Valencia.- El bateador emergente es un animal diferente. No cualquiera se adapta a una función que no otorga mayor certeza al jugador si saltará al terreno esa noche, o se quedará en la banca con sus pensamientos. Hay peloteros que, sencillamente, no tienen entre sus herramientas la de emerger. Pero Luis Sardiñas sí que la posee.
El ambidiestro, que transita su primera temporada con los Navegantes del Magallanes, ha asumido la responsabilidad de ser el bateador emergente por antonomasia de su equipo, compilando en esa condición promedio de .333 (de 12-4) esta campaña y de .381 (de 21-8) con tres dobles, cuatro boletos y cinco carreras empujadas de por vida en el circuito, hasta antes de la jornada del domingo.
“Estadísticamente, como bateador emergente, es muy difícil el trabajo. Incluso, puedo afirmar, que ser emergente es mucho más complicado que jugar todos los días”, dijo Luis Sardiñas a LVBP.com. “Pero una vez que te asignan el rol, sólo buscas tener un buen turno, no tanto en lo individual, sino para el equipo. Vas al plato buscando generar una oportunidad para que suceda algo”.
Ese grado de complejidad en emerger desde las profundidades del dugout que señala el bolivarense tiene asidero.
Entre los jugadores activos del circuito con al menos 1.418 turnos consumidos en ronda eliminatoria (los que acumula Luis Sardiñas), sólo seis tienen average vitalicio igual o superior a .300: Alí Castillo (.332), José “Cafecito” Martínez (.322), Balbino Fuenmayor (.311), Ildemaro Vargas (.310), Alexi Amarista (.304) y José Pirela (.303).
Esos seis integrantes del selecto grupo de toleteros, sin embargo, batean para magro average de .143 (de 14-2) cuando han sido llamados como emergente, desde la zafra 2015-2016.
ROL CLARO
Luis Sardiñas ejerció el rol de bateador emergente desde el inicio de la actual contienda con el mánager Eduardo Pérez. Afirma el jugador que lo hizo de manera intrínseca porque el piloto zuliano, directamente, no le asignó la función.
Una vez anunciado Yadier Molina como nuevo estratega, su papel estuvo definido de inmediato.
“Conozco a Luis y he sido seguidor de su ofensiva desde hace muchos años”, afirmó el timonel boricua. “Es un bateador muy profesional. Tenemos un lineup muy bueno y las oportunidades de juego para él son mínimas, así que ese fue mi mensaje. Le dije que se mantuviera listo para darme un turno por noche, sea en el octavo o en el noveno, si es contra un pitcher derecho, él es el hombre”.
Esa claridad en el establecimiento de roles le permitió al guayanés concentrarse en la rutina que debe seguir antes, pero especialmente, durante los juegos.
“Me mantengo muy enfocado en ver los videos de los relevistas. Ver sus pitcheos y leer el juego desde el principio. El juego siempre te habla y uno mismo debe analizarlo. Pero claro, siempre estoy hablando con (Kleininger) Terán (asistente al coach de bateo), quien llegó recientemente al equipo y me ha ayudado mucho con esos vídeos”, explicó Luis Sardiñas. “Vamos viendo la secuencia de los pitcheos, cómo llama el cátcher y todos esos detalles que puedan dar una idea de la clase de turno que pueda tocar. A partir del quinto inning, ya comienzas a procesar toda la información”.
En la actual zafra, el utility exhibe línea ofensiva de .333/.429/.611 en 18 veces al bate repartidos en 19 encuentros del séptimo inning en adelante. Un rendimiento absolutamente opuesto al que muestra en los primeros seis episodios, con magros promedios de .077/.294/.077 en 13 turnos divididos en seis duelos.

LUIS SARDIÑAS EN LA HISTORIA
El jueves, en el quinto Caracas-Magallanes del certamen, el infielder se convirtió en apenas el tercer jugador de la historia de los Navegantes que conectó un jonrón para dejar en el terreno a su Eterno Rival, uniéndose a Jesús “Chucho” Ramos y Clarence “Cito” Gaston, de acuerdo con el periodista e historiador Tony Flores.
“Una vez, ‘El Matatán’ (Eliézer Alfonzo) me dijo que dar un jonrón en un Caracas-Magallanes es totalmente distinto a darlo en cualquier otro juego. Y puedo confirmarlo. Se siente muy diferente, porque además fue para ganar”, comentó Luis Sardiñas. “Fue muy especial”.
Ese vuelacerca no sumó a sus totales como emergente, porque dos innings antes había entrado en ese rol por Renato Núñez, fallando con un rodado para dobleplay cuando las bases estaban llenas.
“Hay que hacer que esa decisión que tome el mánager cuando te ordene ir a batear, valga la pena”, analizó Luis Sardiñas. “Claro, también pueden salir los batazos de frente o los rollings de dobleplay, pero hay que buscar que sean contactos fuertes. Ese es el enfoque y el compromiso, porque es un solo un turno o con suerte dos, como esa noche”.
Para Sardiñas, quien en su hoja de vida tiene cinco temporadas en las Grandes Ligas y un par de anillos de campeón en la LVBP, con un Jugador Más Valioso de la Gran Final incluido (en la 2020-2021), ese vuelacerca de tres carreras contra el Caracas, ante Carlos Hernández, ingresa al podio de sus hightlighs en el beisbol.
“Lo pondría en el segundo lugar de esos momentos destacados e inolvidables de mi carrera, porque el primero sería mi primer jonrón en Grandes Ligas”, recordó sobre ese bambinazo con los Rangers de Texas el 5 de abril de 2016, contra Andrew Faulkner, de los Marineros de Seattle. “Pero ninguno de los jonrones que he dado en mi vida había sido tan mediático como este con el Magallanes”.
CON LIMITACIONES AL CAMPO
Sardiñas sólo ha actuado en siete compromisos a la defensiva este certamen con el Buque: cuatro en la primera base y tres en el segundo cojín. En buena medida, esa poca acción se ha debido a algunos problemas físicos.
“Al comienzo de la temporada tuve molestias en el hombro derecho. No es una lesión como tal, sino más bien una inflamación, consecuencia de una operación del lábrum que tuve hace 10 años. Me he sentido mucho mejor con el paso de los días y en caso de una emergencia, también puedo cubrir el shortstop o la tercera base. Pero este equipo tiene mucha profundidad y me siento a gusto con la función que tengo actualmente”, aseguró. “Los roles se asumen con compromiso, porque la mayor prioridad es el equipo. Quiero ganar. Quiero tener mi tercer anillo. Eso es lo que me mantiene vivo”.
Esa entrega, un futuro inmortal de Cooperstown la valora.
“No me ha hecho quedar mal, ha tenido muy buenos turnos”, glosó el puertorriqueño Molina. “Aceptó su rol, que es muy importante en una persona veterana. Está muy comprometido, y yo estoy agradecido con ese compromiso”.
El cañonazo de la victoria 💥⚾
— #UnaVidaUnaLiga ⚾️🇻🇪 (@LVBP_Oficial) November 14, 2025
Sardiñas se puso la capa de héroe con un batazo enorme ante Hernández para que Magallanes deje en el terreno a Leones por 12-9 🥳
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EL DATO
Hasta antes de la jornada dominical, el Magallanes es el equipo de la LVBP que más veces ha utilizado bateadores emergentes esta temporada: 23 turnos (con ocho hits) en 19 juegos, para average de .348. Le siguen Caribes de Anzoátegui y los Tigres de Aragua, con 14 veces la bate cada uno, repartidas en 12 y 13 encuentros, respectivamente. La Tribu batea para .286 y los bengalíes para .214 en esa condición.



