Créditos Imagen: Tucupita José Marcano Foto: El Fildeo
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- Tucupita José Marcano apareció como segundo bate y antesalista en los encuentros de exhibición que disputaron los Padres de San Diego contra los Diablos Rojos del México, en una serie que se desarrolló el pasado fin de semana para inaugurar el Estadio Alfredo Harp Helú, donde jugarán los escarlatas en la Liga Mexicana de Beisbol.
Marcano fue convocado, junto a otros prospectos de los religiosos para viajar a México, y su nombre no pasó inadvertido. Su padre Raúl lo bautizó con el sobrenombre que le identificó durante sus 18 años de carrera en la liga Venezolana de Beisbol Profesional, en la que se destacó por su alegre bate, que ayudó a Magallanes (1993-1994) y Cardenales (1997-1998, 1998-1999 y 2000-2001) a ganar campeonatos.
“Ese es el propio, el nombre del viejo”, comentó el infielder al periodista José Alfredo Otero, del portal El Fildeo. “Lo llevo con orgullo por la fama que hizo con ese nombre, porque fue el primer pelotero en salir de ese pueblo. Me gusta mucho representarlo”.
Marcano, de 19 años de edad, es el prospecto número 21 de los Padres, de acuerdo con MLB Pipeline, tras ser reclutado por San Diego durante el proceso de firmas internacionales de 2016. Formado como campocorto en la academia de su padre en el oriente del país, recibió una bonificación de 320.000 dólares, sin hacer mucho ruido.
En su primera campaña en Estados Unidos, luego de debutar como profesional en la Dominican Summer League, Marcano ganó el título de bateo al ligar .395 promedio de la Liga de Arizona, 40 puntos porcentuales más que su más cercano seguidor. Luego fue ascendido al Tri-City de la Liga del Noroeste (Clase A-) y golpeó para .316. Redondeó la zafra de 2018 con una línea ofensiva de .366/.450/.438, 71 hits -entre ellos cinco dobles, tres triples y un jonrón-, 26 remolcadas y un OPS de .888, en 194 turnos. Pero, quizás lo más impresionante fue que negoció 30 boletos por apenas 16 ponches, lo que de inmediato fue catalogado por los scouts como “uno de los conocimientos de la zona de strike más avanzados en la organización de San Diego”, según MLB.
Zurdo como su padre, su swing es corto y le da con solidez a la bola hacia todos los sectores del terreno. Contra el pitcheo de los Diablos Rojos, que incluyó a tiradores con experiencia en las Grandes Ligas, como Arturo López y Guillermo Moscoso, se fue de 9-3 (.333), con dos impulsadas.
“Desde chiquito mi coach de bateo ha sido mi papá y con la información que me da el equipo, creo que seré un mejor pelotero”, afirmó el Marcano, que espera llevar el nombre de Tucupita a las Grandes Ligas.
A su excepcional contacto, Marcano agrega velocidad de piernas sobre el promedio, lo que le ayuda a tomar bases extras con sus batazos y tener éxito en intentos de robo. En sus dos años como profesional se ha estafado 25 bases en 35 chances (71%).
“(Esos logros) son las oportunidades que me ha dado Dios. El trabajo diario que hago con el equipo y con mi familia, son la base de todo esto”, apuntó.
De acuerdo con los veedores de su organización, Marcano tiene la habilidad y la rapidez de manos para mantenerse jugando en las paradas cortas, pero también puede defender la antesala y los jardines, la posición en la que su progenitor desarrolló su carrera.
“Haré lo que sea necesario, donde me pongan tengo que echar para adelante y espero aprovechar la oportunidad de los Padres al máximo”, abundó.
“Tucupita” padre jamás actuó en el beisbol organizado. Se uniformó en México y en circuitos independientes en Estados Unidos, sin embargo fue el modelo de su vástago, que lo idolatra.
“A mi papá lo vi jugar muy poco, pero las veces que lo vi, me marcó y ahora lo estoy demostrando en el terreno”, señaló. “Represento a mi papá, a un pueblo, a un estado (Delta Amacuro) y me siento bien contento por eso”.