Valencia.- Sandy León identificó su mayor virtud en el beisbol apenas firmó al profesional. Muy pocos han podido desarrollar esa visión para su vida en los terrenos con apenas 18 años de edad. Quizá sólo aquellos que hayan logrado disputar partes de 13 temporadas en las Grandes Ligas, como el receptor zuliano.
El marabino, de 36 años de edad, es uno de los principales responsables de que el pitcheo de los Navegantes del Magallanes sea el mejor de la LVBP al momento de iniciar la cuarta semana de la ronda eliminatoria. Efectividad colectiva de 3.26 exhiben los brazos bucaneros, mientras la media del circuito anda en 4.72.
Pero, incluso, cuando Sandy León ha estado detrás del plato, su influencia ha sido aún más marcada, no sólo en el Buque, sino en la liga. Todo ello, a pesar de que los resultados no hayan acompañado al navío, en el último lugar de la tabla de clasificación (5-9), producto, en buena medida, de las dificultades para batear.
Receptores con mejor efectividad en la LVBP esta temporada (con un mínimo de 50.0 innings detrás del plato):
- – 2.92 Sandy León (52.1 entradas, Magallanes)
- – 3.91 Yojhan Quevedo (53.0 entradas, Cardenales)
- – 3.95 José Sibrian (73.0 entradas, Tigres)
- – 4.06 Alí Sánchez (51.0 entradas, Cardenales)
- – 4.50 Sebastián Rivero (62.0 entradas, Tiburones)
- – 5.19 Tomás Telis (52.0 entradas, Tiburones)
- – 5.22 Francisco Arcia (81.0 entradas, Bravos)
- – 5.33 Jesús Sucre (81.0 entradas, Caribes)
- – 5.99 Jhonny Pereda (88.2 entradas, Leones)
*: Estadísticas antes de la jornada del martes 4 de noviembre.
“Un receptor puede ganar juegos, no necesariamente bateando, pero sí llamando el juego”, aseguró Sandy León a LVBP.com. “Para eso, hay que madurar muy rápido en la carrera. No puedo ser emocional. No puedo llevarme mis turnos al bate detrás del home. Los lanzadores que estén en mi equipo, no tienen la culpa de lo que yo haga o deje de hacer a la ofensiva”.

HOMBRE DE CONFIANZA
Aunque el zuliano apenas ha conectado un hit en sus primeros 16 turnos con el Magallanes, en el equipo reconocen que su valor en el juego trasciende lo ofensivo.
“Lo que hace Sandy León detrás del home es impecable. Son cosas que vemos los que estamos en el terreno”, apuntó el mánager Eduardo Pérez. “Yo aprecio mucho su trabajo. Se reúne con los pitchers y los demás receptores todos los días para hablar sobre cómo le vamos a lanzar al otro equipo. La gente ve los turnos, pero nosotros vemos más allá”.
Mientras León ha estado recibiendo, los lanzadores filibusteros exhiben WHIP de 1.18, también el mejor de un circuito que tiene como media 1.47 de WHIP entre los ocho clubes.
“Se me hace muy natural leer los swings de los bateadores, reconocer lo que el rival quiere hacer en ese momento”, glosó el cátcher, que llegó al Magallanes en el receso de zafra, proveniente de las Águilas. “Siempre habrá analítica y mucha información, que te permita tener una idea de la debilidad del bateador, pero hay veces que el lanzador no tiene su mejor pitcheo”.
Ese instinto le ha llevado a actuar con siete organizaciones en la MLB, con un título de Serie Mundial incluido en 2018, con los Medias Rojas de Boston.
“A veces me sorprendo, porque como están las cosas en las Grandes Ligas, que aún reciba la oportunidad de estar allá, te demuestra que es algo que se toma en cuenta en esos niveles”, admitió Sandy León. “Claro, yo sé que todo el mundo quiere batear, y yo no soy la excepción, también trabajo para eso. Pero a veces la fanaticada no entiende qué tan importante es lo que hacemos”.

FÓRMULA GANADORA
Sandy León fue el cátcher regular de Eduardo Pérez cuando ambos quedaron campeones de la LVBP con los Tigres de Aragua, en la 2015-2016. Hasta ahora, es la única ocasión que León, como pelotero, y Pérez, como piloto, se han titulado en Venezuela.
“Siempre que hablo con muchachos jóvenes, que preguntan qué pueden hacer para aprender a llamar mejor el juego les digo que vengan a Venezuela”, afirmó el careta, que disputó un puñado de encuentros este año con los Bravos de Atlanta. “Mi carrera cambió jugando en invierno. Mi carrera cambió viendo quechar a Henry Blanco. Viendo quechar a Carlos Maldonado. Viendo quechar Guillermo Quiroz. Yo no veía a los pitchers. Los veía a ellos”.

Esa sapiencia para calmar las aguas y escoger el envío adecuado en la localización más idónea, es una de esas herramientas que no cualquier cátcher desarrolla ni al comienzo ni al final de su carrera.
“Lo más importante es como llama el juego y guía a los pitchers”, explicó su estratega y pupilo, Eduardo Pérez. “El sábado (contra los Leones) tuve un problema grande, porque (Junior) Guerra lo quería a él como receptor. Los pitchers piden a sus cátchers. Y no lo estoy diciendo yo porque Greg Maddux me pedía a mí cuando jugaba”.
Antes de ese encuentro sabatino contra el Caracas, Sandy León se reunió con Eliézer Alfonzo Jr. -quien recibió el duelo- y Guerra, como un coach más, para repasar el plan de trabajo.
¿Cuál fue el resultado? Una apertura de 6.1 innings de Guerra con sólo una carrera permitida, que fue sucia.
“El don que Dios me dio, no fue poder estar ahí sentado (detrás del home) los nueve innings, sino poder reconocer rápido a los bateadores contrarios y también como vienen los pitchers. ¿Cuál es su mejor pitcheo para ese juego? ¿Con qué otros dos envíos se puede mezclar? Creo se me hace natural”, abundó el sereno Sandy León. “Cuando el momento es de mucha presión, yo suelo estar tranquilo. No siento esa tensión que puede haber en un parque, con gritos y demás. Cuando hablo con los lanzadores, trato de transmitir esa calma. No es que no pase nada, pero es un lanzamiento más, un out más, un juego más”.

EL DATO
Sandy León está a sólo 8.1 innings de convertirse en el decimocuarto receptor venezolano con al menos 4.000 entradas cubiertas detrás del plato en las Grandes Ligas. El listado, que encabeza Ramón Hernández (11,867.2), lo integran también Salvador Pérez, Miguel Montero, Wilson Ramos, Baudilio Díaz, Dioner Navarro, Víctor Martínez, Henry Blanco, Yorvit Torrealba, Willson Contreras,Francisco Cervelli, Robinson Chirinos y Omar Narváez, de acuerdo con Baseball-Reference.








