado quinto duelo.
Oropeza también recalcó el valor de los refuerzos. El guairista Hernández salvó ocho de las 15 victorias larenses en postemporada, con 0.93 de efectividad. Entre Harold Castro y José Rondón chocaron para .353 desde el Round Robin con 38 anotadas, y 37 producidas. Los dos caraquistas dotaron a los crepusculares de la contundencia ofensiva faltante en la etapa regular.

Rangel Ravelo mantuvo su consistencia ofensiva para ayudar a alzar el trofeo de campeón a Lara
El núcleo original de Lara, con piezas como Vargas, Ravelo, Gorkys Hernández y Hernán Pérez, se redobló con peloteros obtenidos vía canje para esta campaña. “Así llegaron Robinson Hernández, que cambió para bien nuestro bullpen, y Gustavo Rodríguez. Y así pudimos tener a un Danry Vásquez”, afirmó Oropeza sobre el toletero zurdo, quien tuvo .385 de OBP en la final y antes disparó para .346 durante la semifinal y .317 en la eliminatoria con los emplumados.
Capa por capa, Cardenales de Lara construyó el más solvente escuadrón del beisbol profesional venezolano en la temporada 2024-2025. Fueron punteros en el calendario ordinario, líderes del Round Robin y vencedores de la final, la primera de Bravos y sus tres ancestros (Petroleros de Cabimas, Pastora de Occidente y Pastora de los Llanos) tras 33 años de existencia. “Con el regreso de Bravos a la isla y la temporada que tuvieron, ganamos todos”, dijo Carlos Miguel Oropeza. Y es verdad. Más de 87 mil espectadores pagaron entradas entre las seis jornadas de final. Se llenó Barquisimeto y también Guatamare sin la presencia de las franquicias más taquilleras de la LVBP. Definitivamente, con esta final ganó el beisbol venezolano. Y Lara, el derecho y deber de representarlo en la Serie del Caribe Mexicali 2025.