Diego Castillo disfruta su arribo a Magallanes luego de un año de cambios

Diego Castillo
Diego Castillo | Foto: Elio Miranda
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Valencia.- Diego Castillo cambió de equipo en seis ocasiones durante 2024. Tuvo que acostumbrarse a ser un nómada en Estados Unidos, antes de embarcar con Navegantes del Magallanes en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.

El infielder llegó al Buque desde Caribes de Anzoátegui menos de una semana después de iniciada la temporada 2024-2025, por el jardinero Romer Cuadrado. Un movimiento que, de todos los que vivió en el año, fue el único que no le tomó desprevenido.

“El anuncio del cambio no me sorprendió porque yo había hablado con (Luis) Blasini (gerente deportivo) antes”, dijo Diego Castillo previo a su estreno con los nautas alineado como shortstop y segundo bate el viernes, precisamente, ante su ex equipo. “Conversamos algunas cosas y le respondí que sí, estaba dispuesto. Como a los 30 minutos se anunció el cambio”.

Previamente, el larense comenzó un insólito viaje desde el 5 de enero, cuando fue tomado fuera de waivers por los Mets de Nueva York desde los Cascabeles de Arizona, antes de pasar por idéntico trámite con los Yanquis, los Filis de Filadelfia y los Orioles de Baltimore, quienes le extendieron una invitación al Spring Training en febrero.

No obstante, el desfile en el norte no culminó con los oropéndolas. En abril, fue cambiado a los Mellizos de Minnesota por dinero en efectivo.

“El beisbol siempre te dará momentos difíciles, de distracción o de felicidad, dependiendo como lo tomes. Me mantuve enfocado en una meta, que era mantenerme saludable para volver a las Grandes Ligas”, simplificó Diego Castillo. “Me ayudó mucho llegar a los clubhouses y que los jugadores siempre me recibieran con alegría. Eso me hizo no pensar tanto en las transacciones”.

LA ESTABILIDAD

 El 14 de julio, Diego Castillo fue ascendido a las Mayores por los Mellizos. No obstante, 10 días después fue designado para asignación luego de una breve pasantía de cuatro duelos, pero al no ser tomado por ninguna otra divisa, estuvo en Triple A el resto de la contienda.

“Cuando llegué a Minnesota había mucho americano y pensé que iba a ser difícil, pero en realidad me ayudaron mucho”, afirmó. “Me dieron cerca de 500 turnos este año. Cuando sentía ese apoyo, todo se hizo fácil”.

El toletero derecho dejó línea ofensiva de .261/.364/.397 en 470 viajes al plato esta refriega en las granjas, con 104 hits, entre ellos nueve jonrones, 23 dobles y dos triples. Además, empujó 59 carreras y anotó 60, en 113 compromisos.

VERSATILIDAD

A lo largo de su carrera, el pelotero de 27 años de edad ha disputado juegos en cada una de las posiciones, menos en la receptoría y el jardín central. Sin embargo, es en el shortstop donde quieren verle más en su primera experiencia con Magallanes.

“A Diego Castillo lo puedo rotar, pero el campocorto es la posición que más ha jugado en su carrera y quiero que se sienta cómodo”, indicó el mánager Eduardo Pérez. “Sé que puede jugar en otras posiciones del infielder, pero por ahora, sería por alguna emergencia”.

El crepuscular, entretanto, se limitó a apuntar hacia objetivos grupales.

“Yo vine acá a dar todo lo que pueda. Quiero disputar un Round Robin y quedar campeón. Voy a estar completo, todo el camino, con el favor de Dios. Si suceden otras cosas, que se escapen de mis manos, tendría que pensarlo más. Pero por ahora voy hasta el final de la temporada”, indicó. “Me gustar estar acá porque estoy más cerca de casa, mi familia es de Barquisimeto. Y esta es una fanaticada que me va a exigir. Eso es algo que me gusta, estar bajo esa presión siempre”.

VENEZUELA EN EL PECHO

Diego Castillo representó a la selección nacional en el reciente Premier 12, en el que por primera vez la delegación clasificó a la Súper Ronda. Allí, confiesa, la vivencia superó cualquier expectativa previa.

“Fue inexplicable esa experiencia, porque cuando a mí me llama (el mánager) Omar López no lo dudé. Sabía que representar a Venezuela iba a ser algo increíble, pero me quedé corto”, admitió. “Cuando llegué a allá y sentí lo que realmente es, con el nombre del país en el pecho y las gradas llenas de gente…no tengo palabras para describirlo”.

El barquisimetano, a su vez, confesó que ya tenía en sus planes participar con Caribes en la presente zafra de la LVBP, antes de concretarse el cambio. Sin embargo, tras la transacción se entusiasmó aún más, por el motivo familiar.

“Mi plan era ir al Premier 12 y una vez allí, ya había conversado con mi anterior equipo para jugar, pero obviamente me motivé más por el cambio porque estoy más cerca de mi casa y mi papá vendrá a verme. Eso es un privilegio”.

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