El Dream Team de Puerto Rico, 30 años después

Dream Team de Puerto Rico
Carlos Baerga | Fotos: Alejandro van Schermbeek
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Caracas.- El clima árido de Mexicali tiene poco o nada en común con la perla tropical de San Juan. Sin embargo, los 5.149 kilómetros que separan a ambas ciudades, en esta ocasión, están unidos por el puente que tiende la celebración de los 30 años del Dream Team de Puerto Rico, el mejor equipo en la historia de la Serie del Caribe.

Senadores de San Juan, club ganador de la ahora conocida como Liga de Beisbol Profesional Roberto Clemente, reunió en 1995 al más rutilante grupo de estrellas de las que se tenga recuerdo en las ya 67 ediciones del Clásico Caribeño.

Carlos Delgado, Carmelo Martínez, Roberto Alomar, Carlos Baerga, Rey Sánchez, Juan González, Bernie Williams, Rubén Sierra y Edgar Martínez conformaron un lineup de ensueño, a las órdenes del mánager Luis “Torito” Meléndez, durante el certamen escenificado en el Estadio Hiram Bithorn.

“Ese equipo se arma porque Senadores ya contaba con varias luminarias”, recordó Carlos Baerga, desde el terreno del Estadio Nido de los Águilas, tres décadas después. “Carlos Delgado, Bernie Williams, Roberto Alomar, Rey Sánchez, Carmelo Martínez y yo ya estábamos con San Juan. Javy López también, pero no pudo jugar. Sólo Juan González (Criollos de Caguas) y Rubén Sierra (Cangrejeros de Santurce), llegaron como refuerzos”.

La alineación boricua contó con dos jugadores que, eventualmente, resultaron exaltados al Salón de la Fama de Cooperstown, como lo fueron Alomar (en 2011) y Edgar Martínez (en 2019). Y a punto se estuvo de que fuesen tres, porque Iván Rodríguez fue convocado, pero una lesión evitó su participación.

“La huelga en las Grandes Ligas también ayudó mucho, porque nadie le podía decir a los peloteros que no jugaran, y ellos necesitaban hacerlo”, apuntó Baerga. “El 18 de julio de 1994 terminó la temporada de la MLB por esa situación, y los jugadores tuvieron el permiso. Todo se alineó”.

EN LA LOMA

La toletería del Dream Team de Puerto Rico estuvo acompañada de lanzadores como Doug Brocail, Eric Gunderson, Chris Hainey, Rafi Montalvo, el cerrador Roberto Hernández y Ricky Bones, quien abrió y ganó el juego por el primer lugar del torneo, contra los Azucareros del Este (de República Dominicana).

“Fue una experiencia fenomenal, con un equipo que será difícil de igualar. Había muchos grandísimos jugadores, que incluso ya son inmortales”, rememoró Bones, quien cumplió funciones como coach de pitcheo de Cardenales de Lara, campeón de Venezuela, en Baja California. “Fue un grupo que estableció grandiosas carreras como buenos bateadores o defensores”.

El derecho derrotó en el duelo de serpentineros de aquel compromiso a Luis Rijo, figura quisqueyana, a quien el puertorriqueño idolatraba.

“Hubo varias anécdotas. Pero ninguna tan importante como el hecho de compartir con todos ellos y paralizar a Puerto Rico. Fue inolvidable, porque todavía hoy la gente lo recuerda. Siempre vivirá en mi corazón”, afirmó Bones. “Cada vez que eras llamado al montículo, era un honor.  Y fuimos guiados por Carlos Delgado, quien esa vez fue el receptor (posteriormente, desarrolló su carrera como primera base).

Dream Team de Puerto Rico
Ricky Bones abrió dos encuentros con el Dream Team, incluido el de la coronación

LA SUERTE DEL CAMPEÓN

El mítico equipo que arrasó con récord invicto de 6-0 y venció en dos careos a la representación de Quisqueya, con abultada pizarra combinada de 25-3, estuvo muy cerca de ni siquiera disputar la serie decisiva puertorriqueña.

“Fue muy fácil unirlos, pero estuvimos a punto de quedar eliminados en un juego contra Ponce, que llegó al inning 12 y era para clasificar a la final”, comentó Baerga. “Un toque de bola mío cambió la historia, porque a partir de allí volteamos el score. Cuando miramos ese equipo, fue un sueño hecho realidad. Algo único en su clase”.

No obstante, esa cantidad de figuras y la aparente superioridad en el papel, en algún momento pareció jugarles en contra.

“Nosotros estábamos un poco nerviosos al principio, porque la casa estaba llena y no queríamos pensar en lo que podía pasar si perdíamos”, confesó Baerga. “Contábamos con Juan González, quien ya tenía dos premios al Jugador Más Valioso como grandeliga para ese momento, y con dos campeones de bateo como Edgar Martínez y Roberto Alomar”.

El temor se acrecentó en la tercera entrada del debut en el certamen, cuando perdían 4-0 contra los Naranjeros de Hermosillo de México. Sin embargo, a partir de entonces, con un jonrón de tres carreras de  Alomar (a la postre el MVP de la serie), otro de Delgado, e imparables tanto de González, como de Baerga, pudieron dar vuelta a la pizarra.

“Nosotros respetábamos a todos los rivales. A Venezuela le ganamos con un boleto que recibió Carlos Delgado con las bases llenas (otorgado por Ugueth Urbina) en extrainnings. República Dominicana llevó a Pedro Martínez a esa serie”, comentó Baerga. “Pero la experiencia que teníamos era única, y había que plasmarlo en el terreno. Pudimos lograrlo y, en lo personal, me llena de orgullo haber formado parte del Dream Team de Puerto Rico”.

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