Créditos Imagen: Aurelio Monteagudo | Foto: Líder en Deportes
José Luis López | Prensa LVBP
Caracas.- Después de 39 años, este jueves en el LoanDepot Park de Miami se reencuentran Tigres del Licey y Tiburones de La Guaira sobre un terreno de juego.
El Estadio Hiram Bithorn de San Juan, el capitalino Estadio Universitario y el Parque "Teodoro Mariscal" de Mazatlán, México, fueron los escenarios que acogieron los seis encuentros realizados hasta hoy, entre los actuales campeones de República Dominicana y de Venezuela, en Series del Caribe.
Valga señalar que los seis desafíos fueron muy apretados. Tanto, que jamás finalizaron con más de dos carreras de diferencia. El balance favorece 4-2 al monarca quisqueyano y cada uno de estos enfrentamientos formaron partes de respectivas barridas. Licey logró las suyas en 1971 y 1985, mientras La Guaira duplicó sobre el tigre dominicano en Caracas 1983.
Jamás dividieron en los eventos en los cuales coincidieron, cuando cuatro clubes jugaban a dos vueltas, en calendario de apenas 12 encuentros. La fiesta caribeña de hoy día ha presentado hasta siete y ocho equipos y en esta ocasión Miami disfrutará hasta 25 choques. Pero no olvidemos que La Guaira estuvo 38 años ausente de este clásico. De allí es lógico el desfase temporal y estructural.
Fue el 6 de febrero de 1971, en el Estadio Hiram Bithorn de San Juan de Puerto Rico, cuando Licey – que ganó invicto 6-0 la versión de aquel año -, cuando Tigres y Tiburones chocaron por primera vez. Cuando La Guaira parecía encaminado a un triunfo 4-3, un jonrón de Federico Velásquez, batazo que encontró en tránsito a César Gerónimo, volteó la pizarra en el octavo inning y le dio el triunfo 5-4 al Licey.
Tres días más tarde, en el mismo escenario, el campeón quisqueyano repitió la dosis, esta vez con marcador de 4-2.
La Guaira había llegado a Puerto Rico bajo las órdenes de Graciano Ravelo, su tercer mánager en aquel torneo 1970-1971. Al recordado Graciano le habían precedido el estadounidense Dave García -con experiencia de Grandes Ligas- y el cubano Reinaldo Cordeiro, quien laboró durante muchos años en la LVBP y quien debió renunciar por motivos de salud. Se tragó un palillo – siempre andaba con uno entre sus labios- lo cual le produjo una apendicitis. Al campeón quisqueyano lo dirigió el mánager-jugador Manuel Mota.
Pasarían 12 años para que el Caribe volviese a ver un encuentro Licey-La Guaira. La Serie celebrada en Caracas, en febrero de 1983 – como parte de los actos programados para honrar el Bicentenario del Natalicio del Libertador Simón Bolívar -, representó una venganza de La Guaira contra el poderoso felino quisqueyano. La mañana tarde del domingo 6, justamente a doce años del primer choque entre ambos clubes, La Guaira se imponía 3-2. Y tres días después, la noche del miércoles 9, el evento se cerraba con victoria 7-6 de Tiburones. De nada sirvió el escobazo a los escualos venezolanos, pues el boricua Lobos de Arecibo se llevó por barco – así fue el regreso del campeón a Puerto Rico – se llevó ceñida la corona, única lograda en su historial.
Coincidencialmente, hubo sapiencia dominicana al frente de escualos y felinos en aquel 1983. Oswaldo Virgil condujo a Tiburones y Manuel Mota -el mismo de 1971, pero en una nueva etapa-, estuvo como estratega de Tigres.
En 1985 no hubo mucha espera – nada más dos años – para que Licey y La Guaira reanudaran sus hostilidades. Esta vez le toco al mexicano puerto de Mazatlán, en Sinaloa, servir de sede al máximo evento de la pelota regional.
El sábado 2 de febrero, ante los envíos del refuerzo grandeliga Luis Leal, Licey desplegó su poder y con jonrones de Glen Davis, George Bell y Ralph Bryant, se encaminó a un triunfo 4-2
El martes 5 de febrero, La Guaira volvería a sucumbir, esta vez 5-3 frente al ya convertido en máximo ganador de Series del Caribe. Terry Collins, quien más tarde dirigiría en Venezuela, fue el timonel del Licey, mientras que Tiburones debió presentarse con el lanzador-mánager Aurelio Monteagudo, quien no tenía mayor experiencia en eso de dirigir a un club de pelota. El camagüeyano de Barquisimeto, como el mismo se llamaba, puso su mejor empeño, pero no fue suficiente.
Y como decíamos al principio, luego de 38 años, Licey y La Guaira se reencuentran. En un estadio nuevo para ambos. Allí continuarán su vieja rencilla. Vieja, porque data de hace 53 años. Pero no por ello, olvidada.