Créditos Imagen: Rafael Marchán Foto: Kyle Ross-USA TODAY Sports
Andrés Espinoza Anchieta | Prensa LVBP
Caracas.- Rafael Marchán se convertirá en otro de esos raros casos, que poco a poco se van sintiendo menos extraños. El receptor está por ingresar al listado de jugadores criollos que han hecho sus estrenos en las Grandes Ligas antes que en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.
Ese debut de Marchán en el circuito local se dará tan pronto como la semana que viene, pues el nativo de San Cristóbal confirmó este domingo que tiene previsto sumarse a los Tiburones el venidero martes 2 de noviembre, para oficialmente dar inicio a su recorrido en la pelota invernal.
Los Filis de Filadeldia, escuadra a la que pertenece en el beisbol organizado y con la que llegó a la gran carpa por primera vez en 2020, tuvo mucho que ver en su decisión de exhibirse en el país.
“Ellos querían que tomara turnos extras y que agarrara más experiencia”, contó Marchán. “La organización de los Filis estaba muy interesada de que jugara en Venezuela”.
Lo curioso del tema es que el máscara no tenía equipo en la LVBP hasta hace algunas semanas. Fue apenas el pasado 18 de octubre cuando Marchán estampó su firma con los escualos, en una decisión en la que también influyeron terceros.
“Una de las cosas que me inclinó a jugar con Tiburones fue que mi familia siempre ha sido fanática del equipo”, indicó el careta, sobrino del ex pelotero salado José Marchán. “Mi tío jugó con La Guaira y de pequeño iba muchas veces a ese clubhouse. Ya de grande también pude estar allí varias veces, cuando jugaban Alex Cabrera, el ‘Kid’ (Francisco Rodríguez) y Jorge Velandia. Fue una de las cosas que más me llamó la atención, porque siento que el ambiente de Tiburones es muy alegre”, añadió.
El ambidiestro, de 22 años de edad, disputó solo tres compromisos con Filadelfia en la recortada campaña 2020; sin embargo, tuvo la oportunidad de regresar a la gran carpa en la recién culminada zafra regular y esa vez su tiempo de juego se incrementó.
Tras 20 encuentros con los cuáqueros este año, Marchán registraba un promedio de .231, con un doble, un triple, un jonrón, cuatro empujadas y siete anotadas.
“Tuve el chance de jugar más juegos esta vez y me sentí mucho mejor, más familiarizado con el equipo. Conocía más a los muchachos, estaba en ambiente. Sentía que estaba listo para estar en esa posición”, explicó el joven criollo. “Estoy muy contento y orgulloso con lo que pasó. Esta temporada fue de mucho aprendizaje, en especial porque no hubo beisbol (en las menores) el año pasado. Volver a la rutina de jugar todos los días me dejó muchas cosas positivas. Me subieron y me bajaron en varias ocasiones. Fue un rol diferente al habitual”.
Si bien el ajuste al mejor beisbol del mundo es difícil en cualquier área del terreno, para una promesa de la receptoría, ampliamente reconocida como la posición más demandante del juego, puede ser el doble de complejo. Más allá del impacto físico, las responsabilidades con las que tienen que lidiar los máscaras día tras día, pitcheo tras pitcheo, son igual de agotadoras.
Rafael Marchán firmó con La Guaira semanas atrás
“Una de las cosas que se me hizo más compleja este año fue adaptarme a cada uno de los cinco abridores a los que les pude recibir en MLB”, confesó Marchán, que registró un total de 115 entradas en la posición con los Filis en 2021. “Cada uno de ellos es una mente distinta, un tipo de lanzador completamente diferente. Eso se me hizo difícil, porque tienen pitcheos diferentes y formas variadas de atacar a los bateadores. Pero es solo cuestión de adaptarse. Una de las claves para estar en Grandes Ligas es hacer ajustes y la capacidad que tengas de adaptarte rápido”, agregó.
No obstante, por ahora, la única preocupación del tachirense es causar una grata impresión en la fanaticada guarista, de la que su familia ahora forma más parte que nunca.
Y con las riendas sueltas por parte de Filadelfia, Marchán tiene el camino libre para demostrar cada una de las herramientas que lo hicieron tan codiciado en la liga nacional.
“Los Filis me dijeron que jugara, que me divirtiera acá. Quieren que aprenda mucho de este circuito y que agarre bastantes turnos. No me pusieron restricciones. Solo quieren que me mantenga saludable y lo demás dependerá de cómo se sienta mi cuerpo”.