Eliézer Alfonzo Jr.: liderazgo y precisión al servicio del pitcheo naviero

Eliézer Alfonzo Jr.
Eliézer Alfonzo Jr. | Fotos: Alejandro van Schermbeek
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Valencia.- Eliézer Alfonzo Jr. se puso como meta mejorar su defensiva con respecto a la temporada anterior y desde los entrenamientos previos al Día Inaugural comenzó a forjar una sólida campaña detrás del plato, que a pulso le convirtió en el receptor titular del Magallanes.

En medio de la vorágine del calendario y con los Navegantes atravesando por una profunda crisis, que los mantenía fuera de la clasificación, Alfonzo emergió para ser un caudillo en el terreno de juego, que insufla energía a sus compañeros.

“Me ha sorprendido la forma como juega. Lo conocí cuando llegué aquí y me ha impresionado su liderazgo”, suelta el mánager Yadier Molina. “Fonzy ha hecho tremendo trabajo. Bien profesional. El muchacho es un gamer, un líder en este equipo. Está llevando bien al pitcheo. Está haciendo todo posible en cuestión del pitcheo”.

Tal elogio proviene de uno de los mejores cátchers en la historia del juego, de un futuro miembro del Salón de la Fama. De un hombre que sabe de lo que está hablando.

Una vez que comienza el partido, Alfonzo nunca está quieto. Sabe que una decisión suya, al llamar un envío, puede cambiar el destino del encuentro. Apenas es perceptible, pero con una rápida mirada por encima del hombro hacia donde está Molina, puede reajustar la estrategia.

“Yadier me ha ayudado bastante. Hablamos mucho durante los juegos, de todas las situaciones que se pueden presentar, de bateadores que conoce. Esa comunicación ha sido fundamental”, concede Alfonzo, hijo mayor del slugger Eliézer Alfonzo.

Eliézer Alfonzo Jr. ha trabajado con Yadier Molina y Clemente Álvarez para mejorar su defensa

El barcelonés, de 26 años de edad, lidera a sus colegas de posición con 39 encuentros y los lanzadores le responden con una efectividad de 4.12, la menor entre los caretas con al menos 30 desafíos en lo que va de campaña, mientras que su porcentaje de fildeo de .994 en 317 lances, sólo es superado por Carlos Jesús Pérez, de los Bravos de Margarita, que no ha cometido errores en 281 chances (1.000 %FIL), en tanto que su factor de alcance es un sólido 8.08, por encima del resto de sus pares con 200 o más lances.

Son estadísticas que contrastan con lo que hizo en la 2024-2025, cuando llegó en un cambio proveniente de Leones del Caracas y en 26 compromisos con la Nave exhibió un %FIL de .985 (197 TL) y un factor de alcance de 7.46.

AJUSTES EN LA DEFENSIVA

Como el cerebro defensivo del equipo y eje de línea central, Eliézer Alfonzo Jr. piensa que su evolución, en principio, tiene que ver con estar alejado de problemas físicos y la presencia de curtidos mentores.  

“He tenido la oportunidad de mantenerme saludable”, apunta Alfonzo. “Desde que llegué aquí, en la pretemporada con Magallanes, me enfoqué en mi defensa con el señor Clemente Álvarez, ya que es algo clave para un receptor, así como tratar de llamar un buen juego y sacar la mayor cantidad de corredores en las bases”.

Apenas hace un año, los ladrones le birlaron 27 almohadillas en 32 intentos (16%). Antes del inicio del fin de semana sumaba 11 outs en 31 oportunidades (35,5%), un porcentaje élite.  

“Trabajé en mi mecánica de tiro, y desde que llegué he estado esforzándome en eso. Y con esa nueva mecánica implementada, siento que tengo mucha más precisión haciendo los disparos a las bases y eso se nota en los resultados”.

Clemente Álvarez, ex grandeliga y reputado mascota en sus días de activo, se dio cuenta de un detalle en la transferencia y eso afectaba la manera en que el brazo de Alfonzo debía tomar la ruta para hacer los lanzamientos.

Eliézer Alfonzo Jr. ejercitó la transferencia de la pelota de la mascota a la mano para hacer tiros precisosos a las bases

“Otra cosa en la que me enfoqué fue en los lanzamientos con bateadores derechos en el plato y, en ocasiones, con los zurdos, cuando el pitcheo es afuera. Le dije a Yadier (Molina), hace como tres semanas, cuando estábamos en Margarita, que me sentía incómodo con esos pitcheos cuando tenía bateador derecho, porque me daba miedo chocar al bateador. Entonces implementamos un drill (ejercicio). Yadier me señaló: ‘Tu solamente tienes que enfocarte en transferir bien la pelota y hacer un tiro’. Desde entonces me centro en avanzar, en ganar terreno, para, en lo que pase la pelota a la mano, hacer un tiro agresivo hacia adelante. Si el bateador me obstaculiza y el árbitro sentencia, no pasa nada. Es decretado out (por regla). Eso es lo que tengo ahora en mente”.

Yadier Molina está satisfecho. Su pupilo es una esponja al momento de absorber conocimientos.

“Ha trabajo mucho con Clemente, quien también lo ayudado con la posición de las piernas… Cuando trabajas, todo ese sacrificio a la larga te va a recompensar y eso es lo que ha pasado con Fonzy”, destaca el boricua.

LLAMAR EL JUEGO

La cabeza del receptor debe convertirse en un archivero donde almacena toda clase de información sobre los rivales cuando empuñan el madero e incluso marcar donde deben posicionarse el resto de los defensores en el terreo, de acuerdo con las características del enemigo de turno.

“Todo viene de la preparación de cada encuentro, de cada serie contra los diferentes equipos. Venimos haciendo un trabajo conjunto con Darwin Marrero (instructor de lanzadores), Miguel Socolovich (coach de bullpen), Sandy León (cátcher suplente) y el resto de los cátchers”, revela Eliézer Alfonzo Jr. “Tenemos un meeting acerca del rival del día. Hablamos de cómo vamos a atacar a los bateadores, obviamente conociendo al pitcher abridor de la noche y a los relevistas que van a estar disponibles. Tenemos que estar al tanto de las fortalezas de todos ellos y en base a eso, nos planteamos cómo atacar al equipo rival, y durante el juego, durante los nueve innings, seguimos con esa misma conversación y comunicación, para no salirnos del plan y hacer los ajustes necesarios. Allí está la clave”.

Eliézer Alfonzo Jr. ha estado desarrollando su juego detrás del plato de lamano de Yadier Molina

¿Cuál es el resultado? Magallanes ostenta el mejor promedio de carreras limpias del campeonato (4.01), muy por debajo de la media del circuito (4.83).

“Nuestras conversaciones (durante los partidos) han sido sobre cómo llamar el juego, que pitcheo llamar, anticipar ese envío. Esa ha sido la comunicación y allí están los resultados”, coincide el estratega Molina.

VISIÓN ÚNICA

El único pelotero a la defensiva que observa directamente al pitcher, es el cátcher. Si el lanzador es el hombre más importante del juego, la mano que mece la cuna es la del receptor en cuanto a la tendencia que llevará el juego. El máscara debe conocer cada detalle de su batería. Ningún otro de sus compañeros tiene ese privilegio.

“Cuando vas al montículo no es una visita social: ‘Necesitamos lanzarle a este bateador de manera inteligente, para luego enfrentar al que está en el círculo de espera’. En otras ocasiones, sólo subo a tratar de calmar a los muchachos por un mal llamado mío o del árbitro”, explica Eliézer Alfonzo Jr.

“Como receptor veo el juego de frente, desde una perspectiva diferente al resto porque todo pasa frente a mí y como líder, mi rol es tratar de calmarlos, tratar de que ellos se sientan tranquilos y que tenga la mayor confianza posible y esos los ayuda a mantener su enfoque y no dejarse llevar por las cosas que pasan a su alrededor, que no pueden controlar”, abunda el receptor de los Navegantes.

Eliézer Alfonzo Jr. disfruta estar detrás del plato y rara vez pide días de descanso

DE DESIGNADO INCÓMODO A RECEPTOR INDISCUTIBLE

Después de uniformarse con Magallanes, tras un cambio con Leones del Caracas en la 2024-2025, Eliézer Alfonzo Jr. exhibió una robusta línea ofensiva de .338/.425/.554 (130-44), con 10 dobles, seis jonrones, 33 empujadas y .979 de OPS, en 37 cotejos. Un rendimiento que generó enormes expectativas sobre lo que podría hacer el receptor con el madero en su primera campaña completa con los Navegantes.

Pero los días de octubre de 2025 transcurrían y sus números ofensivos no eran ni siquiera parecidos.

“No soy una persona que meta presión por lo que pude haber logrado en el pasado”, ataja de inmediato. “Trabajo día a día para ser mejor y cuando lo haces, eventualmente, las cosas van a salir bien”.

Pero no “salían”.

“Obviamente, tuve un arranque lento, con un rol nuevo como el de bateador designado algo que nunca había hecho en mi carrera tan seguido, como ocurrió al inicio de la temporada. Eso no es fácil. Tienes que saber ser designado. Es una rutina y una preparación diferente a cuando eres receptor, que estás los nueve innings en el juego, estás agachado, vienes al dugout, con la misma adrenalina, el cuerpo se siente en calor. No me sentía cómodo, aunque traté de hacer los ajustes”.

Eliézer Alfonzo Jr. comenzó lento con el madero, pero en este instante es uno de los bateadores más calientes del Magallanes

Eduardo Pérez, quien comenzó como mánager del Magallanes, prefería al veterano grandeliga Sandy León con los aperos. Así que en 10 de sus primeros 17 partidos, Alfonzo estuvo como designado.

Pero a principios de noviembre, el piloto Pérez comenzó a usarlo como titular debido a la sequía ofensiva de León, en medio de grandes dificultades del equipo, que llevaron a su despido.

Cuando llegó Yadier Molina lo dejó detrás del plato y partir del 14 de noviembre, Alfonzo golpea para .347/.435/.500 (98-34), con tres tubeyes, cuatro cuadrangulares, 12 fletadas y .935 de OPS, en 28 desafíos, lapso en el que los turcos compilaron marca de 17-11, la mejor de la liga, igualados con Bravos de Margarita (hasta el 19 de noviembre).

 “Su año ha sido completo”, argumenta Molina a su favor.

“Ahora con la confianza del mánager, se ha notado la diferencia, porque aportar todos los días”, enfatiza Alfonzo.

Y cómo contradecirle, si en el papel de designado su promedio es de .234 y su OPS de apenas .639, en 14 juegos.

MAGALLANES ENCONTRÓ LA BRÚJULA

Hace apenas un mes, Magallanes navegaba en aguas turbulentas rumbo a estrellarse contra un enorme arrecife. Ahora, con Yadier Molina al timón, se avizora en el horizonte la tierra prometida.

“Creo que, desde hace tres semanas para acá, todos los juegos los hemos asumido como el séptimo de un campeonato y hemos demostrado la clase de equipo que somos, que nunca bajamos la cabeza, a pesar de las dificultades”, suelta Alfonzo sin la sombra de una duda.

Su uniforme siempre termina sucio, defiende con los dientes al equipo, guía a sus lanzadores, saca outs a los corredores, reclama hasta ser expulsado.

No hay medias tintas. Es líder o muere en el intento. Se lo propuso en los entrenamientos.

“Lo más bonito de este deporte es que siempre te ofrece otra oportunidad… Hasta al final cada out importa para llegar a enero”.

Molina lo observa satisfecho.

Eliézer Alfonzo Jr. es un líder en el Magallanes, que deja todo en el terreno

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