Nueva York.- La tercera edición del Hispanic Heritage Media Day de los Yanquis de Nueva York tuvo un acento muy especial: la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) fue invitada por primera vez al evento, que reconoce la labor de los comunicadores hispanohablantes en la cobertura del equipo. Allí, el antesalista mirandino Oswaldo Cabrera habló de su recuperación tras la fractura de tobillo sufrida en mayo y ratificó la importancia que la pelota invernal ha tenido en su desarrollo como pelotero.
“Todo, todo. Mira, fue la liga con la que crecí… De chiquito fui más fan de la Liga Venezolana que de la MLB”, confesó Cabrera, quien debutó con Tiburones de La Guaira en la zafra 2023-2024, en la que pudo compartir con su hermano Leobaldo, y no oculta su deseo de volver a uniformarse en Venezuela apenas su recuperación se lo permita.
SUEÑA CON VOLVER A VENEZUELA
Aunque la organización de Nueva York no lo contempla en el corto plazo, Cabrera insiste en que la posibilidad de regresar a la LVBP lo inspira cada día.
“Quizás no en octubre, pero me encantaría volver a jugar en Venezuela. No depende de mí, es un proceso que debo llevar. Si me dan la aprobación, desde el primer día estaría encantado de estar allá”, dijo el versátil pelotero, nacido en Guarenas, estado Miranda.
Cabrera mantiene la esperanza de recuperarse al máximo y, mientras tanto, se aferra a la liga donde se formó y al respaldo de la fanaticada de los Tiburones.
“Ganar la batalla en la mente es lo más importante. Mi meta es volver más fuerte, tratar de ser mejor cuando regrese. Gracias a la fanaticada venezolana por el apoyo y el cariño, todo eso nos da fuerzas”, subrayó.
LA LESIÓN QUE CAMBIÓ LA TEMPORADA
Cabrera, de 26 años de edad, se lesionó al intentar anotar desde tercera base tras un elevado de sacrificio de Aaron Judge, frente a los Marineros de Seattle, el 12 de mayo. En la jugada, su tobillo izquierdo se torció violentamente y debió salir del terreno en ambulancia.
Tres días después fue sometido a cirugía para reparar la fractura y los ligamentos comprometidos, procedimiento que requirió placas y tornillos.
El venezolano inició la temporada como antesalista titular en lugar del lesionado D.J. LeMahieu y, hasta el momento del percance, había disputado 34 juegos con una línea de .243/.322/.308, con cuatro dobles, un jonrón y 11 carreras impulsadas.

Siempre que puede, Oswaldo Cabrera comparte con los aficionados en Nueva York
REHABILITACIÓN PASO A PASO
El mánager Aaron Boone ha calificado como “poco probable” que el utility reaparezca en 2025. Cabrera se mantiene en rehabilitación, con sesiones controladas para fortalecer el tobillo y superar la debilidad en el cartílago.
“Ganarle el movimiento al tobillo es uno de los retos más grandes, pero al final todo está en la mente. Trato de vencer a esa vocecita interna que a veces te frena y enfocarme en mejorar. Ahora estamos casi comenzando a trotar, casi corriendo. Todavía no tenemos fecha para el regreso, pero estamos cada vez más cerca, avanzando despacio, a paso de tortuga, pero con pasos firmes”, explicó.
FORTALEZA COMO CLAVE
Cabrera aseguró que gran parte del proceso de recuperación ha sido mental, apoyado en la formación que recibió en casa.
“Siempre damos pelea como un león. Una de las mejores cosas que me enseñó mi padre fue que nada nos puede tumbar. Por eso trato de mantenerme fuerte y estable en la mente. No ha sido fácil, pero busco lo positivo, transformar lo negativo en motivación para mejorar”, afirmó.

Oswaldo Cabrera es uno de los peloteros más estimado en el clubhouse de Nueva York