Brayan Rocchio no le teme a la competencia (ni debe temerle)

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Créditos Imagen: Brayan Rocchio Fotos: A. van Schermbeek

 

Carlos Valmore Rodríguez | Prensa LVBP

 

Caracas.- Sale un rolling por el medio del campo que va echando chispas mientras parte en dos el infield del estadio Universitario, como haciéndole cirugía láser. 

La bola va surcando el terreno, camino del centerfield, cuando se estrella contra la segunda base y salta por los aires. El intermedista de los Tiburones de La Guaira Brayan Rocchio cambia de dirección, brinca sincronizadamente con la pelota, eleva su brazo izquierdo hasta lo inverosímil, engarza, aterriza casi sobre la grama exterior y desde allá, sin vacilaciones, lanza un misil intercontinental para fulminar en primera al caraquista Alexander Palma, que no pisó la inicial.

Con razón a Rocchio lo echaron tanto de menos en el litoral cuando se perdió de vista la temporada pasada. 

Brayan Rocchio, una de las cien estrellas en ciernes más rutilantes dentro del sistema MLB, volvió para el torneo 2022-2023 del beisbol profesional venezolano con esa energía y entusiasmo que le encantan al mánager Henry Blanco. “Me gustan mucho su intensidad y sus ganas al jugar”, describe el piloto de los escualos al número 66 en el ranking futurista de la afamada revista Baseball America.

Para los Tiburones, Rocchio representa el hoy y el ahora. Esta es su hora.

El infielder caraqueño se sintió “súper chimbo” el año pasado, cuando los Guardianes de Cleveland le ordenaron abandonar a La Guaira en el fragor de la lucha. Imagínense cómo se sintieron los guairistas, que perdieron 24 de los 29 combates que libraron ya sin él. Con Rocchio a la mano, los salados tuvieron récord de 10-10. El post Rocchio fue desgarrador: cinco triunfos y 29 derrotas.   

“Yo quería ser la diferencia para que el equipo llegara lo más lejos posible. Estaba enfocado en ayudar a ganar y dejar mi marca. No estaba pendiente de los números, ni de llevarme el Novato del Año”, afirma Rocchio, quien ostentó promedio de .391 y .440 de porcentaje de embasado luego de 69 turnos durante el campeonato 2021-2022. “Lamentablemente, Cleveland me mandó a parar y las cosas se salieron del carril, pero eso escapaba a mi control”.

El Rocchio de la 2021-2022 era una apuesta. El de la 2022-2023, una certeza. Al llegar, tomó la segunda base. Y César Collins, gerente general de La Guaira, declaró que la irrupción de bigleaguers como Carlos Sánchez y Ehire Adrianza en lo absoluto implican la prescindencia del beisbolista identificado con el uniforme número cuatro. “Aquí va a jugar el que esté rindiendo. No porque aparezca un jugador de mayor jerarquía va a sentar a otro que esté haciendo el trabajo”, subrayó el ejecutivo.

 

Brayan Rocchio cuenta con la capacidad para producir batazos a ambos lados del plato

Rocchio, lejos de arredrarse al verse rodeado de grandeligas que son sus competidores directos por la titularidad, asegura que el reto lo estimula. “La competencia es buena. Significa que uno tiene que ganarse su puesto. Eso me gusta, lo obliga a uno a exigirse para ser mejor”, sostiene el veinteañero con el talante de un adulto contemporáneo y la seguridad propia de los adelantados. 

Cuando se tienen los atributos de Brayan Rocchio, la competencia no es tu enemiga, es tu musa.  Al ver sus facultades, Hernán Albornoz, scout que lo firmó para Cleveland, le vaticinó un traje de Grandes Ligas cuando Rocchio era una migajita de cincuenta kilos.

“Lo vimos por primera vez jugando con el equipo San Luis de El Cafetal (este de Caracas). Nos llamaron la atención sus instintos, agilidad y flexibilidad”, atestigua el cazatalentos. “Después se fue a la isla de Margarita con el agente Roberto Vahlis, quien al poco tiempo mudó sus operaciones a República Dominicana. La organización ya tenía reportes de lo mucho que me gustaba el joven”.

Cleveland siguió dándole seguimiento. “Empezaron a realizarle los workouts para acumular historia y estadísticas, las cuales siempre dieron promedio o por encima del promedio”, relata Albornoz. “Cuando lo volví a ver en Dominicana se había estirado un poco, pero seguía siendo el mismo joven atleta con una excelente energía y liderazgo dentro del terreno, gran habilidad para hacer contacto con la bola y excelente ubicación en el infield. Con miedo por el físico, uno era conservador con el poder a futuro, pero al final le asigné proyección para dar entre 20 y 30 jonrones y también para robarse entre 20 o 30 bases, con average entre .280 y 300. Un pelotero completo”.

 

Rocchio es apodado “El Profesor” en las granjas de Cleveland, por su alto coeficiente beisbolístico

 

Una amenaza con ambas manos

Esas dotes detectadas por Albornoz, amplificadas, acompañan a Rocchio hasta nuestros días. Este año, entre Doble A y Triple A, descargó 27 dobles y 18 jonrones. Genuino ambidiestro, mostró un desempeño parejo bateando a la zurda y la derecha. “Tiene fuerza a las dos manos, especialmente a la zurda, a pesar de su contextura. También puede lograr averages altos”, destaca Rouglas Odor, quien fue su mánager en Doble A el año pasado.

Rocchio nació derecho. “Pero me siento mejor bateador a la zurda, porque ese es el lado donde me paro con más frecuencia. A la derecha todo es más natural. A lo zurdo es más trabajado”, se autorretrata. A la izquierda y a la derecha, Brayan le pega a la bola en el centro; y sabe cuándo y hacia dónde pegarle.

“He visto a Rocchio desde que estaba en Clase A corta porque fui su mánager en el Juego de Estrellas. Siempre me gustó su disciplina en el home. Cuando tienes disciplina en el plato hay mayores posibilidades de éxito”, lo escanea Edgardo Alfonzo, coach de banco de los Tiburones y bien labrado bateador en sus días de activo. “Con los años él ha aprendido más, ha adquirido un control sobre el bate que es especial. Me recuerda a Andrés Giménez (bigleaguer y All Star venezolano de los Guardianes). Tiene ese mismo estilo. Espero podamos verlo en Grandes Ligas el año entrante”.

El cuerpo técnico de los Tiburones de La Guaira le ha recomendado a Rocchio que no se deje envanecer por sus 18 vuelacercas en las menores. “Tiene potencia, pero lo que le decimos es: piensa en líneas, en dobles. Piensa en líneas y vendrán jonrones. Piensa en jonrones y vendrán slumps”, interviene Kenny Díaz, coach de control de calidad de los guaireños.  

 

Rocchio aprovecha al máximo su pasantía con Tiburones y nunca está de más un consejo de Rainer Olmedo

Néstor Smith, instructor de toleteros de los escualos, estuvo analizando los números de Rocchio en Triple A y lo está evaluando en persona. Su dictamen se asemeja bastante al reporte que redactó Hernán Albornoz para sus superiores en Cleveland, seis años atrás. “Mi opinión es que puede meter la bola hacia los dos callejones”, dictamina Smith. “A lo mejor no tiene una fuerza enorme como la de José Altuve, pero sí va a dar sus jonrones. Lo importante es su clara visión de la zona de strike. Pone mucho la bola en juego y con eso va a ser muy productivo. Es un pelotero de líneas. Y cuando conoces la zona de strike, eres un out difícil”. 

Los técnicos de La Guaira están reforzándole a Rocchio conocimientos que él ya trae. “Yo nunca trato de buscar jonrones, surgen naturalmente”, señala. “Mi plan es buscar buenos contactos y de esos buenos contactos salen los jonrones, salen los dobles. Vengo a ser mejor bateador, a hacer mis ajustes rápido, a ser más consistente, a tener mejores turnos, a seleccionar mejores pitcheos, dominar la zona de strike y las situaciones de juego, detalles que me ayudarán a ganar un campeonato, aquí, y una Serie Mundial, allá”.

El promedio de .185 en sus primeros 27 turnos de la 2022-2023, lucen meramente anecdóticos, la calma que precede a la tormenta. Mientras salen los batazos, ayuda atrapándolos.

 

Pies rápidos y reacciones veloces 

Rocchio es un campocorto natural. “Puede jugar en segunda y tercera, pero es un campocorto de todos los días porque tiene fortaleza en el brazo, pies rápidos, acciones y reacciones rápidas”, observa Rouglas Odor. Con el grandeliga Maikel García ya enlistado, La Guaira optó por nombrar a Rocchio vigía de la segunda base. Ha respondido esculpiendo jugadas esculturales como la descrita al comienzo de esta nota.

“Yo juego donde me quieran poner. Estaré ahí, disponible para ayudar”, proclama el prospecto. “Cleveland me dijo que jugara short y segunda. El shortstop me gusta desde que estaba chiquito, pero moverme a segunda no es algo tan difícil. Ahí las jugadas son más cortas, requieren, tal vez, menos espectacularidad, mientras que en el campocorto debes hacer un esfuerzo extra”.

Rocchio admite que todavía le falta para ser un producto acabado. “Quisiera pulir mis jugadas de rutina, ejecutar bien 99 de cada cien. Uno no es perfecto, pero hay que tratar de serlo tanto como uno pueda”.

Ni Rocchio ni César Collins han escuchado a Cleveland mencionar una fecha de vencimiento en esta contienda. “Cleveland no me ha puesto restricciones, ojalá pueda quedarme la temporada completa”, acota Rocchio. “Si es por mí, permaneceré hasta el final. Estoy emocionado por la unión que hay en este grupo, característica de los grandes planteles”.  

¿Bigleaguer en 2023? Brayan Rocchio prefiere esperar el curso de los acontecimientos. “De eso se encargará Cleveland. Uno debe confiar en el proceso”. Rouglas Odor ni lo duda. “Solo necesita desarrollar consistencia en todas las áreas y muy pronto demostrará, en Grandes Ligas, de lo que es capaz”.

 

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