Javier D’Orazio saca provecho a la oportunidad que recibe en Aragua

Javier D’Orazio | Fotos: Alejandro van Schermbeek
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Valencia.- Javier D’Orazio trata de aprovechar cada instante de su tiempo en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, enfundado en el uniforme de los Tigres. Siempre de buen ánimo y con disposición para aprender, el novato se ha ganado la confianza del cuerpo técnico de Aragua, que no ha dudado en darle responsabilidades, cuando los novatos comienzan a ver los encuentros desde el dugout.

“Debuté el año pasado, pero luego de mi primer partido no pude continuar, por algunas circunstancias. Esta temporada he tenido la posibilidad de jugar un poco más, gracias también a disposición de mi parte y, gracias a Dios, las cosas se han dado de una excelente manera. He sabido aprovechar las oportunidades. Sin dejar pasar que en 2022 fue cuando por primera vez pudo experimentar este tipo de ambiente, al participar en las prácticas del equipo. Ha sido todo progresivo y se ha venido dando de buena manera”, señaló D’Orazio durante la última visita de los felinos al Estadio José Bernardo Pérez.

Durante la ronda regular, el bateador derecho exhibió una sólida línea ofensiva de .295               /.347/.409, con un triple, un jonrón, ocho remolcadas y .756 de OPS, en 44 turnos repartidos en 16 encuentros, a partir del 8 de noviembre, cuando comenzó a ver acción.

Mientras que desde el costado defensivo –lo prioritario en su posición- se erigió en uno de los cuatro cátchers –con un mínimo de 16 desafíos- que guiaron a los brazos de sus conjuntos a una efectividad por debajo del promedio del circuito (5.24), con un PCL de 4.24. D’Orazio se unió nada menos que a Carlos Narváez (Lara, 3.71), Wilson Ramos (Margarita, 4.92) y Sebastián Rivero (La Guaira 4.94), todos con experiencia en las Grandes Ligas.

Ese rendimiento en el terreno le ha permitido establecerse como en el receptor suplente del club maracayero, detrás del experimentado Jesús Sucre, ex ligamayorista y reputado mascota en el circuito, y por encima del veterano Wilfredo Giménez.    

Javier D’Orazio ha demostrado mucha madurez y un alto coeficiente beisbolístico, pese a su inexperiencia

“A mí me encanta ayudar a los chamos y más a los de mi posición. D’Orazio tiene condiciones para jugar en las Grandes Ligas, buen bate, buen brazo, sabe llamar muy bien los juegos, tiene todo el chance de llegar”, destacó Sucre. “Me encanta ayudarlo. Apenas llegó aquí, le dije que estaba para ayudarlo, que, si necesitaba algo de mí, me preguntara. Igual iba a hacer yo con él. Y él viene y me pregunta sobre situaciones del juego, sobre cómo le lanzamos a fulano, eso me enorgullece. Me pregunta qué debe hacer para ser un grandeliga. Yo le contesto que sólo tiene que seguir trabajando porque las herramientas las tiene”.

D´Orazio, quien apenas el 28 de diciembre cumplió 23 años de edad, lo agradece y se empeña en que cada enseñanza le ayude a evolucionar.

“Es un gran gesto. Le doy las gracias a Jesús Sucre por toda esa experiencia que ha compartido conmigo, por su humildad. Es un respeto mutuo. Todos los consejos que me ha dado son invaluables. Hablamos antes de los juegos sobre los lineups que vamos a enfrentar”, puntualizó el joven originario de Maracay. “El día que estoy recibiendo le pregunto sus opiniones, pues tiene muchos años en liga y conoce a todos los jugadores, cómo lanzarles. También sobre las características de nuestros pitchers, a quienes él ha recibido, pues al llegar un poco tarde no tenía ese conocimiento. Ha sido de mucha importancia y ayuda para conocer a quienes iba a recibir. Además, de cosas puntuales de los juegos, se me acerca y me comenta algo. Siempre estamos en comunicación”.

El bisoño Javier D’Orazio ha recibido elogios del cuerpo técnico y sus compañeros

JAVIER D’ORAZIO: EL FUTURO DE LOS TIGRES

D’Orazio o simplemente J.J., por las iniciales de sus dos nombres Javier Jesús, forma parte de un núcleo de peloteros jóvenes sobre los cuales se cimentarán las bases del club a lo sumo en una o dos campañas, junto con Keyber Rodríguez, Elio Campos, José Guédez y Eiker Huizi, entre otros.  

Russell Vásquez, mánager interino de Aragua, ha visto en primera fila los progresos del recluta y no duda en estimar su valor, cuando aborda el tema.

“Es un prospecto de Arizona, llegó un poco tarde porque estaba en la Liga Instruccional, pero ha evolucionado muy bien y codeándose con Sucre, con los veteranos del equipo, ha aprendido muchísimo. Pienso, que J.J. es parte del futuro de esta organización a corto plazo y ojalá que siga su desarrollo en Estados Unidos”, opinó el curtido técnico.

“Lo pusimos la primera vez con (Guillermo) Moscoso, para ver cómo se sentía y como es un veterano que lleva su juego, tuvo buena química con él, lo repetimos y con J.J. detrás del plato, Moscoso lanzó unos 17 innings sin permitir carreras”, abundó Vásquez.  

En realidad, se trató de una cadena de 14.2 entradas en blanco, repartidas en tres aperturas, entre el 8 y el 21 de noviembre, contra Margarita, La Guaira y Caracas. Aragua ganó dos de esos desafíos y Moscoso siempre superó los cuatro tramos de labor.

“Es el futuro de los Tigres, lleva el juego muy bien. Es muy inteligente, vamos bateador por bateador. Siempre está pendiente de la primera ronda de los bateadores. La segunda tratamos de trabajar diferente. Méritos para él, un pelotero bastante joven. Le deseo todo lo mejor. Trabaja tanto o más como cualquier otro, en la búsqueda de las victorias”, afirmó sin dudar Moscoso, un tirador histórico en la franquicia aragüeña.

GENERAR CONFIANZA

Moscoso no tiene por qué ser condescendiente, tampoco Sucre o Vásquez. El novato D’Orazio se ha ganado cada elogio, a pulso, sin aspavientos.

“Tuve la oportunidad de estar detrás del plato cuando lanzaba Moscoso al principio de la temporada y se sentía una química excelente. Yo trataba de demostrarle confianza, buena actitud detrás del plato. En general trato que los lanzadores tengan convicción en sus lanzamientos, que se mantengan enfocados, pitcheo tras pitcheo y que tengan una buena visualización (de la mascota) antes de ejecutar”, precisó, cuando se le preguntó sobre su óptica en cada partido. “Quiero que sientan confianza, que, si tiran un pitcheo al piso, yo voy a poner el pecho por ellos. Para eso tengo que tener conocimientos sobre mis lanzadores”.

Javier D’Orazio ha mostrado una gran actitud detrás del plato y capacidad para llamar el juego

Por eso, D’Orazio trabaja en su defensa, más que con el madero.

“Mi enfoque principal está en la defensa, porque soy un buen bateador. Tenemos un lineup súper ofensivo, con unas piezas especiales en la liga, del primero al último, todo el mundo puede agarrar una racha y fabricar un rally, por eso mi enfoque está dirigido a la defensa, que es crucial en el juego. Allí está la posibilidad de decidir un encuentro. Diría que mi enfoque es el nivel defensivo”.

BUEN BATE

La madurez de D’Orazio es su carta de presentación. Puede analizar el juego en detalle, con mucha precisión.

El domingo 29 de diciembre, dio una muestra de lo buen bateador que puede ser, en el triunfo de los Tigres 7-5 contra Magallanes en Valencia. El bisoño pelotero manejó con pasmosa facilidad una recta a 100 millas por hora de Felipe Rivero, quizás el relevista de mayor jerarquía en la LVBP y lo hizo en el marco del Round Robin, cuando cada partido es crucial.

Conectó hit al centro productor de dos anotaciones, que coronaron un racimo cinco en el octavo, para liquidar el compromiso. D’Orazio había comenzado el encuentro en el banco.

“Salir del banquillo y siempre estar enfocado en las situaciones del juego y un poco entender en la situación en la que estamos”, enfatizó cuando con el periodista Carlos Valmore Rodríguez, de IVC Network, indagó sobre su aproximación al turno. “Apenas entró Rivero, mucho respeto para él, un tremendo pitcher, con un arsenal increíble, élite, ya tenía visualizada la mecánica para enfrentarlo. Con un swing muy corto, pues cuando un lanzador tira a esa velocidad hay que acortar el movimiento (del bate) y gracias a Dios, conseguí el pitcheo y lo ejecuté y todo salió bien”.

“(Rivero) tenía algunos problemas para entrar en la zona de strike y su pitcheo principal será siempre la recta, y quizás al salir del banco, tal vez pensaron que estaba un poco frío, pero estaba enfocado para lo que venía. Son momentos que pasan en cámara lenta, únicos y los trato de vivir al 100%”, precisó.

Javier D’Orazio conectó su primer cuadrangular de la postemporada contra Cardenales de Lara

MENTALIDAD GANADORA

D’Orazio cuenta con cinco años de experiencia en el sistema de Ligas Menores, con las organizaciones de Toronto y Arizona. A ese nivel, no se solapan los triunfos, pero al final del día, la función primordial de las filiales en MLB es desarrollar al pelotero, prepararlo en el sinuoso camino que lleva a las Mayores. Los circuitos invernales son otra cosa, generalmente los estadios reúnen una mayor cantidad de aficionados, que priorizan las victorias como único resultado. Eres héroe o villano, sin medias tintas. Mientras que las gerencias de los clubes, entienden que llegar en segundo lugar, es un fracaso.

“Ese es mi mayor aprendizaje: la mentalidad ganadora. Cada movimiento que se hace apunta al triunfo. Tienes que estar disponible en cualquier momento para el equipo, ya sea en la banca, en el terreno, en cualquier tipo de estrategia. Todo se hace en la dirección de conseguir el triunfo, que es lo más importante en esta liga”.

Javier D’Orazio tiene una gran ética de trabajo, que es reconocida en los Tigres de Aragua

EN COMUNICACIÓN CON ARIZONA

Javier D’Orazio espere seguir con los Tigres, pero no sabe hasta cuándo. Los Entrenamientos de Primavera están a la vuelta de la esquina.

“No sé qué decir al respecto, pero estoy en comunicación con Arizona”, señaló J.J., que el año pasado recibió su primera invitación a las prácticas de los D’backs, antes de ser asignado al Amarillo (Doble A).

“Esta experiencia me ha ayudado muchísimo y pienso que será fundamental para el año que viene (2025), con respecto a la defensiva, pues he aprendido a canalizar mejor mi energía y transmitirla al equipo. Eso me ayudará a dar un gran paso para el año que viene y poder cumplir la meta que es debutar en las Grandes Ligas”.

D’Orazio fue firmado por los Azulejos de Toronto en julio de 2018, procedente de la academia de Alexis Quiroz en Maracay. Arizona lo adquirió en la fecha límite del 2021, junto con el zurdo venezolano Yaifer Perdomo, a cambio del mexicano Joakim Soria.

“Tiene el tamaño (185 centímetros) y las herramientas para ser un potencial receptor suplente en las Grandes Ligas, pero aún necesita mucho refinamiento para ser una opción arriba. Su debut probablemente esté a dos años de distancia, pero el progreso que mostró la temporada pasada (2023) fue un gran paso”, apuntó el analista Michael McDermott, en un reporte para Sports Illustrated.

Javier D’Orazio actuó con el Amarillo, filial Doble A de Arizona, durante 2023 | Foto: Amarillo Sod Poodles

EL DATO

El apellido de D’Orazio es de origen italiano. “Mi abuelo, nació en Italia y mi madre en Colombia. Ese Ruiz, mi segundo apellido, es colombiano”. Pese a esa ascendencia, no se le pasó por la cabeza jugar al fútbol. “Lo practiqué, al igual que la natación y el basket, pero mi padre me ayudó mucho, porque jugó beisbol toda su vida y por eso me incliné hacia este deporte”, reveló Javier D’Orazio.

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