Créditos Imagen: Fotos: AVS PHOTO REPORT/Prensa Cardenales de Lara
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- Yojhan Quevedo despertó el lunes 18 de noviembre ligando para .471. Desde entonces su average no ha caído de los .400 y cuando le restan seis encuentros a Cardenales de Lara, incluido el desafío de este viernes, el receptor transita un camino que al final lo encumbraría a un sitial que han alcanzado muy pocos.
Quevedo, de 26 años de edad, podría convertirse apenas en el quinto pelotero en la historia del circuito que se titula campeón bate con .400 de average y el segundo que lo hace como receptor a tiempo completo.
“La verdad no me había percatado de eso, no lo sabía. Sólo trato de seguir trabajando, para que las cosas sigan saliendo. Si, con el favor Dios logro batear .400, será un extra para mi carrera”, señaló el zuliano durante la más reciente visita de Lara al Estadio Universitario.
Quevedo primero encontró resistencia del dominicano Olmo Rosario y ahora batalla contra el estadounidense Jay Austin, para unirse a la selecta lista que incluye al cubano Pablo García (.402, 1946), Víctor Davalillo (.400, 1962-1963), miembro del Salón de la Fama, David Parker (.414, 1976-1977) y Bob Abreu (.419, 1998-1999). Este viernes amaneció con .407 de promedio.
“De verdad que no tengo ninguna presión de batear tanto. Simplemente, trato de seguir pegándole bien a la bola y que salgan los batazos”, enfatizó.
Quevedo, suplente en sus primeras tres campañas con Cardenales, ha impuesto marcas personales en todas las categorías ofensivas, entre ellas hits (44) y remolcadas (20).
“No había pensado en eso antes de comenzar la temporada, pero sí me enfoqué en los cinco, seis meses de temporada muerta, que debía marcar la diferencia, para demostrar que había algo en mí y, gracias a Dios, se están dando los resultados”, apuntó.
Para fraguar su mejor campaña, Quevedo fue al gimnasio y varió su dieta diaria.
“Hice par de ajustes. Mejoré mi físico y cambié mi alimentación, gracias al apoyo de mi familia. Eso cambió muchas cosas. Las manos están más rápidas, mis brazos están más rápidos, mis piernas están más rápidas y ese ha sido el factor primordial de esta temporada. He estado muy enfocado en lo que hago en el terreno y los resultados están saliendo, tanto para mí y como para el equipo”.
Quevedo apenas se ha ido en blanco en cuatro de sus 30 desafíos y es líder de la liga con 16 encuentros multihits. Lo que se traduce en consistencia.
“Me he mantenido enfocado en pegarle a la pelota en la cara. En buscar el mejor el pitcheo. En no desesperarme. Si fallo tres turnos corridos, vuelvo otra vez con el mismo plan y reacciono. He tenido la capacidad de corregir y resolver algunos detallitos”, abundó el toletero derecho, que durante el verano recibió un boleto de avión para viajar a Bélgica, uno de los destinos más exóticos en los que desarrolla un circuito organizado de beisbol.
“Es muy diferente a lo que estás acostumbrado, pues se juega los fines de semana. Eran ocho turnos, a lo sumo, cada cinco días. Hay pitchers que lanzan duro, otros no tanto”, explicó. “Era difícil porque tienes que estar a ese ritmo. Te cambian el tiempo de juego. Lo que te ayudan a ser paciente y eso lo he traído para la temporada con Cardenales”.
El único campeón bate de la LVBP, que usó aperos de receptor de manera regular, se remonta a la campaña 1950-1951, cuando San Hairston golpeó .375 para el Venezuela. El último catcher que estuvo cerca de ceñirse una corona ofensiva fue el caraquista Josh Thole, tras ligar .381 en la 2009-2010, sólo superado por Alcides Escobar (.393), que en esa campaña todavía era miembro de Cardenales.
Yojhan Quevedo ha exhibido una mascota segura al momento de llamar al juego
“En lo personal no estoy pendiente de eso”, advirtió el manager Luis Ugueto. “Siempre me han gustado los catchers defensivos y sobre eso hablé con la gerencia. Si batea es un plus. Quevedo ha bateado mucho este año, pero lo que más me ha gustado es como ha llevado el pitcheo. Estamos entre los primeros en efectividad, entre los abridores y relevistas. Eso es lo que más me ha llamado la atención”.
Lara marcha al frente de los ocho equipos con un promedio de 3.63 carreras limpias por cada nueve entradas. Pero cuando Quevedo se sitúa detrás del plato, los brazos se ven todavía mejor. En 233 innings, con el nativo de Santa Bárbara indicando las señas, la efectividad crepuscular es de 3.44. Incluso después de la llegada del grandeliga Francisco Arcia.
“Para nadie es un secreto, que durante toda mi carrera la clave ha sido la defensa, por la defensa siempre he estado satisfecho. Claro, uno nunca deja de trabajar para mejorar, pero es algo que siempre ha estado allí. Y si lo combinamos con el bateo, para un catcher es excelente”, enfatizó.
Ugueto sabía que tendría a un receptor ajustado a sus necesidades, cuando lo vio de cerca en las prácticas durante el mes de octubre.
“Estuvo desde el primer día de los entrenamientos y se ha mantenido consistente, agresivo en la zona, dándole en la zona sólida el bate”, recordó el estratega.
A partir de su debut en la 2016-2016, primero fue el respaldo de Gustavo Molina y en las más recientes dos zafras, de Arcia. Así que tener el trabajo diario asegurado cuando llegó el Día Inaugural, sirvió de acicate para Quevedo
“Todos los años comenzaba como regular, pero a medida que avanzaba la temporada llegaban los titulares y nos repartíamos el trabajo entre los dos. Siempre funcionó así”, aseguró. “Cuando este año me dicen que voy a hacer el titular, lo asumí como un reto mayor. Pero pienso que lo mejor para el equipo es tener a dos buenos catchers, porque eso le da más posibilidades al manager. El año pasado quedamos campeones con Arcia”.
Lograr el bicampeonato es realmente el objetivo de Quevedo. Las marcas individuales son un premio aparte. Un postre, un lujo después de los placeres refinados del triunfo.
“Todavía falta por definir la clasificación. Del tercero para bajo en la tabla, la lucha es muy cerrada. Todos están muy apretados. En los playoffs ya no importan números, nada lo que hiciste en la eliminatoria. Lo que importa es jugar buena pelota, estar pendiente de los pequeños detalles para ganar”.
Y celebrar un título es la máxima aspiración. El segundo lugar es igual al último.
Yojhan Quevedo busca convertirse en el primer campeón bate criollo de Lara desde la 2009-2010