Caracas.- Tras su marcha triunfal sobre Macuto, Oswaldo Guillén arengó a la tropa que, ante sus ojos, lo repuso en el poder como mánager de los Tiburones de La Guaira menos de 24 horas después de su destitución. Venía de acordar los términos de su continuidad con el propietario del equipo, Wilmer Ruperti. Seguro el paso, altiva la mirada, apareció henchido por el Jorge Luis García Carneiro. A la tarde del 12 de diciembre de 2024, sólo le faltaban trompetas y clarines resonando por el Caribe azul del litoral central venezolano. Guillén había vencido.
Con total convencimiento de que el apoyo irrestricto de sus jugadores le devolvió el puesto que es suyo desde mediados de la temporada pasada, Guillén se encerró con sus huestes dentro del clubhouse izquierdo del García Carneiro para expresarle gratitud a sus mesnadas. La noche anterior había sido despedido en Caracas al perder en el Monumental con los Leones. El clamor de la cueva resultó decisivo para que el dueño de la novena revirtiera la decisión.
“Lo primero que hice fue darles las gracias por el respaldo, por querer jugar para mí”, dijo con serenidad Guillén, sentado en la cueva donde horas después seguiría dirigiendo a los campeones de Venezuela y el Caribe. “A lo mejor a otros nos les hubiera importado. Pero ellos me apoyaron. Por eso puse de lado el ego. Me quedé porque no quería dejar solos a mis peloteros. Por orgullo hubiera podido irme a compartir con mi familia, pero yo me ahogo con mi barco. Será el primer cadáver que veas en el naufragio”.
Oswaldo Guillén ha sido un profesional laureado. Como pelotero llegó a las Grandes Ligas y fue Novato del Año, Guante de Oro e integrante de tres equipos de estrellas durante sus 16 años activo. Como dirigente fue el primer latinoamericano campeón de Serie Mundial cuando, en 2005, condujo a los Medias Blancas de Chicago al Asgard tras nueve décadas de perdición. En la refriega 2023-2024 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional sus Tiburones lo llamaron de vuelta y, con él al frente, levantaron un ayuno de títulos de casi cuatro decenios y se coronaron soberanos de la Serie del Caribe por vez primera.
Oswaldo Guillén destacó que dejó a un lado el ego, por agradecimiento a los peloteros
Él dice que nada de eso lo satisfizo tanto como haberse sentido arropado por sus dirigidos al conocerse su caída. “El mayor trofeo de mi carrera ha sido el apoyo de mis peloteros en un momento como ese, porque es algo que te queda en el alma y la mente y nunca olvidaré. Yo me debo a mis peloteros”, subraya Guillén, quien asegura haber recibido múltiples ofertas laborales, aquí y afuera, al trascender la información de que lo habían cesanteado. “Les dije que prefería irme a mi rancho en Chichiriviche”, comentó entre risas.
Guillén confirmó que fue su colega Luis Sojo, gerente deportivo de Tiburones, quien le notificó la decisión de apartarlo. Según él, la conversación fue breve. “Que a uno lo boten como mánager es normal. Ya he pasado por eso”, apuntó el estratega. “A mí me botaron los Marlins teniendo que pagarme un realero. Aquí acaban de despedir a Buddy Bailey, para mí el mejor mánager de la liga venezolana y quien ha hecho aquí cosas que yo no he hecho ni haré. Se equivoca quien piense que está por encima del juego. Uno está acostumbrado a que lo boten, pero lo que me pareció errado en este caso fue el momento, faltando tan pocos juegos. Han podido esperar a terminar la temporada”.
Si con Sojo habló poco, con Ruperti charló largo. “Fue una conversación de amigos”, abundó Guillén. “Tocamos muchos puntos. Como a mí, a él le duelen los Tiburones de La Guaira”.
Por esa fibra guairista, Oswaldo Guillén se siente la persona idónea para manejar a los Tiburones. “Hay mejores mánagers que yo para dirigir a otros equipos, pero no a este”, enfatizó. “Porque yo siento a los Tiburones. Eso me lo inculcó Pedro Padrón Panza”.
Oswaldo Guillén ha reiterado una y otra vez su vinculación afectiva y profesional con La Guaira
Sobre cómo quedará ahora su relación con el personal de oficina de los escualos, Guillén garantiza que será un trato profesional. “Yo he tenido enfrentamientos en el pasado”, recordó. “Le decía sus cosas de frente a Kenny Williams cuando él era gerente de los Medias Blancas de Chicago y yo el mánager. Pero si vamos a hablar sobre beisbol, y por el bien del equipo, no tengo problema”.
¿Regresará Oswaldo Guillén con La Guaira para la campaña 2025-2026 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional? “Será mi esposa, mi única jefa, quien diga si vengo o no. Yo siempre voy a estar dispuesto porque me encanta lo que hago”, zanjó.