Créditos Imagen: Hernán Pérez | Foto: CBPC
José Luis López | Prensa LVBP
Caracas.- Corría 1971 y el ambiente de la Serie del Caribe, a realizarse en el Estadio Hiram Bithorn, ubicado en Hato Rey, San Juan de Puerto Rico, estaba teñido de expectativa. México se aprestaba a hacer su debut en el clásico regional, a pesar de hacerlo con una liga que no operaba en la cuenca caribeña, sino en la parte noroccidental del país, bañada por las aguas del Océano Pacífico. 
En aquel año, aquella Liga del Pacífico había tronado en las agencias cablegráficas al contar con un pelotero que había totalizado la increíble cifra de 27 jonrones en un torneo invernal. ¿Su nombre?… Bob Darwin. El mismo que un año después batearía 19 vuelacercas con la franela de Navegantes del Magallanes y establecería nuevo récord para la LVBP, al dejar atrás los 18 que Brant Alyea había impuesto en 1968 con Cardenales de Lara.
Darwin estuvo presente en la justa de San Juan 1971, pero no fue el referente jonronero de Naranjeros de Hermosillo. Celerino Sánchez, antesalista y uno de los más completos jugadores nacidos en México, ganó doble corona en el evento al despachar tres cuadrangulares y remolcar nueve carreras. Manuel Mota, mánager-jugador del campeón Tigres del Licey -que comenzaba en aquella gesta su gran colección de títulos caribeños-, se ceñía la corona restante, al ganar el campeonato de bateo de la confrontación, con alucinante promedio de .579 puntos. Ligó de 19-11 y se llevó también el premio de Jugador Más Valioso.
Hermosillo, dirigido por Maury Wills -antiguo campocorto de Dodgers de Los Ángeles, jugador que transitó por la hoy desaparecida Liga Occidental y consumado ladrón de almohadillas en la Liga Nacional-, enfrentó por vez primera a un equipo venezolano, la tarde del lunes 7 de febrero. Y ese equipo criollo fue Tiburones de La Guaira.
Con gran labor del cubano Jorge Lauzerique, tomado como refuerzo desde Magallanes, Tiburones tuvo el honor de llevarse la victoria, en el histórico primer duelo México-Venezuela en una Serie del Caribe. La Guaira salió airoso 5-2, en labor completa de Lauzerique, apoyado por cuadrangulares del cubano José Cardenal y de Pat Kelly, ambos jardineros del representante venezolanos. Valga acotar, importados de alta entrega a su fecundo paso por la LVBP.
El jueves 11 de aquel febrero, vendría la revancha entre Hermosillo y La Guaira, equipo que -de ganar- terminaba solo en el segundo lugar de la competencia, como escolta de un invicto Tigres del Licey con marca de 6-0.
Pero Hermosillo destrozó aquellos planes con triunfo de 7-2, apoyado en ataque de 13 hits y pitcheo completo de Jerry Ray. Celerino Sánchez resultó la figura ofensiva al descargar tres imparables y remolcar dos anotaciones. El revés recayó en el siempre recordado Aurelio Monteagudo.
Finalmente, hubo un triple empate en el segundo lugar entre el anfitrión Cangrejeros de Santurce –dirigido por el inmortal Frank Robinson-, Tiburones de La Guaira y Naranjeros de Hermosillo. El segundo lugar se transformó también en último puesto, gracias a un equipo mexicano que no desentonó en San Juan.
Pasarían entonces 53 años para que Naranjeros y Tiburones coincidieran nuevamente sobre un terreno de juego. Y esta vez, La Guaira dio la dentellada definitiva para eliminar a Hermosillo de Miami 2024, merced de una victoria 6-1. Con esa eliminación se saldaba la deuda pendiente desde aquel ya lejano 11 de febrero de 1971, en el entonces moderno Estadio Hiram Bithorn de San Juan de Puerto Rico. Aparte de asumir 2-1 el control de la serie particular. Cabe una pregunta: ¿Cuantos años deberán pasar para que Hermosillo y La Guaira, vuelvan a medirse en una Serie del Caribe?
