Créditos Imagen: Daniel Mayora | Fotos: A. van Schermbeek
José Ángel Rodríguez | Prensa LVBP
Valencia.- Hay una frase en el dugout de Navegantes del Magallanes repetida como mantra en las últimas temporadas, desde que Robert Pérez es el coach de bateo del equipo. “El trabajo paga”, se reza entre todos los peloteros de la carabela. A partir de esta campaña, desde su llegada, Daniel Mayora decidió hacer una nueva versión: “la consistencia paga”.
No es un slogan. Tampoco palabras vacías. Desde la temporada 2011-2012, Mayora está entre los 10 bateadores con mayor cantidad de juegos disputados, hits, jonrones, dobles, carreras empujadas y anotadas en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, de acuerdo con una búsqueda en el portal de PelotaBinaria.
“La consistencia es lo que paga. Esa es la clave para haber tenido varias temporadas buenas con el bate”, expresó el paleador, de 37 años de edad, quien transita su temporada 15 en el circuito, con su cuarto uniforme, tras haber vestido las pieles de Leones, Bravos y Tiburones.
Mayora ha completado zafras sobre .300 puntos en varios niveles de Ligas Menores, liga independiente, Italia, Venezuela y México. En este último destino ya acumula cinco certámenes consecutivos en el circuito de verano, conectando más de 100 imparables en los tres primeros, con un tope de 177 en 2019 con los Generales de Durango, cuando quedó campeón bate de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), con .391 de average.
Esa capacidad para batear se ha visto en este campeonato con los bucaneros. Más allá de que los números se hayan vuelto más atractivos durante los últimos nueve juegos, antes de la jornada del 3 de diciembre, en ese lapso batea de 39-14 (.359) con dos jonrones, cuatro dobles, 10 carreras empujadas y nueve anotadas. Ya había mostrado buenos contactos y turnos de calidad a lo largo del curso.
“Al principio le estaba dando bien a la bola, pero no caía. Me he enfocado en tratar de darle fuerte a la bola, llevarla por el medio”, expresó el nativo de La Guaira antes del memorable juego contra Leones el viernes en el Estadio José Bernardo Pérez de Valencia. “El objetivo es buscar un buen pitcheo y golpearlo, no tratar de darle swing a todos los envíos. Buscar siempre buenos contactos”.
En esos recientes nueve careos, Mayora ha aparecido como cuarto bate en cuatro ocasiones, batea de 18-7 (.389), incluida una excelsa jornada en Puerto La Cruz con cuatro incogibles en seis turnos, donde empujó tres carreras, conectó un vuelacerca y disparó dos tubeys.
“La rutina es solo ir primero al cage y luego en la práctica de bateo intentar usar todo el campo. Así cuando llegue el juego y vengan los pitcheos que se quieran batear, sacar la mano para conectar bien a la pelota”, simplificó sobre el enfoque cotidiano, cuando sabe que estará como titular. “Si tengo hombres en posición de anotar, buscarlo y batearlo”.
Daniel Mayora tuvo un comienzo lento, pero ha trabajado en las prácticas para recuperar su habitual ritmo
Mayora no es infalible. En el juego del jueves contra Leones en el Estadio Universitario falló un turno decisivo con tres en base y un out ante José Mujica, con la pizarra en contra 2-3 en el séptimo inning. Se ponchó haciéndole swing a los tres envíos, algo inusual en su disciplina en el plato.
“Estaba tratando de conectar porque yo sé que a la gente de Leones (relevistas) le gusta atacar temprano. Me agarraron, esto es beisbol”, describió sobre esa situación. “Hoy (viernes) es otro día y trataré de buscar mi plan para tratar de hacerles daño yo ahora”.
Ese plan sí ofreció resultados para el toletero el viernes contra los melenudos en el feudo carabobeño. En el noveno inning negoció boleto al cerrador Anthony Castro con las bases llenas, para recortar distancias 11-12, en un juego que terminó a favor de los filibusteros 15-14 en 10 entradas.
Cuando se repasa la trayectoria del infielder, se descubren dos asignaturas pendientes con mucha evidencia: no haber podido llegar a Grandes Ligas y la falta de un título en la LVBP.
“No tuve factor suerte para jugar Grandes Ligas en esos momentos. Ahora creo que hay más oportunidades para los muchachos. El sistema ha cambiado bastante. Antes jugaban hasta los 39 o 40 años en Estados Unidos. Hoy no, ya tú ves que a los 28 o 29 años te dicen que estás viejo”, analizó.
El litoralense perteneció a cuatro organizaciones en su travesía dentro del beisbol organizado: Rockies de Colorado, Rayas de Tampa Bay, Gigantes de San Francisco y Dodgers de Los Ángeles. Llegó hasta Triple A con Tampa en 2011, pero no pudo dar el salto definitivo.
En relación a un anillo de campeón en el circuito. Lo observa como una opción realista para coronar su camino en la pelota.
“Este año tenemos bastante chance de quedar campeón. Mucha gente sabe que nosotros tenemos bastante pitcheo y somos contendores de nuevo para luchar de nuevo por el campeonato”, mencionó desde su óptica. Habrá que esperar para concluir si es tan fina como sus líneas sobre el terreno.