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Ignacio Serrano | El Emergente
Caracas.- El prospecto venezolano Edubray Ramos, que este sábado se une a los Filis de Filadelfia para iniciar su carrera en las Grandes Ligas, reconoció, al mirar atrás, que poder completar la meta después de quedar sin equipo “es una bendición muy grande”.
El relevista brillaba en Triple A al recibir el llamado de los cuáqueros. Pero apenas saltó al profesional, con 17 años de edad, fue dejado en libertad por los Cardenales de San Luis, debido al cierre de la academia de los pájaros rojos en Venezuela.
“Estoy bastante contento”, le comentó Ramos al periodista Andrés Espinoza, el primero en dar la noticia sobre su ascenso. “Me preguntaron cómo me sentía del brazo y si estaba ready para lanzar en las mayores”.
“¿Cómo no pensarlo?”, comentó sobre el tiempo en que estuvo limpiando pisos, a fin de ayudar a los gastos del hogar, mientras soñaba con recibir otro chance en una nueva organización. “El simple hecho de estar fuera, de regresar y jugar en las Grandes Ligas, es una bendición muy grande”.
Admitió la expectativa que le causa reencontrarse con la multitud de venezolanos que forma parte del roster de los Filis.
“Compartí con ellos en el Spring Training y son excelentes compañeros”, comentó. “Pienso que, cuando llegue, me darán el mismo trato, que fue muy bueno. Me aconsejaron mucho”.
Confía en sí mismo, al iniciar su camino en la MLB: “Confían en que puedo hacerlo y yo también. Poco a poco, me estoy preparando”.
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