Créditos Imagen: Jesús Aguilar Foto: Miami Herald
Pablo A. García Escorihuela | Prensa LVBP
Júpiter, Florida.- El estruendo del impacto de la pelota contra los bates, es uno de los sonidos más característicos de los Entrenamientos Primaverales.
Un domingo cualquiera, a eso de las 8:00 de la mañana, nada más al llegar al complejo de los Marlins, en el Roger Dean Stadium de Júpiter, la pequeña jaula para las prácticas de bateo retumbaba con fuerza.
Un golpe. Otro. Otro más. La madera se estrellaba contra el cuero de la pelota al ritmo de Anuel y Daddy Yankee, en la cerrada caja negra, a la que no se podía ver hacia adentro.
El ruido terminó, la sesión de prácticas estaba lista por la mañana. ¿Quién castigaba la bola con tanta violencia? La estampa morena de Jesús Aguilar emergió de la caja oscura, madero en mano, saliendo raudo al clubhouse para desayunar.
“Le pegaste con hambre”, le gritó alguno de los latinos del equipo. El primera base se sonrió y le dijo: “Menos mal. Ya verás lo que viene pa’ la tarde”.
“Me siento muy contento de estar en Miami. Es una oportunidad muy bonita de seguir jugando en el mejor beisbol del mundo. Este es un equipo joven, con mucha energía, y hay ganas de hacer cosas interesantes aquí”, expuso el ex jugador de Leones del Caracas, y actual reserva de los Tigres de Aragua.
“Aquí hay una buena mezcla de juventud y experiencia. Vengo a tratar de enseñar y aportar trabajo duro. Todos tenemos que aprender que la pelota es un juego negativo, donde estás en la papa si bateas bien tres de cada diez veces, pero a pesar de lo duro que es, aquí hay que divertirse”, explicó el fornido inicialista, una de las caras nuevas de los peces espada, que tratará de ayudar al equipo a tener una temporada positiva por primera vez desde 2009.
“Estamos en una división bien difícil”, consideró Aguilar. “Hay varios de los mejores lanzadores del juego; pero no nos podemos disminuir por eso, necesitamos salir a divertirnos, siempre con respeto al juego”, agregó.
Miami terminó 2019 con 105 derrotas, la segunda peor cifra en la historia de la franquicia.
PURA FUERZA
Aguilar llegó a los Marlins con la idea de estar en la parte media de la alineación. Tendrá la responsabilidad de aprovechar los recortados callejones del Marlins Park, al que se le redujeron las medidas en el invierno.
El manager de Miami, Don Mattingly, observa en Aguilar el potencial para regresar a su estelar campaña de 2018, cuando sacudió 35 jonrones, remolcó 108 carreras y dejó .890 de OPS.
“Este tipo puede ser peligroso”, dijo recientemente, Mattingly. “Es una gran adición para nuestro lineup”.
El maracayero, de 29 años de edad, no se mete presión en ese sentido. Lleva las cosas con calma.
“Vengo con la idea de mantenerme saludable el mayor tiempo posible. Tratar de estar en la mejor condición física que se pueda tener, para entonces, pensar en números. Ahorita, no me cargo con la responsabilidad de ser el hombre de las carreras, o en los numeritos del año, sólo en estar sano. Si hay salud, los batazos van a llegar”, precisó.
Aguilar fue adquirido en diciembre vía waivers de los Rays de Tampa Bay, equipo al que había llegado desde Milwaukee, mediante un cambio a mitad de temporada, luego de un inicio lento del que no se recuperó y terminó la campaña con un modesto .236 de average, con 12 cuadrangulares, la menor cantidad desde que comenzó titular con los Cerveceros en 2017, y 50 remolques.
“Lo más importante para mí, es que volvió la confianza, y que estoy feliz, donde tengo que estar”, apuntó el infielder sobre su proceso de madurez como pelotero. “El beisbol me hizo entender el año pasado, que esto es de altos y bajos, y fue muy duro. Pero ya quedó atrás. Me enfoqué en mejorar mi condición física, y con eso, y si tengo salud, disfrutaré mucho de esta nueva etapa en los Marlins”, añadió el toletero derecho, que ve con buenos ojos la ascendencia de Mattingly.
“El liderazgo de Don Mattingly es muy positivo”, explicó Aguilar. “Ha podido enseñarme algunas cosas sobre jugar la posición, y creo que, tanto para ellos, como para nosotros, la de 2020 será una temporada muy positiva”, remató.
Miami fue el peor equipo en anotadas (615) y vuelacercas (146) en la Liga Nacional, por lo que el bate de Aguilar podría ser una gran inversión.