Luis Tiant dejó una gruesa estela de constancia y calidad en la LVBP

Luis Tiant | Fotos: Grupo Últimas Noticias
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Caracas.- Aún no se reponía el mundo del beisbol, después de la muerte de Pete Rose, cuando ocho días más tarde se producía el adiós de Luis Tiant, lanzador cubano que en su mejor momento supo estremecer las Grandes Ligas. Algo que también logró en el ámbito de nuestra Liga de Beisbol Profesional.

Nacido el 23 de noviembre de 1940 en Reparto de Almendares, Marianao, Cuba, se caracterizó por ser un hombre dicharachero y de trato amable, poseedor de muy buenos modales en su brazo derecho, cada vez que escalaba la lomita.

En 1964 llegaría a los entonces Indios de Cleveland para iniciar una exitosa carrera que abarcó 19 años por los diferentes escenarios de Grandes Ligas. Aparte del uniforme indígena su andar le llevó a Mellizos de Minnesota, Medias Rojas de Boston, Yanquis de Nueva York y los Angelinos, quienes en 1982 -año de su retiro- representaban a California.

Fue fundamentalmente un lanzador de la Liga Americana, excepción hecha de 1981 cuando militó en Piratas de Pittsburgh.

Al colgar el guante y demás implementos de beisbol, Tiant dejaba tres de sí una estela de 229 victorias y 172 derrotas, con una buena efectividad de 3.30, si tenemos en cuenta la cantidad de años en los cuales se desempeñó al más alto nivel.

El genio de Padrón Panza

Luis Tiant llegó a Venezuela como tantos otros cubanos, que en el decenio de los 60 utilizaron el vehículo de beisbol para abandonar Cuba. Jugadores acostumbrados a lanzar en los torneos invernales de la isla y que de repente, se encontraban sin tener clubes donde trabajar durante el invierno boreal.

Entonces las ligas del Caribe sirvieron para establecer una simbiosis perfecta con estos peloteros, donde ambas partes se beneficiaban plenamente.

Recordamos que, en 1970, embutido en el uniforme de Mellizos de Minnesota, Tiant estaba convertido en el lanzador de mejor arranque aquel año en la Liga Americana, con récord de 6-0. De repente una lesión llegó a su hombro, su rendimiento mermó y terminó con marca de 7-3 y efectividad de 3.40.

Los problemas venían desde el año anterior, su último en la Tribu, cuando concluyó con desesperante balance de 9-20 y 3.71 de promedio de carreras limpias. Aquella actuación hizo que tomara rumbo hacia el equipo de las ciudades gemelas.

Por aquellos días, su rendimiento tampoco satisfizo al siempre exigente paladar beisbolero de Leones del Caracas, quienes resolvieron dejarlo de lado para la campaña 1971-1972. Decisión que lamentarían los melenudos poco después. 

Desechado por Minnesota, Tiant recaló en los Medias Rojas de Boston. Por aquellos días, un equipo que pretendía desbancar a los todopoderosos Orioles de Baltimore de la época, con un pitcheo que exhibía a Jim Lomborg, Sonny Siebert, Ray Culp y Marty Pattin, como base de su rotación.

Siebert arrancó con un excitante balance de 9-0 y luego se desinfló. Marty Pattin balanceaba el panorama con un desalentador 1-7. Así no se podía darle pelea a unos Orioles, cuyo pitcheo se concentraba en Jim Palmer, Dave McNally, Miguel “Mike” Cuellar y Pat Dobson, a la sazón ganadores de 20 juegos.

Tiant no ayudaría mucho en la empinada empresa, al registrar 1-7 con 4.85 de efectividad. Deambuló entre la rotación y el bullpen: 10 aperturas y 11 relevos.

Ante aquellos números que en el papel no decían mucho, la siempre adelantada pupila de Pedro Padrón Panza -flor de gerente general- veía un filón para sus Tiburones de La Guaira. Ofreció a Tiant regresar a Venezuela, luego de apenas trabajar en 72.1 innings en aquella campaña con los patirrojos. Ayudó también el deseo de Tiant de pasarle factura a los Leones, quienes no quisieron tenerlo en sus filas para la contienda 1971-1972.

Tiant: Hazaña con sabor a venganza

Llegaría así la mañana-tarde del domingo 14 de noviembre de 1971. El gran día de Luis Tiant en la LVBP. Ese día, programado para realizarse en el Parque Universitario, estaba un duelo entre los llamados Rivales Modernos de nuestra pelota La Guaira y Caracas.

Tiant era el lanzador en turno para afrontar el compromiso, que en la trinchera caraquista tendría a Barry Lersch, un enjundioso monticulista.

Antes de aquel desafío por la mente del cubano desfilarán varios momentos. En primer lugar, la primera vez que pisó suelo venezolano, como mozalbete de apenas 20 años, que en la hoy desaparecida Liga Occidental vistió el uniforme del Cardenales de Lara.

También en aquel carrusel de recuerdos, florecerían las imágenes de su estreno en la LVBP, que por aquellos días a nivel coloquial era denominada “Liga Central”. El 15 de diciembre de 1963, como integrante de Industriales de Valencia, dejó en tres hits y le colgó nueve ceros al Caracas en el Estadio José Bernardo Pérez de la capital carabobeña. Industriales se impuso 2-0.

También recordaría que desde la temporada 1966-1967 se entregaría en cuerpo y alma a los Leones durante cinco temporadas. En la campaña siguiente -1967-1968 -sería el campeón en efectividad con 1.85.

Finalmente, vendría el pensamiento más agrio, generado por su experiencia en Venezuela. Cuando la gerencia caraquista, antes de comenzar el torneo, declaraba que Tiant quedaba excluido de la importación, por considerarse que “estaba acabado como pelotero”.

Cuando iba camino al montículo tenía un recuerdo agradable: cuando le juró a Padrón Panza que la lesión que por dos años había molestado su hombro derecho, ya había desaparecido.

Y luego de 102 lanzamientos y 1 hora 58 minutos de juego, la más grande venganza que recuerde el beisbol venezolano, quedaba consumada. El “acabado” Tiant dejaba sin hits ni carreras al Caracas y La Guaira ganaba 3-0. Con razón, las lágrimas no dejaban de manar de los ojos de Tiant, al regresar al dugout. Lágrimas con tinte de pundonor y grandeza.

Para completar este capítulo en la vida de Tiant, de aquel torneo 1971-1972 salió de nuevo hacia Fenway Park de Boston. Allí culminaría con marca de 15-6 la temporada de 1972, con el gran agregado de ser campeón en efectividad de la Liga Americana con 1.91. Algo que jamás olvidarían aquellos que tuvieron el atrevimiento de rotularlo como “pelotero acabado”.

Vale agregar que fue su segundo liderato en promedio de carreras limpias. En 1968, con récord de 21-9, concluiría con 1.60, cobijado por el uniforme de Cleveland.

En Cifras

Luis Tiant dejó marca de 37-24 en temporadas regulares en Venezuela, con una vistosa efectividad de 2.27, en un total de 82 juegos, con 71 de ellos iniciados. Cubrió la ruta en 29 oportunidades y salvó un total de tres encuentros. Acumuló 563.1 innings con 142 carreras limpias, 163 boletos y 468 ponches. En otros términos, se caracterizaba por poner a batear a sus contrarios y que la defensiva se divirtiera al hacer su trabajo. Su WHIP fue muy bueno: 1.12, de acuerdo a su cantidad de entradas laboradas.

Quedó campeón con Caracas en las campañas: 1966-1967 y 1967-1968. Es uno de los cinco lanzadores no nacidos en Venezuela, que en la LVBP atesoran 500.0 o más innings lanzados, junto con Diego Seguí (1249.2), Aurelio Monteagudo (1384.1), Oscar Zamora (569.2) y Babe Birrer (566.2). Sus 37 victorias son la cuarta cifra más alta entre este tipo de lanzadores de acuerdo con el portal PelotaBinaria.

Para concluir con el certero lenguaje de las cifras, demos un paseo por las postemporadas de Tiant en la LVP. Arrojó marca de 6-8 con 3.35 de efectividad, en un total de 19 juegos con 14 inicios y seis actuaciones completas. Sumó 118.1 innings con 44 carreras limpias, 43 bases por bolas y 93 ponches. Su WHIP finalizó en 1.39.

Carismática personalidad

Luis Tiant, de carismática personalidad, en los años 70 se dejó crecer su bigote hasta tener forma de herradura, lo cual sería desde entonces su marca distintiva, hasta que a los 93 años dejaría de existir en su casa de Maine, el martes 8 de octubre.

Quedará en el recuerdo una técnica hipnotizante sobre la loma de lanzar, marca indeleble de una época que supo llenar. También se evocará su participación en tres Juegos de Estrellas y el ya aludido 1968, donde cosechó 19 juegos completos y nueve blanqueadas, cuatro de ellas consecutivas.

Su efectividad de 1.60, la mejor en la Liga Americana en medio siglo, combinada con la marca de 1.12 de Bob Gibson en la Liga Nacional, hizo que el Beisbol Organizado tomara la decisión de reducir la altura del bajar el montículo, con el pretexto de “darle más oportunidades a los bateadores”.

A su paso por las Mayores también registró 2,416 ponches, 187 juegos completos y 47 blanqueos.

Casualidades

La muerte de Luis Tiant se presenta a la semana siguiente de la de Pete Rose, líder de hits de todos los tiempos en las Mayores. Casualmente, Rose, con sus Rojos de Cincinnati y Tiant, con sus Medias Rojas de Boston, se enfrentaron en la Serie Mundial de 1975, todavía considerada una de las mejores en la historia.

Tiant ganó el Juego 1 al blanquear a los Rojos, para luego ejecutar 155 lanzamientos en una victoria completa en el Juego 4 y estuvo de regreso en el montículo durante ocho entradas del Juego 6, que Boston ganó con el histórico jonrón de Carlton Fisk, en la parte baja del inning 12.

Luego de aquellas estupendas actuaciones, Tiant pudo lograr que sus padres salieran de Cuba. Su papá había sido un buen lanzador en las Ligas Negras y ambos progenitores estuvieron felices de reencontrarse con su hijo… Pero poco duró la dicha. Los padres del lanzador fallecieron algún tiempo después y en fechas consecutivas.

Después de su retiro, Tiant fue exaltado al Salón de la Fama de los Medias Rojas, pero nunca llegó al Sagrado Templo de Cooperstown.Recibió un máximo del 30,9% de los votos en 1988, su primer año en la boleta respectiva.

Con Tiant se apaga la llama de uno de los más grandes peloteros nacidos en el Caribe, que nutrió a la historia con actuaciones y actitudes, llenas de coraje, constancia y extremada calidad. De todas-todas, un Varón del Beisbol.

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