Caracas.- Jesús Vargas tomó una pastilla para dormir la noche del lunes y entró en un sueño profundo del que no despertó hasta casi 24 horas después, cuando completó apenas el tercer No-hit-No-run en la historia de las 67 ediciones de la Serie del Caribe, pero el segundo en años consecutivos para Venezuela.
El derecho ingresó en la fase REM, la última etapa del ciclo de ensoñación, en la madrugada venezolana del martes, de la mano de Alexi Amarista, quien conectó el primer jonrón en la historia del torneo para decretar un triunfo por la vía de la misericordia (Mercy Rule), contra el Japan Breeze, en ocho innings.
“Antes de acostarme a dormir, ya yo estaba enfocado. Sí, estuve pensativo, pero concentrado. Siempre me tomo una pastilla la noche anterior a una apertura”, reveló Jesús Vargas en una detallada entrevista con el periodista Ignacio Serrano para 1 Baseball Network el miércoles, que repasó los pormenores de la hazaña antes de la caída de Cardenales de Lara en semifinales contra Leones del Escogido, campeón de República Dominicana. “Sabía que necesitábamos esa victoria contra Japón, porque sino, quedábamos eliminados en la primera fase”.
Apenas pisó el Estadio Nido de los Águilas, la tarde del martes, el lanzador se reunió con el receptor Alí Sánchez, quien esa velada, iba a recibirle por primera vez.
“Nosotros no teníamos mayor información sobre los japoneses”, apuntó Jesús Vargas acerca de la representación asiática compuesta, en mayor medida, por jugadores de ligas independientes niponas. “Pero Alí me conoce, porque nos enfrentamos en la final. Él sabe que me gusta estar encima de los bateadores. Compaginamos muy rápido. Ideamos un plan basado en mi sinker”.
![Jesús Vargas](https://lvbp.com/wp-content/uploads/2025/02/Jesus-Vargas-y-Ali-Sanchez-Foto-Alejandro-van-Schermbeek.jpg)
EL TEMOR
Al serpentinero, oriundo de Macuto, le preocupaba un poco el tiempo que había transcurrido desde su más reciente presentación en los montículos, el 26 de enero, fecha en la que, como refuerzo de Bravos de Margarita, vio como los pájaros rojos le apalearon con siete carreras en una entrada y un tercio, para coronarse en la LVBP.
“Cuando pasan tantos días, a veces uno viene descontrolado”, mencionó Jesús Vargas. “Los lanzadores llevamos una rutina para lanzar cada cinco días o, eventualmente, en cuatro días como me tocó en la final, por tratarse de esa etapa”.
Sin embargo, el litoralense tuvo que esperar nueve días para volver a tomar la bola en Mexicali, el doble de lo habitual.
“No perdí el enfoque. Llegué mentalizado en conseguir esta victoria que Venezuela necesitaba”, repitió el diestro, de 26 años de edad. “Eso sí, debo admitir que nunca llegué a pensar en un no-hitter. Sí, pensaba en ganar. Pero nunca que fuese tan perfecto”.
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EL JUEGO
Antes de la voz de play ball frente a los nipones, Jesús Vargas sólo elevó una oración al cielo y pidió salud para su presentación. La plegaria fue escuchada y comenzó a acumular ceros. Sólo tres boletos le separaron del juego perfecto, porque la defensiva también cumplió su papel.
En el quinto episodio, Hernán Pérez tomó con la mano limpia un rodado de botes altos de Jin Kurumatani hacia la antesala y efectuó un tiro que picó una vez antes de llegar al guante del primera base Rangel Ravelo, para terminar el capítulo.
En un no hit no run siempre va a haber una jugada determinante, en el caso del juego de ayer, lanzado por Jesús Vargas, fue Hernán Pérez quién marcó el inicio de una noche inolvidable para el beisbol venezolano con esta joya a la defensiva 🔥🇻🇪⚾
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“Cuando Hernán hizo la jugada, dije: ‘¡Guau! este juego está para mí’”, confesó. “Fue una jugada difícil, porque todos sabemos cómo corren los japoneses. En ese momento pensé que no podía bajar el ritmo. Y eso fue lo que hice, seguí demostrando, atacando la zona, con más confianza porque vi que el cuadro (interior) me estaba ayudando”.
Aquel plan fijado con el cátcher Sánchez, que priorizaba el uso del sinker, dio resultado. Hasta ocho rodados indujo el serpentinero en su aparición, incluido uno para dobleplay. Sin embargo, no fue hasta el séptimo inning que se dio cuenta de lo que estaba construyendo.
“En ese instante fue que vi hacia la pizarra y caí en cuenta. (El mánager) Henry Blanco y los muchachos me decían que tenía que seguir, porque el juego era mío”, comentó. “Me mantuve enfocado en tirar el juego completo. Lo quería lanzar me dieran el hit o no”.
MANEJAR EL MOMENTO
Pero, ¿qué pasa por la mente de un hombre que está a punto de alcanzar lo extraordinario?. ¿Cómo responde el cerebro ante la aceleración de los latidos de un corazón tan cerca de ingresar a la historia indeleble?.
“Lo más difícil es la ansiedad”, se sinceró Jesús Vargas. “Comienzas a pensar en la clase de juego que estás tirando. Entras en estado de alerta para que no te den el hit, o para que los innings no se te compliquen. Entonces, te aceleras, te pones muy rápido. Menos mal que el equipo se levantó en lo ofensivo, porque estuvimos un poco apagados los primeros juegos. Vino Amarista y dio el golpe. Se lo agradezco a Dios, y a él”.
Antes del estacazo de vuelta entera de Amarista frente a Aki Watanabe, Jesús Vargas retiró por primera y única vez a los tres bateadores que enfrentó por la vía del ponche en la parte alta de aquel octavo tramo, para cerrar con siete recetados su labor.
“Esos tres ponches me hicieron respirar profundo y pensar que sí podía hacerlo”, relató. “Me senté en el dugout y me relajé, aún sabiendo que no se trataba de una situación normal. Estaba decidido a salir para el noveno y terminarlo rápido”.
Pero no fue necesario.
“Me quedé en shock luego del jonrón de Alexi”, contó. “Aún como que no terminaba de procesar que había completado el No-hit-No-run. Cuando los muchachos reaccionan hacia mí, fue que lo entendí”.
Díganle adiós a esa pelota ⚾👋🏻
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Alexi Amarista puso a gozar a toda Venezuela con @PolarPilsen 🍻 con batazo a las gradas del jardín derecho que se tradujo en dos carreras más para noquear 10-0 a Japón en el 8vo inning y concretar el ¡Juego sin hit ni carreras de Jesús Vargas! 🔥… pic.twitter.com/6PQRtRjtbm
EL DESPUÉS
La memorable actuación de Jesús Vargas le unió aún más a Ángel Padrón, su compañero en la selección de Venezuela sub 23 que se proclamó campeona del mundo en 2021, y autor del no-hitter de Tiburones de La Guaira, en la cita caribeña de Miami 2024.
“El año pasado viví ese juego de Ángel como si hubiese sido el mío, y así se lo hice saber en un mensaje que le escribí aquella vez”, recordó Vargas. “Y ahora este año fue él quien me escribió. Es increíble. No hay nada como sentirnos orgullosos entre ambos”.
Esa conexión se fortaleció desde un profundo anhelo.
“Este, es un sueño hecho realidad para mí”.
![Jesús Vargas](https://lvbp.com/wp-content/uploads/2025/02/Jesus-Vargas-Foto-Alejandro-van-Schermbeek-cierre.jpg)
EL DATO
Jesús Vargas, perteneciente a Leones del Caracas, completó el cuarto No-hit-No-run en la historia del Cardenales. Se unió a Eric Rasmussen el 10 de noviembre de 1981 contra Tiburones, el combinado entre Mike Romano, Luis Silva y John Bale el 16 de octubre de 1998 ante Navegantes del Magallanes, y a Edwin Hurtado el 3 de diciembre de 2000 frente a Águilas del Zulia, todos ellos en la LVBP.