Créditos Imagen: Ezequiel Tovar | Foto: Denver Post
José Ángel Rodríguez | Prensa LVBP
Caracas.- Ezequiel Tovar no quedó a deber en su temporada de novato en las Grandes Ligas. Cumplió con creces el demandante rol de ser campocorto a tiempo completo de los Rockies de Colorado, implantó récords y mostró una madurez sobre el terreno poco habitual para un jugador de 21 años de edad. Sin embargo, no fue tomado en cuenta para el gran premio.
El oriundo de Maracay ni siquiera recibió votos al podio para el Novato del Año de la Liga Nacional en 2023, ganado de forma unánime por el jardinero Corbin Carroll de los Cascabeles de Arizona. Más allá de ser finalista al Guante de Oro, su actuación pareció pasar por debajo de la mesa entre el grueso de analistas y votantes para los galardones.
“No obtuvo la exposición que tuvieron otros jugadores", dijo el mánager Bud Black al periodista Thomas Harding, para MLB.com. “Es cierto que tuvo un promedio de embasado de .287, y necesita mejorarlo. Pero creo que, en uno o dos años, en el escenario de MLB, será un muchacho del que se hablará como un jugador realmente bueno. Es un futuro pelotero de Juego de Estrellas”.
Tovar, además de igualar la marca entre bisoños connacionales de extrabases con Ronald Acuña Jr., (56) y la de dobles en la franquicia con Todd Helton (37), rompió la de jonrones de torpederos criollos de igual status (con 15, superando por uno a Alex González).
Al campo, el aragüeño terminó segundo en carreras salvadas a la defensiva (13) entre los paradores en corto del Viejo Circuito, y culminó igualado como escolta en el departamento de outs por encima del promedio (16) de la Gran Carpa, entre los defensores de su posición.
Sus pergaminos tanto con el madero, como con el guante, siendo apenas su primera campaña completa como ligamayorista, invitan a pensar que el techo aún está lejos.
“Sin duda, tiene calificaciones muy altas”, evaluó Bill Schmidt, gerente general de los rocosos. “Cuanto más juegue, mayor será la experiencia que adquiera y su confianza. Seguirá creciendo”.
Tovar encaró los Entrenamientos Primaverales con el objetivo principal de disminuir su cantidad de ponches. La campaña anterior abanicó 166 veces y negoció apenas 25 boletos, para un porcentaje de 27,0 % de guillotinas y 4,1 % de pasaportes, alejado de la media de la MLB de 22,6 % y 8,4 %, respectivamente.
La meta está en identificar mejor los envíos rompientes y obligar a los pitchers a retarlo con un mayor número de lanzamientos rápidos.
“Sigo persiguiendo esos lanzamientos quebrados, aunque trabajo en ello en la jaula de bateo”, admitió Tovar. “Estoy tratando de mejorar en eso, pero también hay que darle algo de crédito a los lanzadores. Aunque eso no signifique que no esté evitando cometer el mismo error”.
Por lo pronto, el inicio del Spring Training fue en la dirección que el habilidoso infielder desea. Luego de los cuatro primeros careos, exhibió astronómica línea ofensiva de .556/.556/ .1000 con un par de ponches; yéndose de 3-3 con un vuelacerca, un tubey, dos carreras anotadas y una impulsada el jueves.
“Nadie quiere perder. Lo odio”, se desahogó Tovar, quien pasó el trago amargo de los 103 descalabros de Colorado la contienda anterior. “Tenemos que asumir ese tipo de pérdidas y mirar los aspectos positivos. Esa es la única manera en que podemos abordarlo. Aprende de las derrotas y sigue creciendo”.
EL DATO
Los 153 juegos disputados la temporada anterior de Ezequiel Tovar, fueron la segunda mayor cantidad para un novato en la historia de los Rockies, sólo detrás de los 155 de Troy Tulowitzki en 2007, de acuerdo con Thomas Harding.