Créditos Imagen: Fotos: Alejandro van Schermbeek/ AVS PHOTO REPORT
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- Ramón Hernández aparece en la entrada del dugout de La Guaira y usa la mano derecha como visera para cubrir su rostro del sol. Hace una seña a un grupo de peloteros y camina hacia el campo. Cualquier desprevenido seguramente imaginaría que se trata de otro más del equipo que se alista para una práctica tempranera en el Estadio Universitario.
Solo que Hernández, asistirá al manager Buddy Bailey como su coach de banca y mano derecha. Es lo que ha hecho desde hace casi un mes, cuando se unió a los entrenamientos del equipo.
“Realmente me sorprendió que Bailey confiara en mí de esa manera. Es un gran reto, sé a lo que me estoy enfrentando”, señala Hernández, que decidió retirarse tras disputar la Serie Final de la temporada 2014-2015 con los Navegantes del Magallanes. “Solo trataré de aportar todos los conocimientos que reuní en mis años como pelotero activo para ayudar a los muchachos”.
Hernández maneja el fungo con habilidad durante la sesión con los infielders, conecta roletazos hacia la segunda base, sin añorar el juego, sin pesar sobre la decisión que tomó.
RAMÓN HERNÁNDEZ
“Ahora solo debo darle una nueva dirección a todo lo aprendido para hacerlo llegar a los peloteros como coach y hacer sugerencias, cuando sea necesario, al manager para facilitarle la toma de decisiones. Es lo que hace un coach de banca”
“No. Estoy muy contento. No extraño el terreno, llegué a un punto en el que no quería seguir. Uno sabe cuándo tiene que irse y llegué a ese punto. Estoy feliz con lo que estoy haciendo. No pienso en jugar. Pienso como técnico”, asegura Hernández, sin un dejo de duda.
Ahora, a sus 39 años de edad, y tras una brillante carrera de 16 años como profesional, incluidos tres lustros en las Grandes Ligas, el ex receptor vuelve a ser un novato con los Tiburones.
“Sí un rookie. Pero es algo diferente. Llegas al estadio y tienes que ver a todos los peloteros. Ya no se trata de concentrarte en el pitcher contrario, sino hacer lo posible para ayudar al equipo, intentar que sea mejor en lo que hace. Intentas compartir los conocimientos que has adquirido a lo largo de todos esos años en el terreno. Les doy datos a los muchachos de cómo prepararse antes de un juego, y qué deben hacer cuando están tanto a la ofensiva como a la defensiva, en diferentes situaciones de juego”.
Heiker Meneses, campocorto de los litoralenses, habla durante varios minutos con Hernández y luego continúa con su rutina en la práctica. Hernández es un coach, aunque dé la impresión que todavía puede ponerse los aperos.
BUDDY BAILEY
“Todos somos novatos cuando comenzamos alguna labor. Ramón está aprendiendo rápido, hace preguntas y con toda su experiencia como jugador, para nadie es un secreto que los catchers saben mucho más sobre lo que ocurre en el juego, está en una buena posición”.
“Todos somos novatos cuando comenzamos alguna labor”, puntualiza Bailey. “Ramón está aprendiendo rápido, hace preguntas y con toda su experiencia como jugador, para nadie es un secreto que los catchers saben mucho más sobre lo que ocurre en el juego, está en una buena posición. Cuando dirigí a los Tigres, lo seleccioné como refuerzo un par de años para el Round Robin y nos ayudó a ir a esas finales (2005-2006 y 2006-2007). Era un jugador muy inteligente en ambos lados del juego y un verdadero profesional. Así que alguien, en algún lugar, le iba a dar una oportunidad (como técnico). Es una gran adición a nuestro personal aquí”.
En su segundo año con La Guaira, Bailey armó un nuevo grupo de técnicos y no dudó en sumar a Hernández.
“Bueno, debo admitir que me sorprendió la llamada de Bailey, que confiara en mí de esa manera. Me contactó en febrero, después que terminó la temporada. Estaba en los planes de Magallanes, pero ellos tienen un excelente grupo de técnicos y esta era una gran oportunidad”.
Su nuevo trabajo implica un gran compromiso, una responsabilidad con la que nunca había lidiado.
“Sé a lo que me estoy enfrentando. El coach de banca debe encargarse del juego si le pasa algo al manager, si es expulsado del juego. Pensar en eso me pone un poco nervioso, no se trata de miedo porque he estado muchos años en el beisbol, sino los nervios del novato. Pero es algo que vas superando día a día, preguntando a los demás coaches y al mismo Bailey. Fue lo que hice al inicio de mi carrera como receptor y lo continué haciendo mientras me consolidaba como grandeliga. Nunca dejas de aprender y este será un gran aprendizaje”.
Luis Dorante, actual manager de Cardenales de Lara, que dirigió a Hernández a finales de los 90 y principios de 2000, le augura una gran carrera a su ex pupilo como técnico.
“Me llamó para pedirme consejo y le dije que aceptara la propuesta de Bailey. Si hay alguien que puede manejar esa situación es Ramón. Cuando lo tuve con Pastora de Los Llanos, no dejaba de sorprenderme lo que podía hacer, su comprensión del juego”.
Tanto Dorante, un exitoso estratega en el Caribe, como Bailey, ganador de más de 400 juegos en 13 temporadas en el país y artífice de la dinastía de los Tigres, usaron peto, careta y chingalas en sus tiempos de jugadores activos, como Hernández.
“Como receptor tienes una mejor visión del juego. Debes estar pendiente de todo lo que ocurre y llamar al juego, además de tener una excelente comunicación con el lanzador y conocer a los bateadores que enfrentas”, señala Bailey.
LUIS DORANTE
“Si hay alguien que puede manejar esa situación (ser coach) es Ramón. Cuando lo tuve con Pastora de Los Llanos, no dejaba de sorprenderme lo que podía hacer, su comprensión del juego”.
“El catcher sabe que debe hacer el resto de sus compañeros, ordena la defensa, y al mismo tiempo controla al pitcher. De alguna manera debe pensar como lo hacen los managers y los coaches de pitcheo. De manera que tu catcher es tu segundo manager y tu segundo pitching coach en el terreno. Por eso los jugadores de esa posición están mejor preparados que cualquier otro pelotero. Tarde o temprano, siempre acudes al catcher porque trabaja directamente con los lanzadores. En un partido o en una serie, el resto de los jugadores de posición hablan con el careta para preguntar por los lanzadores que van a enfrentar porque su trabajo es estar preparado para eso”, abunda Bailey.
“Simplemente, estás mejor preparado que el resto”, apunta Dorante.
En las mayores, el 43,3% de los managers que iniciaron la temporada reunieron experiencia detrás del plato en su etapa de activos. Ex receptores han encontrado el éxito dirigiendo. Joe Torre y Joe Girardi, ganaron Series Mundiales con los Yanquis de Nueva York, igual que Bruce Bochy, con los Gigantes de San Francisco, y Mike Scioscia, con los Ángeles de Anaheim. Otros como Joe Madden, Fredi Gonzales, Clint Hurdle y Bob Melvin han llevado en algún momento a sus equipos a la postemporada.
La tendencia en las Grandes Ligas no es fortuita y Bailey observa un gran potencial en su nuevo alumno.
“El receptor tienes más áreas para trabajar y de alguna manera eso queda en tu cabeza. Se trata de todo el espectro y de todo el juego y por eso creo que los catchers tienen más chance de ser managers”, asegura.
“Ahora solo debo darle una nueva dirección a todo lo aprendido para hacerlo llegar a los peloteros como coach y hacer sugerencias, cuando sea necesario, al manager para facilitarle la toma de decisiones. Es lo que hace un coach de banca”, reitera Hernández. “Tal vez debute como manager antes de lo esperado, si llegasen a expulsar a Bailey (risas)”.
Una vez concluya su taller, cuando baje el telón de la 2015-2106, Hernández espera iniciar una carrera en el beisbol organizado. Es una de sus aspiraciones.
“Como me retiré tan tarde (en enero), no quise tocar puertas. A esas alturas todas las organizaciones han designado a sus técnicos, en todos sus niveles. Ahora me encuentro en el lugar indicado para despertar el interés de algún equipo. Es espectacular compartir con Buddy y recibir todo ese caudal de conocimientos. Es un hombre inteligente, que conoce muy bien el juego. Un hombre que en esta liga ha tenido una trayectoria impecable. Uno de los estrategas con más triunfos en la LVBP. Es un comienzo fabuloso”.
La práctica no termina todavía. Hernández apura un vaso de agua. El fungo que ha estado usando como apoyo para sostener su peso, como un raro bastón, debe volver a ser blandido para conectar roletazos a los infielders y, seguramente, Bailey le necesitará cerca durante la práctica de bateo. Todavía tiene algunos asuntos pendientes, antes del inicio del partido.