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José Luis López | Prensa LVBP
Caracas.- Muy pocos -por no decir ninguno- podrían imaginarse que aquel equipo que jugó para 1-7 en Caracas 1970, con el tiempo se convertiría en el terror de las Series del Caribe. Al punto de ganar 11 coronas regionales, la mitad de las 22 que colecciona el beisbol dominicano, que entró a concursar al iniciarse la segunda etapa del clásico.
Y, como señalamos, su estreno no fue nada auspicioso. Llegó a Caracas aquel febrero de 1970, dirigido por Manuel “Manny” Mota -en rol de mánager/jugador- y con un solo importado: el lanzador estadounidense Reggie Cleveland, quien pocas temporadas después brillaría en la LVBP con el uniforme de las Águilas del Zulia.
Al año siguiente, en San Juan 1971, Licey empezaría a mostrar un rostro diferente al exhibido en la justa anterior. Invicto, con marca de 6-0, se cansó de jugar buen beisbol en el Estadio Hiram Bithorn de la capital boricua. Justo en ese escenario, comenzaba a escribir la historia del nuevo equipo hegemón del Caribe, luego que los clubes cubanos ganaran siete de 12 eventos, celebrados entre 1949 y 1960.
El maestro Billo Frómeta escribiría en 1961 un danzón titulado “El son se fue de Cuba”. En verdad, el tema debió llamarse “el beisbol profesional se fue de Cuba”, porque eso hizo que desde 1960 hasta 1970, la Serie del Caribe entrara en receso. Afortunadamente, los tiempos cambian y Cuba pudo volver al concierto de cada febrero, en algunas ocasiones. Pero sin menoscabar el dominio quisqueyano.
De las 11 coronas logradas por Licey en la llamada Pequeña Serie Mundial Latinoamericana, cuatro han sido conquistadas en estadios venezolanos, tres de ellas en Caracas y dos de ellas con los Leones capitalinos como testigos.
Los Tigres de Quisqueya ganaron los cetros de 1973 y 1977 en el Parque Universitario. Vale apuntar que en ese 1977, Licey obtuvo una victoria de 3-0 en el Estadio José Bernardo Pérez sobre Navegantes del Magallanes, que le había vencido cuatro veces en Caracas 1970. Siete años después, la historia fue muy diferente.
Pasaron 17 años y Licey llegó a Puerto La Cruz con su ímpetu de siempre. Salió campeón con sobrado dominio sobre sus rivales de turno.
Ahora, 29 años después, volvió a tocar la misma sinfonía entre el Estadio Monumental Simón Bolívar y el Estadio Jorge Luis García Carneiro.
La suerte le fue esquiva en sus tres primeros juegos en el Monumental de La Rinconada, parque al cual tuvo el honor de inaugurar en desafío contra los mexicanos Cañeros de Los Mochis.
Pero en el Fórum de Macuto fue todo lo contrario: el Tigre quisqueyano ganó los cinco encuentros que jugó en ese terreno.
La suerte adversa en el Monumental terminó de la mano de César Valdez, quien, en dos salidas en el novedoso recinto, no le permitió carreras a los Leones del Caracas, que se titularon a expensas del multicampeón en la justa celebraba entre Maracay y Valencia en 2006, con el famoso elevado conectado por Henry Blanco que golpeó en la cabeza del campocorto Erick Aybar. Pasaron 17 años para que Licey vengara aquella afrenta. Ya en 1973, en el Parque Universitario, los Leones también atestiguaron la segunda corona de este ciclón dominicano.
Ocho veces ha venido Licey a Venezuela a disputar una Serie del Caribe. Falló en las ediciones de Caracas 1970 y 1983, Maracay-Valencia 2006 y Margarita 2014. En total, el equipo azul batea para .500 puntos en sus viajes al país.
Y parece que el azul trae suerte a algunos equipos en el Caribe. Alacranes del Almendares (Cuba) y Cangrejeros de Santurce (Puerto Rico), también alzaron coronas caribeñas, con sus uniformes inspirados en el de los Dodgers de Los Ángeles.
Si nos fijamos bien, no debería extrañar esta cábala del azul… ¡Es el color del Mar Caribe!
Un venezolano también alzó el trofeo
Dentro del cuerpo técnico de Tigres del Licey, unas manos venezolanas se sumaron para alzar el trofeo de campeón. Se trata de las de José Umbría, asistente al coach de bateo del equipo.
Umbría, de 45 años de edad, desarrolló carrera como receptor entre 1997 y 2006 en la LVBP, primero con Cardenales de Lara y posteriormente con Leones del Caracas.
Es nativo de Barquisimeto y a su retiro como activista, siguió carrera como técnico en el sistema de Ligas Menores de MLB.