Caracas.- Hay jonrones que se recuerdan por la distancia. Otros, por el ruido. Algunos porque fueron memorables. Y hay jonrones que se recuerdan porque no debían ocurrir.
Miguel Rojas no estaba escrito para la gloria. No en este equipo lleno de constelaciones. No en un lineup donde Shohei Ohtani es el sol alrededor del cual gira todo. No con 36 años, sin contratos estratosféricos, sin la etiqueta de estrella. Pero el beisbol siempre ha tenido esa elegancia cruel de premiar al que no se rinde.
Con los Dodgers perdiendo por una en el noveno, el Rogers Centre rugiendo como un coliseo y Jeff Hoffman —brazo firme, plan claro— en la lomita, Miguel Rojas solo quería llegar a primera. “Mi objetivo era darle a la bola por el medio y tratar de dar un hit para ponerme en base para Shohei, que es el hombre grande”, contó después, aún con la respiración acelerada, como si el swing todavía le temblara en las manos.
Y ASÍ COMENZÓ LA HISTORIA DE MIGUEL ROJAS
Pero la pelota no quiso un sencillo. Quiso historia. La mandó al left. Y el estadio se quedó sin voz.
Empate. Juego nuevo. Los Dodgers vivos.
«Cuando las cosas están para ti, están para ti», dijo él, sin grandilocuencias, como quien habla desde el cansancio y la certeza. «Llegó mi momento y pude darle chance a los muchachos para ganar más adelante».
Y así fue. Will Smith decidió en el 11°. Y Yoshinobu Yamamoto, convertido en mito contemporáneo, tiró como si su brazo estuviera hecho de voluntad pura.
Pero la chispa fue Miguel Rojas.
Un pelotero que ha vivido el lado duro del juego: el día a día, la banca, la crítica fácil, la etiqueta injusta.
Por eso, cuando habló, no hubo filtro: “Olvídate del jonrón», se dijo. «Este es el batazo más importante de mi vida… Y para todos los que decían que yo no bateaba, ahí está: jonrón en la Serie Mundial”.
Así, sin poesía ni metáforas. Con verdad.
Hoy, Miguel Rojas entra a una lista corta y solemne del beisbol venezolano:
– Víctor Davalillo.
– David Concepción.
– Grégor Blanco.
– José Altuve.
Y ahora, él: dos anillos de Serie Mundial.
No por número ni por algoritmo. Por carácter.
Porque cuando el beisbol llama, no todos escuchan. Pero hay quienes contestan… en silencio.
“Este equipo está construyendo un legado… y siento que apenas está empezando”, dijo.
Puede ser. Pero anoche, por un instante eterno, el legado tuvo nombre y apellido. Miguel Rojas, el que pocos esperaban, aquel que dijo presente, el hombre que cambió la noche y entró en los momentos legendarios de la Serie Mundial.
EL DATO
Antes de 2025, ningún equipo había ganado jamás un Juego 6 o un Juego 7 de una Serie Mundial como visitante, mediante una jugada de doble matanza que puso fin al partido con la carrera del empate en posición de anotar, de acuerdo con OptaSTATS. Los Dodgers ganaron tanto el Juego 6 como el Juego 7 como visitante de esa manera este año. En el Juego 6, Miguel Rojas hizo una espectacular out en la segunda base, para completar el doble out.
EN CIFRAS
Miguel Rojas (2025) es uno de los 14 peloteros venezolanos que ha conecto al menos un jonrón en la historia de las Series Mundiales. Los otros son: David Concepción (1975), Alex González (2003), Miguel Cabrera (2003 y 2012), Pablo Sandoval (2012), Omar Infante (2014), Salvador Pérez (2014), Grégor Blanco (2014), Alcides Escobar (2015), Marwin González (2017), José Altuve (2017 y 2021), Robinson Chirinos (2019), Gabriel Moreno (2023) y Gleyber Torres (2024).



