Macuto.- Un blazer azul marino cubría el tronco superior de los casi 1.75 metros de estatura de Wanda Rodríguez. Azul como el Mar Caribe que pocos minutos después sirvió de fondo para verla convertida en la primera mujer umpire de un evento regional de la Cuenca.
La venezolana estuvo como auxiliar de primera base en el juego del lunes entre República Dominicana y Curazao por la primera jornada de la Serie del Kids 2025, que se disputa en Macuto.
A sus apenas 22 años de edad, esta merideña, oriunda de Guayabones, ha sabido ser pionera. Lo fue en diciembre cuando recibió la responsabilidad de ser la primera umpire principal de un Juego de Estrellas de la LVBP. Y también lo fue en el litoral, con el marco ideal para hacer historia en la cita caribeña.
“La verdad, no termino de acostumbrarme. Pero confío en mi proceso”, reconoció Wanda Rodríguez, sentada y vestida impecablemente, en una mesa fuera del cuarto de árbitros del Estadio Jorge Luis García Carneiro. “Me genera satisfacción lo que he podido lograr desde que comencé este viaje, porque así le llamo, un hermoso viaje que inicié hace apenas unos tres años”.

LA PULITURA
El dejo andino no desaparece del verbo de quien comenzó su recorrido en el beisbol como una jugadora aficionada que, de inmediato, llamó la atención por la impronta de su tamaño.
“La primera vez que la vi fue como jugadora en un nacional de Barquisimeto”, recordó Miguel Hernández, director del Venezuelan Umpire, coordinador de árbitros de la LVBP y director del torneo de la Serie del Caribe Kids. “La mujer venezolana no suele ser muy alta. Pero cuando la observé, vi un diamante un bruto, porque la Major League Baseball recomienda que para que una mujer llegue a las Grandes Ligas, debe tener estas características. Y, sí, nosotros pensamos que ella puede llegar”.
La temporada pasada, la estadounidense Jen Pawol fue la primera mujer en una pretemporada de la Gran Carpa desde 2007. Necesitó de ocho campañas como árbitro y de 47 años de edad para llegar a ese estatus.
Wanda Rodríguez, por su parte, aunque reconoce que su camino apenas comienza, también apunta hacia objetivos Mayores
“La meta principal es llegar a la LVBP”, comentó la andina. “Pero creo que con Dios y mi esfuerzo, el mayor sueño es ser la primera venezolana en el sistema organizado de la MLB”.
Al terminar esa frase, Rodríguez tocó la mesa que, de un momento a otro, pasó de estar desierta, a ser cubierta por un teléfono que grababa la conversación, una libreta, un bolígrafo y, principalmente, por un deseo de vida.

SUS MOTORES
¿Pero qué hay detrás de esta joven que irrumpió con tanta fuerza en el arbitraje venezolano? ¿Cómo recibieron sus padres, Wilson Rodríguez y Lisbeth Gutiérrez, la decisión de que sería jueza de terreno y no de tribunales? Ni médico ni ingeniero. Ella respondió con otra pregunta.
“¿Sabes cuál es mi mayor inspiración? Mi familia”, afirmó Wanda Rodríguez con tono genuino. “Mis papás no saben mucho de arbitraje, pero nunca me han dejado de apoyar. También pienso en Jesús Cornejo, un umpire de Mérida que insistió muchísimo para que me inscribiera en un taller de arbitraje en Santa Bárbara del Zulia. Yo no quería. Me negaba a hacerlo. Pero en definitiva me convenció y fui por primera vez. Allí comenzó esta historia”.
A partir de entonces, su personalidad de umpire empezó a moldearse. O quizá, ya estaba casi hecha.
“Wanda, por el hecho de ser andina, es bastante receptiva, una muchacha que tiene muy buena actitud, con mucho deseo de superación. Salió de un pueblo lejano a comerse el mundo”, describió Hernández. “Pienso que estos juegos en la Serie del Caribe Kids, y en el futuro tanto en la LVBP, como en la Liga Mayor, le darán el desarrollo y la experiencia que necesitamos para llevarla a los Estados Unidos”.

ORGULLO A FLOR DE PIEL
La oportunidad de arbitrar en el torneo de niños entre 12 y 13 años de edad organizado por la Confederación de Beisbol Profesional del Caribe, es una victoria más para la merideña.
“Al final del camino, tanto adultos como niños disputan el mismo deporte, así que no hago distinción entre unos y otros. Es el mismo beisbol, con el mismo compromiso de querer hacer las cosas bien”, aseguró Wanda Rodríguez. “Desde el Juego de Estrellas he trabajado mucho mi ansiedad. Y siento que he mejorado”.
Hernández, entretanto, uno de sus mentores, ratifica lo dicho por una aventajada aprendiz.
“Su presencia en la Serie del Caribe Kids representa la integración, y un orgullo grande por todo lo que la mujer venezolana significa en el país”, expresó el directivo.” Ella es la muestra de esa mujer que sale día a día a guerrear, a trabajar, a sencillamente romper esquemas”.