Créditos Imagen: Alberth Martínez | Fotos: Elio Miranda
José Ángel Rodríguez Suárez | Prensa LVBP
Caracas.- Algún día lo hecho por Alberth Martínez alcanzará una justa dimensión cuando su placa esté en la plaza del Estadio José Bernardo Pérez de Valencia, como un miembro del Salón de la Fama de Navegantes del Magallanes. No es una aseveración apresurada. Tampoco es el reflejo de una visión desvirtuada de la realidad. Son palabras sustentadas, por cada costado, de consistencia.
Ser consistente, en el beisbol, es visto como uno de los valores más preciados en todos los niveles competitivos. Pero en circuitos invernales, tan urgidos de la estabilidad de resultados y desempeños inmediatos, contar con piezas que brinden solidez, año tras año, es un bien de cuantía incalculable.
Martínez no sabía, a finales de la semana anterior, que le faltaba una carrera para ser apenas el octavo jugador en la extensísima historia del buque con 200 empujadas o más. Pero el guayanés sí conocía de la importancia de la disciplina cotidiana. De hecho, pocos peloteros del presente en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, pueden darse la mano con él, para hablar de dedicación al camino de vida que escogieron.
“Significa mucho, porque no son dos, tres, cuatro o cinco años, sino desde el 2011 que estoy con Magallanes”, mencionó el toletero derecho a LVBP.com sobre su inclusión al selecto grupo de remolcadores nautas junto a Luis “Camaleón” García (344), Alfredo Torres (238), Félix Rodríguez (235), Mario Lissón (224), Richard Hidalgo (218), Edgardo Alfonzo (215) y Vidal López (215), de acuerdo con PelotaBinaria. “Yo solo me enfoco fuerte todos los días y dejo que el trabajo haga el ruido”.
El oriundo de San Félix supo hacer ruido la noche del martes, cuando con un sonoro jonrón en Maracay, impulsó la rayita 200 y 201 de por vida en el circuito. Con el zurdo Jonathan Vargas, de Tigres de Aragua, como víctima, Martínez sacó su pelota 48 con el uniforme turco, la tercera máxima en los anales de la franquicia, sólo detrás de Hidalgo (56) y Lissón (53).
“Es evidente la calidad en los turnos que ha tomado. Se ha enfocado también a hacer swing con mayor frecuencia en la zona de strike y eso le ha ayudado a tener mejores resultados”, glosó el mánager filibustero, Miguel Cairo. “Estuve viendo en televisión sus numeritos y en las últimas temporadas ha sido el líder en impulsadas de la liga. Cada vez que toma un turno, es peligroso”.
Para precisar el dato de Cairo, hasta antes de la jornada del miércoles 29 de noviembre, Martínez no sólo encabeza la LVBP en remolcadas (193), sino también en vuelacercas (47), anotadas (189), carreras creadas (183.8), extrabases (112) y cojines alcanzados (525) desde la contienda 2017-2018.
Alberth Martínez debutó con Magallanes en la zafra 2011-2012
En el ruedo 2023-2024, el jugador de 32 años aarrancará el duelo frente a Leones del Caracas, en el Estadio Monumental, como el líder en almohadillas totales (56) y cuadrangulares (seis), además de segundo en fletadas (22), pisadas al plato (21) y hits (33) entre sus cofrades carabobeños.
“Siempre le he dicho a los mánagers, no importa en qué orden batee, mientras esté en el lineup, aportaré”, afirmó Martínez, quien se ha asentado como el habitual tercer palo de Cairo en las recientes semanas. “Creo que no hay diferencia porque ya acá en la liga todos se conocen, así que no importa si eres primero o noveno (en el orden)”.
Eso sí. Aunque Martínez esté abierto a la posibilidad de batear en cualquier lugar de la alineación, su ánimo cambia cuando lo hace como designado, en vez de como jardinero izquierdo. Y no tiene reparo en admitirlo.
“No me gusta ser designado. Hay momentos que uno lo necesita, porque el agostamiento físico a veces pega, sobre todo en los juegos en Maracaibo o Puerto La Cruz, por el calor”, explicó el bolivarense. “Pero en Caracas, Valencia o Maracay no me gusta serlo, porque son lugares fríos, y el solo hecho de batear, para luego sentarme inmediatamente, me enfría”.
Esa sensación de enfriamiento para Martínez puede interpretarse como parte de su gen competitivo, porque los hechos demuestran que al iniciar como designado, liga para sólidos promedios de .345/ .387/ .724 con tres bambinazos y siete impulsadas en 29 turnos. En relación a la línea de .261/ .347/ .398 en la pradera izquierda, aunque en 88 veces al bate.
