Créditos Imagen: Denis Phipps Foto: A. van Schermbeek
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- Tigres de Aragua atraviesa por una situación difícil. Sus aspiraciones de acceder a la Serie Final por primera vez desde la temporada 2015-2016, lucen lejanas, tras caer a dos juegos y medio del primer lugar del Round Robin, que comparten Magallanes, Cardenales y Caribes, cuando apenas le restan cuatro encuentros en el calendario.
En medio de ese panorama, poco alentador, Denis Phipps, no se detiene a pensar en las matemáticas y, siempre optimista, confía en las posibilidades del equipo al que ha defendido desde el Día Inaugural.
“Mientras tengamos el uniforme, siempre habrá chance”, sonrió mientras conversaba con el periodista Carlos Valmore Rodríguez, del canal IVC.
El jardinero dominicano compiló un magro registro de .169/.295/.231, sin jonrones y tan solo seis remolcadas, en los últimos 19 desafíos de la ronda eliminatoria, lo que significó un duro golpe en la alineación de los felinos, que apenas consiguieron clasificarse en un juego extra contra Bravos de Margarita.
Pero una vez cruzó el umbral hacia la postemporada, el jardinero dominicano recuperó la potencia de su bate y sus números son de Jugador Más Valioso.
El recio toletero derecho pelea la Triple Corona, tras aparecer tercero en promedio (.417), en tanto que lidera la fase semifinal en cuadrangulares (4, uno menos que los conectados en la eliminatoria) y remolcadas (14). También es el mejor en hits (20), igualado con Rafael Ortega y Willians Astudillo, bases alcanzadas (36), slugging (.750) y OPS (1.241), además de un OBP de .491.
“Esto es día a día”, soltó Phipps sobre el cambio que ha gestado desde la caja de bateo. “No se trata de un sprint, esto es un maratón, y seguimos tratando de mejorar cada día… Gracias a la directiva del equipo y a los coaches, que han permitido que Denis Phipps se mantenga en Venezuela”.
Sus números son los mejores de su carrera en los playoffs de la LVBP, aunque prefiere destacar al colectivo, por encima de sus logros personales.
“Es una bendición de Dios contar con mis compañeros, sin ellos no lo lograría. Cada turno es algo diferente, porque todos lo sufrimos en el clubhouse”, apuntó.
¿Será suficiente ese despliegue con el madero para empujar a los Tigres a la instancia definitoria del campeonato?
Al menos, Phipps no bajará los brazos. No importa cuán nublado luzca el horizonte. Es mejor plantarse ante la tormenta y hacerle frente. Aragua se encontró en una encrucijada al final de la ronda regular y logró tomar el camino correcto.
“Hemos estado batallando durante todo el año”, volvió a sonreír el quisqueyano.