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José Gabriel Salas | Prensa Cardenales de Lara
Barquisimeto.- Ildemaro Vargas no desperdicio mucho tiempo para incorporarse a los entrenamientos del Cardenales de Lara. El infielder llegó al país hace pocos días, buscó parte de su familia en Caripito y viajó a Barquisimeto para unirse al resto de sus compañeros en el Estadio Antonio Herrera Gutiérrez.
Vargas espera tener una buena campaña con los larenses para emular lo hecho la 2015-2016.
“Vengo súper contento, dando gracias a Dios por mantenerme sano. Estoy muy emocionado de estar aquí, se ve un grupo muy unido y las expectativas son bien altas para este año”, señaló.
El infielder llegó con otro estatus en relación a la zafra anterior cuando se unió a las prácticas tratando de ganarse un puesto y bregar por una oportunidad. Sin embargo, considera que no ha cambiado en nada y que todo se lo debe al trabajo diario.
“No paro de trabajar. Es el don que Dios me regaló y debo aprovecharlo al máximo. Es mi vida e intento aprovecharlas lo más posible. Afortunadamente el año pasado me dieron el chance y lo supe aprovechar”.
Para el jugador de los D-Backs de Arizona la temporada que se avecina con los pájaros rojos lo mantiene muy ilusionado por lo compacto que observa la estructura del conjunto.
“Cardenales va a ser una explosión. Si Dios nos mantiene sanos vamos a tener equipo para rato. Con el respeto que se merecen el resto de la liga pero este equipo va a ser fuerte. Somos jóvenes con ganas de triunfar y veteranos como Héctor Giménez que sabe hacer las cosas para ganar. El grupo va tener muchas cosas positivas y va a ganar muchos juegos”.
Vargas manifestó llegar listo para jugar ya que no detuvo su accionar luego de concluida la ronda regular en Ligas Menores.
“No he parado. Solo me tomé tres días para estar con la familia pero seguí entrenando por mi cuenta por lo que estoy listo para la batalla”, expresó el toletero que espera ser colocado en roster de 40 por Arizona.
EL DATO
Ildemaro Vargas, de 25 años de edad llegó a Cardenales proveniente de Caribes de Anzoátegui en un cambio durante el receso de la temporada 2014-2015 y terminó redondeando la mejor temporada de su carrera. Ligó para .335/.403/.421, con 20 remolcadas, en 51 juegos y ganó el Guante de Oro.
