Créditos Imagen: Gabriel Moreno
Andrés Espinoza Anchieta | Prensa LVBP
Caracas.- El progreso de Gabriel Moreno en el último año ha sido sencillamente sorprendente. El venezolano siempre ha sido un gran bateador y los números están allí para probarlo, pero su desarrollo como jugador ha alcanzado niveles inesperados por muchos en los últimos meses.
Para empezar, el larense no figuraba entre los principales 100 prospectos del beisbol en ninguno de los rankings más importantes en la materia a estas alturas en 2020. Su nombre comenzaba a escucharse cada vez con más fuerza, pero era difícil imaginar que poco tiempo después, Moreno sería la promesa número 32 de todas las Grandes Ligas para los expertos de MLB Pipeline y la principal dentro de la organización de los Azulejos.
“Me siento orgulloso de mí mismo por el trabajo que estoy haciendo”, comentó Moreno a la LVBP.com. “Esto es el fruto del esfuerzo que uno hace desde el momento en que firma. Lo de los rankings me alegra a mí también, pero más que todo a mi familia. A todo el mundo le gustaría estar posicionado así, porque eso influye mucho en el beisbol de hoy en día”.
La evolución del receptor es aún más impresionante tomando en cuenta que tuvo lugar en medio de una época tan inusual e incierta con la pandemia. Pero al igual que muchos de sus colegas, Moreno también intentó sacar el mayor provecho de la adversidad que surgió con la suspensión de la temporada de las Ligas Menores en 2020.
“El año pasado fue duro porque no se jugó pelota, pero al mismo tiempo siento que me ayudó mucho porque hice trabajos en la receptoría durante la cuarentena. Aproveché ese tiempo”, aseguró la joya de Toronto. “Estuve en el complejo alternativo del equipo y me fue bien allí. Después fui a Venezuela, jugué con Cardenales, y pude agarrar esa tremenda experiencia”, añadió.
En efecto, sus números reflejan que fue una pasantía breve, pero sumamente exitosa por el país. En 18 juegos con los pájaros rojos, Moreno conectó para .373/.471/.508, con cinco dobles, un jonrón y 11 carreras remolcadas.
Sin embargo, lo más importante de su primera experiencia por la liga local no estuvo en esas cifras. Se trató de una nueva inyección de aprendizaje, que llegó mientras le brindaba sonrisas a sus familiares.
“Fue una gran experiencia. Siempre había querido jugar allá y más con el equipo de mi ciudad natal, porque yo soy de Barquisimeto. Allá aprendí muchas cosas de la pelota invernal. Es diferente, no es igual a como son las cosas en Estados Unidos”, recordó la sensación de los canadienses. “Ildemaro Vargas, Carlos Rivero, Néstor Molina, Gorkys Hernández, René Reyes y todos ellos me ayudaron muchísimo. Y estaba súper feliz de jugar en mi ciudad y de que me viera mi familia. Mis padres estaban muy contentos”.
Después del éxito cosechado con la tropa crepuscular, el máscara se preparó para el retorno del beisbol menor en 2021. Entre las sucursales Rookie, Doble A y Triple A, Moreno apenas llegó a disputar 37 compromisos debido a una fractura en el pulgar derecho que necesitó cirugía.
No obstante, una vez más, el prospecto hizo mucho con poco y registró una robusta línea ofensiva de .367/.434/.626, con 10 dobles, un triple, ocho bambinazos y 45 carreras remolcadas. Todo mientras acumulaba más de 250 entradas de trabajo detrás del plato, sin cometer errores y retirando en intento de robo a 14 de 35 hombres (40% de éxito).
Gabriel Moreno aseguró que su pasantía con Cardenales ha sido clave en su desarrollo como pelotero
Nada mal para un chico que hace algunos años le temía a la posición, pues hasta los 16 años de edad solía tomar rodados en el cuadro, sin ni siquiera pensar en la posibilidad de usar peto y chingalas.
¿La razón del cambio? Un poderoso brazo que intrigó al scout Francisco Plasencia.
“No fue fácil hacer la mudanza a principios de mi carrera”, admitió Moreno. “Estamos hablando de la posición más difícil en todo el beisbol. Nunca había estado en la receptoría que yo recuerde. No sé si llegué a hacerlo en las categorías inferiores, pero se me hizo muy complejo porque el simple hecho de bloquear la pelota me daba miedo. Con dedicación, esfuerzo y trabajo pude ir mejorando”.
Hoy en día, el criollo recibe constantes elogios por su desempeño como careta. Junto a su explosivo madero, son las grandes razones por las que se presenta como uno de los mejores prospectos del juego en la actualidad. Vaya diferencia la que puede hacer un año.
“Me fue bien esta campaña antes de sufrir la lesión, especialmente en Doble A que fue donde pasé más tiempo. Los problemas físicos nunca son esperados, pero trabajé en fortalecer mi mentalidad para que me permitiera seguir tras mis metas. Mientras estuve lastimado practiqué muchas cosas, como el llamado del juego. Ya cuando volví al terreno fue algo difícil porque no tuve una rehabilitación sana, sino que llegué directo a jugar después de la lesión. Pero afortunadamente ya estamos bien”, señaló.
En lo que puede ser su último torneo antes de graduarse como ligamayorista el año próximo, Moreno está disfrutando de otra sólida actuación, ahora en la Arizona Fall League. En 18 compromisos hasta la noche del viernes, el barquisimetano tenía un average de .361, con siete dobles, dos cuadrangulares, 16 anotadas y 15 fletadas.
“Si Dios quiere, el año que viene será muy bueno para mí. La idea es seguir haciendo mi trabajo y recuperarme bien de la mano para dar el 100% en el terreno”, aseguró el paleador. “Sería muy bueno poder arrancar la temporada en las Grandes Ligas, es una meta personal. Trataré de pelear por un cupo en el equipo grande durante el Spring Training”, concluyó.
El dato
Gabriel Moreno será uno de dos representantes venezolanos en el Juego de Estrellas de la Arizona Fall League este sábado. El otro será el infielder de los Cardenales, Juan Yépez, quien también proyecta estrenarse en las Mayores durante 2022, luego de recibir un primer llamado de San Luis para el pasado Juego Comodín de la Liga Nacional.