Morgan Ensberg: un mánager de jugadores

Morgan Ensberg | Fotos: Alejandro van Schermbeek
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Caracas.- La única condición que pone Morgan Ensberg para conceder entrevistas en español es hablarle despacio. Se está esforzando. Toma clases cuatro días a la semana, pide a sus coaches dirigirse a él en castellano. “Es el idioma que hablará más de la mitad de la gente en Estados Unidos cuando lleguemos a 2030 y la lengua del 40% de los jugadores de MLB actualmente. Necesito aprenderlo”, explica su interés el mánager de Caribes de Anzoátegui, equipo representante de una región venezolana donde la gente suele ametrallar con el verbo.

Entenderle a los orientales será tan retador como sacar a La Tribu del foso. “Denme tres meses”, pide Ensberg. Esa evaluación trimestral nos dirá si dominó a Cervantes y a la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. 

La ventaja para Ensberg es su costumbre de ganar. El portal Baseball-Reference ofrece un dato revelador sobre la motivación al logro del ex grandeliga de 49 años vividos. Según la información publicada, Ensberg es el único pelotero capaz de ser campeón en el beisbol universitario, en liga de novatos, en Clase A, en Doble A, en Triple A y además disputar una Serie Mundial. Venció en casi todos los estratos de la pelota estadounidense y el plan es replicar su vocación de triunfo con un club que viene de dos eliminaciones seguidas, tras haber sido el club más exitoso del decenio anterior. Ensberg quería seguir ganando y Caribes salir de la postración. Fue así como sus caminos se cruzaron.

Rafael Gruszka, presidente de Anzoátegui, se convenció de que reproducir una alianza como las que labraron divisas de la LVBP con organizaciones de Grandes Ligas durante los noventa sería la mejor forma de reflotar a su novena. Los Rays de Tampa, la franquicia de MLB mejor abastecida de técnicos y peloteros en sus filiales, sonaban como socio razonable. Además, allí tenía un amigo: el ex bigleaguer y ahora coordinador de Ligas Menores de los Rays, Alejandro Freire. 

“A raíz del fracaso en la temporada anterior llamé a Alejandro y le pedí apoyo”, relata Gruszka. “Pretendíamos que nuestro mánager, y toda la importación, viniera de Tampa. No les dieron permiso para venir a los jugadores, pero quedó en pie lo de Morgan, amigo de Alejandro”.

Freire sabía que Ensberg, quien inició carrera como piloto hace siete años en las bases de los Astros de Houston y ahora dirige la agencia Triple A de Tampa, quería foguearse en la pelota invernal. Ensberg exploró el Caribe cuando era joven. Comenzando el milenio vino a Venezuela con los Leones del Caracas y durante el torneo 2000-2001 despachó 10 jonrones de camino a Grandes Ligas, donde acampó durante ocho temporadas y fue Bate de Plata, All Star y candidato a Más Valioso de la Liga Nacional en 2005, como antesalista de los Astros.   

“Tengo excelentes recuerdos de Venezuela y de Caracas. La comida, todo”, refiere el antiguo cañonero derecho. Ensberg no le temía al país y creía que dirigir por estos lares lo haría evolucionar como estratega. Freire, por su parte, lo sintió preparado para la expedición. Y acá está.

“Es una persona organizada, centrada, metódica, meticulosa. Y también es exigente, pero no necesita sacarse la correa para ejercer autoridad”, lo califica Otto Padrón, gerente deportivo de Caribes, a su nuevo timonel. “¿Meticuloso? Cierto. Aprendió a ser organizado”, interviene Freire. “Sí, centrado, sensato y con mentalidad positiva. Me agrada”, apunta Mike Álvarez, instructor de lanzadores de Anzoátegui. “Es una persona de la cual se puede aprender todo el sistema de trabajo que trae de su organización. Además, escucha”.

Andruw Monasterio, grandeliga de los Cerveceros de Milwaukee y en este momento el pelotero con más credenciales dentro de la cueva oriental, se ha llevado una impresión inicial favorable sobre su mánager. “Ve el juego sin hablar mucho”, señala Monasterio. “Se le nota concentrado en lo que pasa dentro del campo y lo hace porque está empeñado en ganar”.

Ensberg aspira a dominar el español en tres meses, mientras mete a Caribes en la postemporada

DE PUERTAS ABIERTAS

Alejandro Freire lo define como un “mánager de jugadores”. ¿Y eso qué es? “Es un dirigente que entiende a sus dirigidos, que se comunica con ellos y les explica su rol. Eso es importante porque en el Caribe todo el mundo se siente titular y no todos pueden serlo. Es un mánager con la puerta de la oficina abierta. Y sabe motivar. Cuando el equipo gana, manda a poner una canción y elabora una coreografía. Además, entrega un premio al Más Valioso en cada victoria”.

Visto así, no todos los mánagers son de jugadores. En la acera del frente, por ejemplo, está Buddy Bailey, distancia y categoría.

Ensberg da sus razones para festejar en grande cada triunfo. “El beisbol es difícil e injusto. A veces haces todo bien e igual pierdes”, expone. “Para ganar necesitas suerte, pero también trabajar duro, porque sólo trabajando se construye el éxito. Mi filosofía es mantenerme positivo todo el tiempo”.

Toda esa mentalidad positiva la necesitará para afinar su español en Puerto La Cruz. “Si me hablan rápido solo entiendo el principio y el final. Por eso necesito ayuda”, dice Ensberg.

“Esta experiencia será importante para su currículum”, resalta Gruszka. “El hecho de que haya estado dispuesto a venir y mostrarse entusiasmado es buena señal. Tiene gran energía y a la vez es bien centrado. Nos va a ayudar”.

Pero, por favor, háblenle despacio. En un estado Anzoátegui donde la gente habla por el canal rápido, Ensberg todavía aprende a pegarle al español a cien millas que le tiran los orientales. En tres meses sabremos si hizo el ajuste, como cuando jugaba.   

Ensberg apela a su capacidad de comunicarse con sus peloteros para sacarles mayor provecho

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