Créditos Imagen: Elvis Andrus | Foto: Juan Aguilarte Rosales
Juan Aguilarte Rosales | Prensa LVBP
Arlington, Texas.- Elvis Andrus aún deshoja la margarita sobre agregar un nuevo capítulo a su brillante carrera en el beisbol. Han sido 15 temporadas, en su mayoría con un nivel que cautivó a los críticos del juego. El oriundo del estado Aragua, se ganó el derecho a decidir y tomarse el tiempo que sea necesario, al final del día mientras él quiera una oportunidad, seguramente la habrá.
Su estatus no se lo regalaron, lo obtuvo con años de sacrificio. Ahora si decide mantenerse activo, quien le acoja estudiará minuciosamente si puede exprimirle lo que le resta de vida útil en el diamante. Si su determinación es decir adiós, tras haberse uniformado por última vez en la primavera de 2024, iría directo al club de los campocortos venezolanos consagrados: Luis Aparicio, David Concepción y Omar Vizquel, quienes le preparan un lugar como miembro honorario.
“La verdad no sé”, hizo una pausa sobre su continuidad en la pelota, en conversación con la LVBP.com. “Creo que ya estoy cerca de tomar una decisión si voy a volver el año que viene o si me retiro. El próximo mes debería decidirme. De hecho, los Rangers me han preguntado varias veces sobre si me voy a retirar. No voy a apresurarme. Sigo pensándolo”.
La posibilidad de defender a los Navegantes del Magallanes sigue latente. Depende de lo que haga finalmente.
“Ramón Hernández (coach de banca de la nave) me ha consultado varias veces”, sonrió. La familia es la prioridad.
“Sí le dije que este año no lo creo. Es primera vez que no juego en mucho tiempo por esta fecha, estoy en con mis hijos. Pero sí lo he dicho, por supuesto, sí he mencionado que antes de retirarme jugaría en Venezuela”.
Andrus fue solicitado por su “hermano” Adrián Beltré, para ser su coach de tercera en el Juego de Estrellas del Futuro. De tal manera, que volvió al Globe Life Field, su hogar.
“Este es mi equipo (Texas). Prácticamente toda mi carrera la hice aquí. Este parque lo llamo casa. Me sentí muy bien cuando me coloqué la gorra de nuevo. Así que espero trabajar aquí muchos años”, confesó.
No es la primera experiencia del maracayero en el choque de luminarias del futuro. En el 2007 en San Francisco, cuando seguía perteneciendo a su organización original, Bravos de Atlanta, fue invitado. Al igual que en el 2008, cuando despidió el viejo Yankee Stadium, pero ya con los colores de los texanos. En la casa que construyó Babe Ruth, fueron 10 los criollos que dijeron presente, siendo la marca vigente de paisanos en el evento.
“Hablé con los muchachos, que vine a esta cita por primera ocasión a mis 18 años. Qué bonito hacerlo como coach. Les comuniqué mi reflexión y les dije que disfruten. El tiempo ha pasado volando”, acotó.
Andrus se despidió sin dejar pasar la cita que tiene en Cooperstown. Ya que, junto a su familia, acompañará a su gran amigo Beltré, en su exaltación al templo de los inmortales, el 21 de julio. Seguro recordarán varias anécdotas, entre ellas su “rutina” al momento de atrapar un elevado en la parte izquierda del infield.
“Cuando me dijo para ser coach, no le pude decir que no. Siempre ha sido una especie de hermano mayor. Estaré con él, estoy emocionado de acompañarlo”, finalizó.
EL DATO
Elvis Andrus es uno de los tres venezolanos que suman en sus carreras al menos 1.000 anotadas, 2.000 hits, 300 dobles, 100 jonrones, 700 impulsadas y 300 bases robadas. Los otros son Bob Abreu y José Altuve. Esas estadísticas reflejan una rara mezcla de contacto, poder y velocidad en las almohadillas.
