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Manolo Hernández Douen | LasMayores.com
Los Ángeles.- Usted no encontrará mucha gente tan contenta como lo está el receptor Wilson Ramos por el éxito de los Nacionales de Washington, pero a la vez la frustración se apodera del valioso pelotero que será operado de la rodilla derecha esta semana.
“Estoy emocionado porque sé que tenemos el equipo con el cual podemos llegar a una Serie Mundial”, comentó Ramos el domingo por la noche en Washington, al referirse a los campeones del Este de la Liga Nacional, actualmente igualados con los Dodgers de Los Ángeles en una de las Series Divisionales del Viejo Circuito. “No me queda de otra que apoyarlos y seguir con ellos hasta el final”.
Fuera de acción desde fines de septiembre por un desgarre del ligamento anterior de su rodilla derecha, Ramos, participante en el Juego de Estrellas del 2016 celebrado en San Diego, experimentó una campaña simple y llanamente sensacional, con topes personales en juegos (131), promedio de bateo (.307), dobles (25), jonrones (22) y carreras impulsadas (80), entre otros renglones.
Tirios y troyanos coinciden en que los Nacionales no hubiesen hilvanado ni remotamente una de las mejores temporadas entre todos los equipos de las Grandes Ligas de no ser por el aporte de “El Búfalo”, apodo que recibe el catcher de Valencia, tanto por su fortaleza física como por su enorme garra y competitividad.
La fanaticada de Washington lo quiere como si fuera uno de la familia y prueba de ello fue la tremenda ovación que le dieron al inaugurarse la Serie Divisional en el Nationals Park. Ramos permanece con la novena, por lo menos hasta que sea operado, para darle su apoyo moral y a la vez aconsejar a sus colegas latinoamericanos José Lobatón (Venezuela) y Pedro Severino (República Dominicana), que se dividen el trabajo en la receptoría en su ausencia.
“A la vez me dio alegría, a la vez me dio nostalgia, sentí muchas emociones”, comentó Ramos. “Sentí el gran aprecio de la fanaticada de Washington. Eso me una gran alegría, muchas más fuerzas para seguir adelante con mi terapia, para tratar de darles a ellos la emoción de estar de nuevo en el terreno”.
Obviamente, lo que más quisiera Ramos en los actuales momentos es llamar un juego de los Nacionales desde detrás del plato o sacudir uno de sus descomunales y productivos batazos, pero no va a ser posible, tal vez hasta bien entrada la próxima temporada.
“Es de verdad bastante frustrante no estar en el lineup en una postemporada”, subrayó el catcher de la tierra de Simón Bolívar. “Me esforcé bastante, trabajé bien duro en la temporada. No estar aquí ayudando al equipo es bastante triste”.
El siguiente paso en camino a su recuperación va a ser la respectiva operación, que se llevará a efecto esta misma semana.
“Tenemos planes para después de que regresemos de Los Ángeles, entonces tomaremos la decisión para operarme entre jueves y viernes”, detalló el veterano de 29 años de edad, que debutó en las Ligas Mayores con los Mellizos de Minnesota el 2 de mayo del 2010. “Después, todo dependerá de cómo vaya la recuperación. Lo más probable es que sea (su retorno) entre seis a siete meses”.
Aunque Ramos siempre ha demostrado ser un valiente de la pelota, desde el minuto que debutó en la Gran Carpa y hasta en sus actuaciones en la temporada venezolana con los Tigres de Aragua, reconoció que la dimensión de su lesión pudiera afectar bastante su futuro inmediato en el apasionante mundo del diamante
“Ahorita en este momento, aunque me cueste no pensar en eso, estoy tratando de mantener mi concentración en lo que es mi rehabilitación”, puntualizó el atleta venezolano. “Me propongo tratar de salir de esto fuerte y saludable”.