Valencia.- David Peralta terminará su carrera en los estadios de Venezuela. Su último baile se extenderá por el mes de noviembre y con el uniforme de Bravos de Margarita, equipo que le brindó su primera gran oportunidad. Se cierra el círculo de un enorme viaje, de una historia para contar una vez tras otra y Peralta está satisfecho. No hay espacio para la tristeza. Es una celebración.
“Muy contento, emocionado. Mucho tiempo sin estar aquí en la liga y de regreso, con el equipo que siempre estuvo conmigo en las buenas y en las malas”, suelta Peralta con el rostro iluminado con una sonrisa, mientras se guarece del intenso sol valenciano, horas antes del último partido de una serie de dos en el Estadio José Bernardo Pérez.
A sus 38 años de edad, luce como el mismo pelotero que actuó durante más de 10 campañas en las Grandes Ligas, con un swing que le tiene con más de .900 de OPS en su retorno a la LVBP y que recuerda que es uno de los 20 venezolanos con al menos 400 extrabases en las Mayores.
¿Por qué no seguir intentándolo? “No puedo decir que no, porque no puedo cerrar las puertas a nadie, pero las expectativas son pocas porque ya mi tiempo pasó. Hice lo que tenía que hacer, ahora quiero compartir mucho más con mi familia”, enfatiza. “Es el final de mi carrera”.
No piensa irse de manera silenciosa. Está entusiasmado y no lo oculta.
“Quiero hacerlo a lo grande con un campeonato. Para poder cerrar ese ciclo de mi carrera. Por eso quiero estar aquí”, añade el jardinero.
Peralta actuó para un Bravos embrionario, entre 2011 y 2014. Que estaba en medio de una transición, que se hacía eterna. Con buenas actuaciones individuales, pero con récords negativos. Si Margarita se clasificaba, era una excepción.
Desde entonces, pareciera que han pasado eras. En las oficinas de Margarita aprendieron de aquellos fracasos y en unos cuatro años, sentaron las bases de un equipo que compite, que asistió a su primera Serie Final y que tiene aspiraciones de terminar lo que dejó inconcluso en la 2024-2025.
“Es muy satisfactorio para la fanaticada, el equipo ha estado jugando muy bien. Es un club muy completo, lleno de veteranos, con jóvenes de mucho talento. Con un excelente mánager, como Henry Blanco, ayudándonos en todo, de allí el éxito que hemos tenido en el inicio de la temporada”, avalúa Peralta, que vuelve a uniformarse por primera vez desde la 2014-2015.
“Creo que la organización de los Bravos de Margarita ha hecho un buen trabajo, pues cuando quieres construir un equipo, uno espera resultados de una vez, como cualquier persona que esté en el beisbol, pero eso toma tiempo y mira ahora a los Bravos, no solo son contendores, sino que los ven como favoritos. Son cosas que se van construyendo poco a poco. Fíjate que cuando estuve la última vez con el equipo, Breyvic Valera era parte de la sangre joven, ahora es un hombre franquicia, uno de nuestros capitanes. La evolución es enorme, los frutos se están viendo”, destaca David Peralta.
HENRY BLANCO, EL AMIGO
Henry Blanco habla con todos sus peloteros durante la práctica o al menos eso parece. Con David Peralta se detiene algún tiempo más por los lados de primera.
“Jugué con Henry, estuve con él cuando debutó como mánager. Me dio la bienvenida a las Grandes Ligas, cuando debuté en las Grandes Ligas con Arizona, pues formaba parte de su staff de coaches”, puntualiza. “Reencontrarme con él me hizo mucho más fácil la decisión de venir a jugar a Venezuela. Se lo debía. Tuve muchos años tratando de venir, pero aparecían lesiones y cirugías. Así que cuando vi la noticia de su regreso, no lo dudé. Hemos hecho una gran amistad a lo largo de los años. Es una excelente persona de la que he aprendido mucho”.
Por eso, no lo decepcionará.
“Mis expectativas no son otras que ganar. Vine a hacer un buen trabajo, voy a dar lo mejor de mí, cuando y donde el equipo me necesite. Esa son las expectativas de cada uno de nosotros en el equipo. Y divertirnos porque es un juego, pero haciendo las cosas como se deben hacer”.

David Peralta ha tenido un tórrido inicio de temporada con Bravos, tras exhibir .955 de OPS en sus primeros tres juegos
SUEÑOS DE GRANDES LIGAS
David Peralta sonríe cuando trata de precisar el mejor recuerdo de su carrera. “Son muchos… Llegar a las Grandes Ligas es un sueño que comienza cuando le agarras cariño al beisbol y juegas pelotica de goma en las calles… Solamente con la noticia, me quedo con eso, cuando me lo dijeron y rompí en llanto, mientras trataba de avisarle a mi familia”.
El toletero zurdo conoció a Tony La Russa en un partido del Mobile (Doble A) y se quedó sin palabras al ver al legendario estratega, miembro del Salón de la Fama. Charlaron sobre su swing y La Russa le dijo que “lo vería pronto”.
Peralta fue ascendido a los D-backs dos semanas después, en junio de 2014, y recibió la noticia del entonces mánager Andy Green.
“Nos encontrábamos en la carretera, después de jugar el primer partido de una serie en Chattanooga”, rememora Peralta. “Me disponía a irme a la cama, cuando el manager (Andy Green) tocó la puerta de mi cuarto. Me dijo que me iban a ascender y en ese instante pensé que era para triple A. Luego me corrigió. Iba a las Grandes Ligas. No supe qué decir. Estaba tan feliz”.
Pero esa es la historia corta. Cuando recuerda su real Odisea, ya no está en el Estadio José Bernardo Pérez. No lleva el uniforme de Bravos. Tiene 17 años de edad y como tantos otros adolescentes de su natal Valencia y en el resto del país, busca una firma. Todo comienza como una veloz película muda.
Logra pactar con los Cardenales de San Luis, en 2004 por unos $35.000. Lanzó en 27 juegos entre 2005 y 2007.
Tenía una recta de 95 mph y una buena curva de 12 a 6 antes de su primera cirugía de hombro (labrum). Se lesionó de nuevo y pensó que su sueño de beisbol había terminado. Fue liberado el 5 de mayo de 2009.
“Llegué a debutar aquí con los Tigres de Aragua, lancé dos tercios (en realidad 2.2 innings). Pero no pude más. Traté de regresar y el brazo no respondió”.
También quedó libre. Entonces volvió a sus raíces, a los jardines, bate en mano, con el apoyo de su padre. “Tuve que mejorar mi cuerpo, ponerme más fuerte, porque necesita darle duro a la bola, impresionar a alguien. Comencé con eso y mi primera prueba fue la Liga Bolivariana, tuve como compañero a Emilio Linares (actual coach de Margarita) y me fue muy bien”.
Se mudó a Estados Unidos en busca de la todavía esquiva nueva oportunidad en el beisbol organizado y “me casé con mi actual esposa”.
Trabajó en McDonald’s para conseguir dinero para gasolina y viajar a Texas a jugar con Rio Grande, un club de la descocida North American League (independiente). Durmió en un colchón inflable durante su primera temporada con los White Wings.
Los Rays y los Angelinos mostraron interés en él antes de firmar con los D-backs en 2013. El cazatalentos de Arizona, Chris Carminucci, quería que fuera a Phoenix para una prueba en 2013, pero no pudo costearse el viaje.
Carminucci entonces fue a verle el swing en una jaula de bateo en San Petersburgo, Florida. Pero no había cupos en ninguna categoría de Arizona.
Así que comenzó la temporada en la pelota independiente y tuvo que esperar hasta julio antes de rubricar un contrato con los D-backs.

David Peralta debutó con los D-backs de Arizona el 1° de junio de 2014 | Foto: Getty Images
Un año después, al llegar a las Mayores, tal vez los dioses lo compararon con Odiseo.
“Y de allí, más nunca de vuelta. Me dije: ‘No voy a ver para atrás, voy a darlo todo para quedarme’. Y gracias a Dios reuní 10 años y medio de servicio en MLB. Para mí fue un éxito, todo lo que sacrifiqué, la disciplina… Y entonces, tu carrera llega al punto en el que dices: ‘hasta aquí llegué. Valió la pena’. Mi tiempo llegó”.
UNA MIRADA CERCANA A DAVID PERALTA
– Se motivó a aprender inglés después de conocer a su esposa, Jordan, en Jupiter, Florida. Se conocieron en un bar, cuando estaba acompañada de unas amigas. Más tarde invitó a un amigo a salir en sus citas para que le ayudara con la barrera del idioma, pero luego le preocupó que pudiera coquetear con ella, así que aprendió inglés rápidamente.
– Su programa de televisión favorito es “Friends”, una sitcom que le ayudó a aprender inglés.
– Su comida favorita es el sushi.
– Su apodo es “El Tren de Carga”, se lo puso el comentarista de los D-backs, Steve Berthiau, por su estilo de juego.
– Tiene un gato llamado Maximus en honor al personaje central de su película favorita, Gladiator.
– Se convirtió en ciudadano estadounidense durante la temporada baja de 2017-2018.
– Su jugador favorito de niño era su compatriota Johan Santana, dos veces ganador del Cy Young.
EL CLÁSICO MUNDIAL
A David Peralta le gustaría cerrar otro ciclo, que tiene que ver con selección de Venezuela y el Clásico Mundial.
“En el último Clásico Mundial reunimos un muy buen equipo, pero los resultados no se dieron. Quiero estar de nuevo allí. Espero que me vean y pueda demostrar que estoy en capacidad de hacer el equipo”.

David Peralta formó parte del equipo de Venezuela en el último Clásico Mundial | Foto: Getty Images
EL DATO
El 6 de agosto de 2018, contra los Filis de Filadelfia, David Peralta se convirtió en el primer jugador desde 1900 con 4 o más hits y 2 o más jonrones en un juego, con todos los imparables producidos en la novena entrada o posterior, y el primer jugador con 11 bases alcanzadas en la novena entrada o más tarde, de acuerdo con Elias Sports Bureau. En ese 2018, Peralta ganó su único Bate de Plata. Un año más tarde fue premiado con el Guante de Oro.

David Peralta está de regreso con los Bravos de Margarita | Foto: Tomás Rodríguez
EN CIFRAS
David Peralta es uno de cinco peloteros en la historia de Bravos de Margarita que en una temporada ha reunido 30 o más remolcadas, con 60 o más hits y al menos 10 dobles, de acuerdo con Pelota Binaria. Peralta lo hizo en la campaña 2014-2015, cuando exhibió una línea ofensiva de .319/.376/.433, con 67 imparables, entre ellos 14 dobletes, 32 impulsadas y .809 de OPS.



