Caracas.- Carlos Carrasco se vio obligado a detener sus sesiones de prácticas de bateo en vivo y retrasar su debut en la Liga de la Toronja, tras acusar molestias en el codo. Pero el domingo soltó el brazo a 75 pies sobre terreno plano y después del ejercicio aseguró sentirse “bastante bien”, de acuerdo con Justin Toscano, periodista de The Record.  

Después de enfrentar a bateadores en una práctica el lunes de la semana pasada, el derecho de los Mets de Nueva York experimentó la disconformidad en la articulación y el equipo decidió darle descanso por unos días.

Carrasco también había padecido algunos dolores corporales debido a la segunda vacuna contra el COVID-19, a la que fue sometido, por lo que se generaron algunas dudas en torno a la posibilidad de que estuviera a tono para el Día Inaugural. Pero el experimentado tirador se encargó de disiparlas.

“Oh sí. Estaré listo”, enfatizó Carrasco, según Tim Britton, de The Athletic.

El martes está previsto que vuelva a probar el brazo, pero en una seión de bullpen.

Los Mets adquirieron al tirador, de 33 años de edad, junto con el campocorto Francisco Lindor, en un cambio múltiple con los Indios de Cleveland, con la idea de reforzar su rotación, tomando en cuenta que Noah Syndergaard todavía se encuentra recuperándose de la cirugía Tommy John.

Carrasco tuvo un exitoso regreso a las Grandes Ligas, tras perderse tres meses en 2019 mientras batallaba contra la leucemia y en 2020 exhibió efectividad de 2.91, con una excelente relación de 82 ponches por 27 boletos en 68 innings, repartidos en 12 inicios durante la temporada acortada por la pandemia del nuevo Coronavirus.