Créditos Imagen: Jesús Montero Foto: Prensa Cardenales de Lara
Yelimar requena | Prensa LVBP
Caracas.- “Caerse está permitido, pero levantarse es obligatorio”, con esa consigna reaparece el el inicialista y bateador designado de los Cardenales de Lara, Jesús Montero, que en múltiples ocasiones ha sido noticia por su peso, un aspecto que en el pasado generó muchas críticas, pero que hoy es motivo de halagos y hace soñar al carabobeño con una segunda oportunidad.
Los deportistas no están exentos a sufrir de sobrepeso y a decir verdad, al estar sometidos al señalamiento público, su lucha puede ser más complicada, dando paso a opciones “fáciles” que terminan siendo insostenibles y hacen daño. Montero lo sabe bien, 50 juegos de suspensión en Grandes Ligas, y una polémica que marcó su carrera, fue el resultado de una pastilla que usó para adelgazar. Pero todo eso es pasado. Los atajos terminaron y un nuevo estilo de vida es la bandera del criollo.
Su esposa Taneth, madre de sus dos hijos, se las ingenió para seducirlo hacia el mundo del fitness y la comida saludable, dándole el impulsó que necesitaba para reencontrarse con el joven soñador que en 2011 debutó en el llamado mejor beisbol del mundo con los Yanquis de Nueva York.
“He bajado entre 25 y 30 kilos gracias a la orientación de mi esposa, trabajamos duro en el gimnasio y cuidamos mucho la alimentación para conseguir estos resultados. Muchas personas se sorprenden al verme porque me conocieron con sobrepeso, pero este era yo, así me veía, cuando hice realidad mi sueño de debutar en Grandes Ligas”, comentó el toletero, de 29 años de edad, que vio acción en Las Mayores hasta 2015 con Seattle.
Un hombre diferente está en el dugout, pero los objetivos siguen siendo los mismos que se trazó el primer día en el que empezó a jugar pelota con el equipo de Papeles Venezolanos (Paveca), allá en su natal Guacara. Rendir al máximo, ser un ejemplo y destacar con su equipo cada vez que se pare en el home plate porque, aunque delire por lo carros rústicos, no hay nada que le inyecte más adrenalina que un pitcheo a 90 millas por hora.
“Me encantan los carros rústicos, las carreras y la mecánica, tengo hasta asistentes que me ayudan cuando son cosas muy complejas, también soy amante de los caballos y los toros, pero nada me apasiona más que la pelota”, explicó.
Ha sido así desde que tenía cuatro años y jugaba con su hermano en el taller de latonería y pintura en el que trabajaba su padre. De hecho no hay un momento que le emocione más que su debut en el Big Show, aquel que tanto le prometió a su padre. Nuevos retos surgen ahora mismo con relación al fitness y es hacia allá a donde quiere avanzar Jesús.
• ¿Qué hace cuando no está jugando beisbol?
Trato de ir al gimnasio para mantenerme saludable. Me comprometí con este estilo de vida y quiero cumplir.
• ¿Quién fue el héroe de su niñez?
Mi papá, siempre lo ha sido.
• ¿Qué personas han sido las más influyentes en su vida?
En primer lugar mis padres y luego mi esposa Taneth, que desde la conozco ha estado ahí para apoyarme en las buenas y en las malas. Ellos son quienes me han levantado en los momentos difíciles, a ellos les debo todo.
• ¿Cuál es el mejor consejo que le han dado?
En cada tropiezo o caída tienes el derecho a levantarte, no importa lo que digan los demás, puedes seguir luchando por tus sueños.
• ¿Por cuál jugador, del pasado o del presente, pagaría una entrada para verlo jugar?
Sammy Sosa.
• ¿Cuál ha sido el mejor momento de su vida?
Cuando recibí el no hit no run en Grandes Ligas con los Marineros de Seattle en la temporada 2012.
Jesús Montero fue el segundo receptor criollo en guiar un juego sin hits ni carreras en MLB, cuando recibió los lanzamientos de Kevin Milwood, Charlie Furbush, Stephen Pryor, Lucas Luetge, Brandon League y Tom Wilhelmsen para completar el blanqueo que los Marineros propinaron 1-0 a los Dodgers de Los Ángeles, en el Safeco Field, el 8 de junio de 2012. Miguel Montero y Wilson Ramos, con dos gemas recibidas de ese tipo cada uno, son los otros receptores venezolanos en participar en la rareza.
• ¿Quién es el pelotero del que más ha aprendido?
Alex Rodríguez, ese hombre me enseño muchas cosas en el home plate.
• ¿Cuál es el principal atributo que debe tener un jugador de beisbol?
Paciencia.
• Si pudiera cambiar algo del beisbol, ¿Qué sería?
Nada. Es perfecto.
• ¿Quién es el pelotero (pitcher) más difícil al que ha enfrentado?
El zurdo de los Medias Rojas de Boston, Chris Sale, seguro muchos piensan eso (risas).
• ¿Cuál ha sido el momento más embarazoso de su carrera?
Creo que no he experimentado ninguno hasta ahora.
• ¿Cuál es la clave del éxito?
Nunca desmayar, hay que seguir luchando.
• ¿De quién está orgulloso?
De mis hijos, Loren y Jesús. Ellos son el motor de mi vida.
• ¿Cuál es la cualidad que más admira en una persona?
Ser respetuoso.
• Cuando da la espalda, ¿Qué dicen de usted?
Prefiero prestar atención a lo que dicen cuando estoy de frente.
• De no ser pelotero, ¿A qué se dedicaría?
No tengo idea, creo que el beisbol me enamoró desde muy pequeño. Así que jamás me imagine haciendo otra cosa profesionalmente.
• ¿Cuál es su estadio favorito?
El Angel Stadium, de los Angelinos de Los Ángeles, y el Tropicana Field, de los Rays de Tampa Bay.
• ¿Alguna ciudad que prefiera cuando está de gira?
Caracas, está ciudad es demasiado bonita y tiene una magia especial.
• ¿Tiene algún un sueño por conquistar aún?
Hoy por hoy ser campeón con Cardenales, especialmente este año que el compromiso es mayor porque la Serie del Caribe es en Barquisimeto.
• ¿Ha pensado en su vida cuando decida retirarse?
Hacer equipo con mi esposa en el mundo del fitness y ayudarla a crecer como figura pública. Ella es una coach talentosa, sino mírame (risas).
