Créditos Imagen: Darwinzon Hernández | Fotos: Daniel Sosa
Rayner Rico | Prensa LVBP
Caracas.- Con anhelo, mucho anhelo, esperó varios años Darwinzon Hernández para encimarse por primera vez en una lomita de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) y en este 2022 vio cumplir ese deseo.
“Estoy demasiado contento. Gracias a Dios y a Cardenales (de Lara) por permitirme debutar este año. Me siento muy bien. Esto es diferente. Cada día te dan más esas ganas de jugar. Tener a los muchachos allí, que te dicen, vente vamos a hacer esto, vamos a hacer aquello, para mí resulta muy emocionante. Era algo que tenía ya años queriendo vivir”, contó el pelotero de 25 calendarios de vida.
El lanzador zurdo se unió a los pájaros rojos para ser, probablemente, la pieza más importante del bullpen, una responsabilidad que ha asumido con tal aplomo, que hoy por hoy se presenta como uno de los escopeteros de mayor dominio en todo el circuito.
La clave, de sus exitosos primeros pasos en Venezuela corresponden a un ajuste mental, más allá de lo técnico, según su propia evaluación.
“Lo que hecho es controlar lo que yo puedo controlar. Yo vengo a competir pitcheo a pitcheo. Sacar bateador por bateador. Eso es lo que me ha ayudado, no me he enfocado en el proceso, ni en el resultado del momento, sino en cada lanzamiento que estoy ejecutando”, explicó el tirador nacido en el estado Bolívar.
Los dividendos de esa mentalidad han sido buenos, pero no perfectos. Hernández lanzó de manera extraordinaria en sus primeras nueve presentaciones en la LVBP, cuando exhibió un dominio cuasi perfecto. En ese tramo, cumpliendo el papel de setup para el mánager Carlos Mendoza, acumuló 8.2 innings en ceros, en los que aisló 5 hits, con 11 ponches y solo 3 boletos. Le tocó ingresar a juego en situaciones apremiantes para las entradas finales y en la mayoría de ellas alcanzó a minimizar los daños.
Para Hernández resulta sumamente importante que sus actuaciones estén siendo efectivas, si se considera que viene de una opaca experiencia esta campaña en Grandes Ligas con los Medias Rojas de Boston, que constó de solo siete salidas, en las que totalizó 6.2 entradas, y recibió severo castigo de los bates contrarios al admitir hasta 16 carreras limpias, cuatro jonrones, para dejar un elevado 21.60 de efectividad y en 3.30 su WHIP.
Consciente de que su rendimiento estuvo muy por debajo de lo esperado por los patirrojos, Hernández hace caso omiso de dicho episodio y se encuentra avocado en aprovechar su pasantía por la LVBP para recobrar su mejor forma, esa que lo llevaron a ganarse un merecido ascenso a Las Mayores en 2019 y que lo mantuvo las siguientes dos contiendas como un fijo en el staff de relevistas de Boston.
Para logrado, ha confiado y se ha puesto a disposición absoluta del cuerpo técnico cardenalero, encabezado por el ex lanzador Oswald Peraza, uno de los artífices principales del buen desempeño mostrado hasta ahora.
“Todo el staff de pitcheo, el señor Peraza, todos me han apoyado bastante. Muchas personas me han hablado aquí de que tengo que seguir mejorando mi mecánica. Mi círculo y rutina de lanzamientos. De verdad que estoy sorprendido con la ayuda que he tenido, no me puedo quejar y gracias a Dios estoy haciendo el trabajo”, señaló.
Darwinzon Hernández amaneció el miércoles con 2.89 de efectividad en 9.1 innings, repartidos en 10 relevos
Pese a su infructífera participación en MLB la campaña que acaba de terminar, el conjunto de los Medias Rojas no le impuso ninguna restricción a su intervención con Cardenales; aunque sí le indicaron algunas instrucciones específicas, como la de hacer énfasis en la localización de sus envíos en strike.
“Me mandaron un plan de trabajo que consiste en comandar mi zona. Lo demás corresponde por mi cuenta, como continuar perfeccionado mi mecánica y mejorar mi físico para llegar ready (listo)” señaló, quien entre 2017 y 2020 apareció entre los 30 mejores prospectos del equipo, Baseball America.
El hecho de pertenecer a una franquicia tan importante y de tanta tradición en Estados Unidos como los Medias Rojas de Boston, le ha concedido a Hernández la posibilidad de experimentar momentos de presión bajo los escenarios más difíciles, como el de la afamada rivalidad Yanqui – Boston; sin embargo, luego de lo percibido, cree que lo que se vive en los estadios nacionales, es distinto.
“Es diferente, aquí el nivel es bastante alto y la fanaticada es distinta. Te exige mucho, que tienes que hacerlo bien, que siempre tenemos que ganar. Viven con mucha pasión a sus equipos. En cambio, allá no. En Estados Unidos es como más relajado. Si va bastante gente a los estadios, pero no se ponen con intensidad, te dejan ser un poco más”, dijo Hernández, antes de reconocer que ese fervor lo inspira de cierto modo a salir con mejor actitud y puede resultar de gran utilidad para su futuro.
“Esto me va a ayudar muchísimo. Estoy cien por ciento seguro de ello, así yo lo veo y así lo vemos muchos. Jugar aquí te convierte en mejor pelotero en muchos aspectos”, finiquitó.
Darwinzon Hernández disfruta de la intensidad de los encuentros en la LVBP
EL DATO
Los Medias Rojas de Boston reclutaron a Darwinzon Hernández por un bono de apenas 7.500 dólares, después que una lesión lo dejara fuera a principios del período de firmas internacionales de 2013. Pero una vez saludable, Hernández emergió como un destacado lanzador de poder. Los significativos problemas de control nublaron su potencial como abridor, pero mostró un rostro diferente cuando pudo usar todo su talento como relevista, después de hacer la transición al bullpen en las Grandes Ligas, a mediados de julio de 2019. El zurdo exhibe una entrega agresiva, de tres cuartos, con una extensión élite, que ayuda a que su recta de cuatro costuras (94-98 mph) presenta un movimiento que engaña a los bateadores, de acuerdo con los reportes de los scouts. Ese envío lo combina con una slider cortante (84 mph), que genera rodados y swings perdidos. Antes usó el cambio y la curva como abridor, pero los hizo a un lado una vez que comenzó a trabajar como apagafuegos.