Jesús Solórzano no cree que sea la referencia de poder en Leones

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Créditos Imagen: Jesús Solórzano Foto: AVS PHOTO REPORT

 

Pedro Felipe Hernández | Prensa LVBP

 

Caracas.- Cuando se visualizan las estadísticas de bateo colectivo en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, no se puede dejar a un lado los 16 jonrones que suman Caribes de Anzoátegui, pero muy de cerca los persiguen Leones del Caracas con nueve, de los cuales Jesús Solórzano es el principal referente, aunque el mismo jugador no cree en tener dicho rol.

El jardinero anzoatiguense debutó en la LVBP en la temporada 2011-2012 con los Tiburones de La Guaira, pero sólo actuó en dos juegos y consumió un turno al bate con esa novena. No fue hasta la siguiente campaña cuando pasó a las filas de Cardenales de Lara y obtuvo más oportunidades de presenciar encuentros.

Con los crepusculares defendió el uniforme por cuatro zafras, para luego ser cambiado a la Tribu en la 2016-2017 y apenas disputar un cotejo, sin turnos legales. Durante todos esos años no había soltado un swing que obligara a la pelota aterrizar en las gradas de un estadio, hasta que, en el curso actual, con la manada, apareció ese don ofensivo y vaya de qué manera, porque el equipo capitalino necesita fuerza en la parte media del line up.

“La verdad no me siento como un bateador de fuerza”, dijo el toletero que ha despachado cuatro vuelacercas en el circuito.

Puede que sea una sorpresa para el jugador de 29 años de edad, pero lo cierto es que actuar como cuarto bate de los melenudos, le ha aportado producciones en los momentos más oportunos.

“Me estoy enfocando en hacer buen contacto. Cuando consigo hombres en bases trato de llevarlos hasta el home. Así ayudo al equipo”, manifestó Solórzano, quien suma 13 empujadas. “Lo principal es mantener la confianza y paciencia. Salir sin presión, como lo he estado haciendo todo el año. No he cambiado eso con Leones”.

Durante el verano, Solórzano jugó en la Liga Norte de México con los Marineros de Ensenada, un equipo sucursal de los equipos Diablos Rojos de México y Guerreros de Oaxaca, de la Liga Mexicana de Beisbol. Allí fue donde pudo mejorar su bateo para llegar con fuerza a los entrenamientos y mostrarle al manager Harry Guánchez, que era el hombre indicado para el rol de titular, algo que se la ha hecho esquivo en años pasados.

“Estoy tomando esta oportunidad que me están dando, como un trampolín para volverme a abrir las puertas y voy a tratar de aprovecharla al máximo. En cada turno, en cada jugada que realizo en defensa trato de ponerle el 100%, para que vean que a uno todavía le queda por jugar y demostrar el talento que Dios me dio”, aseguró.

En la cueva necesitan de su ataque y el guardabosque sabe cómo manejar estar en un club de tanta historia en la pelota rentada.

“Me siento bastante contento aquí. Todos saben lo importante que es jugar aquí. Leones es un equipo con tradición y para eso hay que darlo todo”, contó.

Es complicado ver un bateador con más de .300 en average, pero en la actual temporada el caso es distinto, pues existe el grupo de los que sobrepasan ese registro, como el líder Yojhan Quevedo de Cardenales de Lara con .481, Olmo Rosario de las Águilas del Zulia con .450, César Valera de los aborígenes con .449, Yosmany Guerra, también de los rapaces con .421 y Solórzano con .403, que cierra este llamativo logro.

“No hay que bajar la cabeza si fallas en un turno, sólo hay que salir a jugar como si no hay mañana para seguir incrementando las posibilidades de llegar a las bases”, sentenció.

 

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