Créditos Imagen: Héctor Rodríguez | Foto: Daniel Sosa
José Ángel Rodríguez Suárez | Prensa LVBP
Caracas-. No es casualidad que en el lustro comprendido entre las temporadas 2016-2017 y 2020-2021 Cardenales de Lara haya sido finalista de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional con un pitcheo que quedó líder en efectividad en cuatro contiendas, y segundo en otro. Ni tampoco es fortuito que, tras encabezar el departamento en la 2021-2022, sólo una victoria faltara para regresar a la serie por el gallardete aquel certamen. Sin embargo, tras la excepción a la tendencia en el pasado ruedo (cuarto del apartado), había dudas para afrontar el actual.
La incógnita se centraba, esencialmente, en el cuerpo de abridores. Raúl Rivero inició la zafra con 37 años de edad, tras recuperarse una lesión en el olécranon derecho (codo); Néstor Molina afrontó la misión de dar un giro de tuerca con respecto a sus dos campañas recientes (promedio de carreras limpias de 5.13 y WHIP de 1.42 en 101.2 entradas combinadas), y faltaba por ver quien se mostraría como una alternativa confiable y con salud para el staff técnico, tras los frecuentes problemas físicos de Williams Pérez. En ese contexto, surgió Héctor Rodríguez.
El zurdo no hizo su primera aparición hasta el séptimo encuentro de la joven temporada, después de los exitosos estrenos de Rivero y Molina; una primera exhibición eficaz del importado Alex Sanabia (aunque no le fue bien en su segunda apertura) y el dubitativo arranque de Luis Lugo.
Rodríguez tuvo un debut perfecto en Maracaibo, como iniciador el sábado pasado contra Águilas del Zulia, al retirar en fila a los 15 rivales que enfrentó (5.0 episodios). Ponchó a cinco rivales y logró su primera victoria de por vida en el circuito.
Cinco días después de aquel vuelo en el nido rapaz, le tocó desplegar las alas en Barquisimeto. Allí, frente a Tiburones de La Guaira, alargó a 23 la seguidilla de bateadores sin embasar desde el inicio del torneo, hasta que finalmente otorgó base por bolas a Leobaldo Cabrera en la parte alta del tercer capítulo.
Aunque el siniestro a partir de ese pasaporte a Cabrera mostró descontrol (repartió un par de boletos más y golpeó a Danry Vásquez), antes de recibir un jonrón de tres carreras de Leonardo Reginatto, pudo completar de nuevo los cinco actos para sumar su segundo triunfo, en igual cantidad de presentaciones en el albor del curso.
“Es un trabajo duro cada día”, dijo Rodríguez a Oscar Cumare Sánchez para el circuito radiofónico larense, tras el lauro frente al cardumen. “Mi mentalidad (en este desafío) fue la misma que contra el Zulia, intentando atacar a los bateadores, mientras me disfrutaba el juego”.
El serpentinero, oriundo de Valencia, tuvo que sobrellevar el compromiso ante los litoralenses con una pertinaz llovizna sobre el Estadio Antonio Herrera Gutiérrez, casi durante toda su actuación.
“Es muy incómodo lanzar así, con la lluvia, pero uno como lanzador debe intentar bloquear eso”, afirmó. “Ellos (La Guaira) tienen un lineup bastante bueno, tienen su mérito, así que había que mantenerse concentrado”.
Antes del inicio de la 2023-2024, Rodríguez acumulaba 12 apariciones en la pelota rentada local de invierno, aunque sólo tres de ellas como abridor. Si bien es cierto que sus números fueron buenos (efectividad de 3.86 en 14.0 trechos), nunca había lanzado más de 2.1 innings en una presentación.
Durante el verano boreal, el carabobeño de 26 años de edad actuó en la Serie A1 de Italia, con el Ronchi dei Legionari. En el circuito europeo fue el zurdo con el mejor promedio de carreras limpias (0.78) entre los tiradores calificados (laboró en 69.2 entradas), y lideró la ronda eliminatoria con una impresionante tasa de 16,4 ponches por cada nueve episodios (abanicó a 127). Un desempeño que ha mantenido en las primeras de cambio, con la bandada escarlata.
EL DATO
Hasta antes de la jornada del viernes, Cardenales exhibía la mejor efectividad colectiva del circuito (2.54). Sus abridores eran segundos del departamento (2.96), aunque entre Héctor Rodríguez, Néstor Molina y Raúl Rivero se habían combinado para transitar 41.2 entradas (de las 54.2 en total del cuerpo de iniciadores), con minúsculo promedio de carreras limpias de 1.51, además de 32 ponches.