Créditos Imagen: Foto: Prensa Caribes
José Ángel Rodríguez | Prensa LVBP
Puerto La Cruz.- La capacidad de producir carreras en la cantidad justa de swings, marcó la diferencia en el segundo juego de la Serie Final, a favor de Caribes de Anzoátegui 5-4 sobre Navegantes del Magallanes, durante otro cerrado careo con el Estadio Alfonso “Chico” Carrasquel como escenario.
Por segunda noche consecutiva, ninguna de las dos ofensivas con mayor dominio a lo largo de la temporada, llegó a 10 hits, pero el par de jonrones disparados por la toletería aborigen, con Willians Astudillo y Víctor Reyes, como protagonistas, inclinaron la balanza para la Tribu.
El estacazo de Astudillo, fue en la quinta entrada con un compañero en circulación, frente al dominicano Jumbo Díaz, para voltear de forma momentánea el duelo 4-3, mientras que, el de Reyes, fue solitario pero decisivo para romper el empate a cuatro carreras en el séptimo inning, ante los envíos de Wilking Rodríguez.
“Durante el turno, sabía que me estaban trabajando en esa zona, salí a buscar ese pitcheo, me lo lanzó, y pude conectar el batazo”, describió Reyes sobre el duelo contra Rodríguez, que terminó con la bola saliendo a frenética velocidad hacia lo más profundo del jardín derecho.
El par de cuadrangulares conectados por los maderos orientales, se sumaron a los dos de la velada anterior, lo que deja un promedio de un vuelacercas cada 15 turnos para el club local, siendo uno de los puntos clave para que la serie se encuentre 2-0.
En el caso de Reyes, fue una redención luego de un discreto desempeño productivo en la caja de bateo durante el Round Robin. El barcelonés, que disputa su primera final en el circuito, dejó 25 hombres en base en la etapa semifinal, la cuarta cifra más alta de la fase entre sus cofrades.
“Es muy importante para nosotros comenzar 2-0, ganar los dos juegos en casa, yo sé que Valencia será una plaza muy difícil, pero cada día saldremos para intentar conseguir la victoria”, apuntó el patrullero grandeliga con los Tigres de Detroit.
Mientras que, Astudillo, ya acumula seis vueltas al cuadro en 19 compromisos durante la actual postemporada, siendo protagonista en las dos victorias orientales de la serie por el gallardete.
Según datos del periodista e investigador Tony Flores, el equipo que toma ventaja de 2-0, se ha proclamado campeón en 18 oportunidades, de 61 series finales disputadas en la LVBP. La última vez que un conjunto remontó una desventaja de 0-2, ocurrió en la zafra 2015-2016, cuando Tigres de Aragua venció en seis duelos al Magallanes, después de caer dos veces en Maracay en el inicio de la serie.
Caribes salió temprano de Yohander Méndez, el abridor nauta, preso del descontrol, al otorgar cuatro boletos en tan sólo 2.2 capítulos. El zurdo, ha sido inconsistente durante las últimas cuatro aperturas, al brillar en dos de ellas con blanqueo de cinco entradas, pero no completar los tres actos en las dos restantes, caminando a 14 bateadores en 15 tramos.
Aunque el iniciador local, Henry Centeno, tampoco cumplió con la misión encomendada: cinco innings.
Luego de ganar sus primeros dos juegos en la postemporada, en los que lanzó al menos las cinco entradas, el diestro no ha podido en sus recientes tres aperturas, todas contra la Carabela. Y sigue sin triunfar en finales.
El relevo local completó una sólida faena de 4.2 innings, de solo tres hits y una carrera para contener a la artillería naval, siendo Silvino Bracho el encargado de sacar los últimos cuatro outs.
“Entré un poco frío, por el cansancio del trajín del viaje que he tenido todos estos días, pero supe manejar la situación, el problema que había. Yo sabía que iba a ser una final aguerrida, mi mente siempre ha sido salir a competir para dar lo mejor de mí y todo salió bastante bien", expresó el cerrojo zuliano, quien ingresó en el octavo por el lastimado mexicano, Esteban Haro.
“La adrenalina es increíble, los jugadores de Caribes se han caracterizado por venir siempre desde abajo y ellos me inyectan lo mismo a mí, porque salgo a darlo todo”, admitió Bracho, que se unió a los indígenas sin salvados en enfrentamientos definitorios del campeonato, pero logró preservar los dos lauros de Anzoátegui.
El bullpen de Caribes, lo que se presagiaba como el punto débil, se encargó de dejar una efectividad de 3.12 y balance de 2-0. Todo lo contrario, al de Navegantes, que partía con teórica superioridad, pero sin reflejarla en el terreno con porcentaje de carreras limpias de 5.87.
“Es muy importante (irnos con dos victorias). Ellos se van a ver obligados a ganar al menos dos veces allá (en Valencia), para nosotros volver a casa. Pero si vamos por un juego y pegamos los dos, seremos los campeones de Venezuela. Si ganamos uno, ellos se van a ver obligados a regresar acá, y todo el mundo sabe que Caribes es difícil en su casa”, cerró Bracho, con la misma claridad con que lo hizo en las dos primeras noches portocruzanas.