Créditos Imagen: Gleyber Torres | Foto: AP
José Luis López | Prensa LVBP
Caracas.- Marineros de Seattle tiene interés en Gleyber Torres, segunda base de los Yanquis de Nueva York. La sorpresiva información está firmada por Joel Sherman en el New York Post.
El periodista advierte que no hay indicios de que las dos partes estén cerca de algún tipo de intercambio. El jugador de cuadro, de 25 años de edad, es elegible para arbitraje por segunda vez este invierno y está bajo el control del equipo hasta la temporada 2024.
Torres tuvo una temporada sólida para los Yanquis en 2022, al batear para .257/.310/.451 con 24 jonrones, 76 carreras impulsadas y 10 bases robadas en 140 juegos.
Si se consumara un intercambio, Torres podría salir afectado al pasar de los confines amistosos del Yankee Stadium a los vastos espacios del T-Mobile Park en Seattle.
Sherman subraya que ignora si las dos partes son particularmente cercanas en algún tipo de intercambio, aunque también teoriza que los nautas podrían ofrecer a cambio a los Yanquis, algo de ayuda en el bullpen, similar al acuerdo de Seattle por Teoscar Hernández a principios de esta semana.
La segunda base es un área de necesidad para los Marineros, y Kolten Wong de Milwaukee es otro nombre supuestamente en el radar del equipo, según expresa Mark Polishuk del portal MLB Trade Rumors.
La adquisición de un segunda base permitiría a los Marineros mantener a J. P. Crawford en el campocorto, que el presidente de operaciones de beisbol, Jerry Dipoto, ha dicho que es el escenario preferido del equipo para 2023 y más allá.
Esto incluso se extiende al mercado de shortstops de este invierno, ya que Dipoto tiene la esperanza de encontrar un campocorto de primer nivel que podría estar dispuesto a moverse a la otra posición del cuadro medio para acomodar a Crawford. Cambiar por un jugador como Torres permitiría al Seattle eludir el mercado de paradores en corto de agentes libres por completo, y tal vez ahorrar algo de espacio en la nómina para abordar otras necesidades, a juicio de Polishuk.
Realidades numéricas
Torres es un ex campocorto, ya que el intento desafortunado de los Yanquis de usar al venezolano en esa posición diario, resultó en algunos números defensivos mediocres.
Una defensa del equipo muy mejorada fue una gran parte del éxito de Nueva York en 2022, y Torres fue parte de ese esfuerzo en la segunda base, a los ojos de las métricas de carreras defensivas salvadas (+9) y UZR/150 (+4.8). La métrica de outs por encima del promedio no fue tan amable con solo una calificación de -1, pero ciertamente no hay duda de que Torres tiene más valor defensivo en la intermedia que como torpedero.
¿Cómo se verá afectado el trabajo con el guante de Torres en 2023, cuando se limiten las formaciones defensivas? Es algo que está por verse. Aun así, los Marineros tienen confianza en la habilidad de Crawford como campocorto defensivo de élite -agreguemos el condicionante de “cuando está sano”-, y podría compensar algunos o cualquier problema que Torres pueda tener bajo las nuevas reglas. Podría ser que Seattle también piense que el bate de Torres puede compensar cualquier deficiencia en el campo, analiza Polishuk.
La ya referida línea ofensiva de .257/.310/.451 con 24 jonrones en 572 apariciones en el plato la temporada pasada, le resultó un 115 wRC+. Fue una recuperación sólida del 94 wRC+ de Torres en 2021, ya que se pensaba que el cambio defensivo también ayudaría a Torre a concentrarse más en el plato.
Torres bateó con mucho más poder e hizo un contacto mucho más fuerte en 2022 que en 2021, aunque sus tasas de ponches y boletos en realidad disminuyeron a números por debajo del promedio de la temporada anterior. Dicho esto, siempre ha habido alguna variación en las tasas de K% y BB% de Torres, incluso desde sus mejores temporadas (2018 y 2019), mientras que 2022 marcó la primera vez que el porcentaje de pelotas golpeadas con fuerza por el infielder, superó el promedio de la liga.
Aspecto financiero
En el aspecto financiero, Torres está controlado por arbitraje hasta la temporada 2024, y se proyecta que gane $9,8 millones este invierno en su tercer viaje a través del proceso arbitral. Como jugador de Super Two, Torres tiene cuatro años de elegibilidad de arbitraje en lugar de los tres habituales, y su salario proyectado para 2023 representa otro aumento notable de su cifra de $6.25 millones en 2022.
Si bien los Yanquis son uno de los equipos con más presupuesto en el beisbol, eso no significa que necesariamente están dispuestos a seguir en la cobertura de este costo creciente, especialmente si tienen alguna duda de que la producción de Torres sea merecedora de este precio, considera Polishuk, quien agrega más elementos a su análisis.
Además, Nueva York tiene algunas opciones de calidad -y más baratas- que surgen de su sistema de granjas. Oswaldo Cabrera y Oswald Peraza debutaron cada uno en las Mayores la temporada pasada, y se espera que el prospecto estrella Anthony Volpe pruebe por primera vez el máximo nivel en 2023.
Sherman escribe que “los Yanquis les hicieron saber a los ejecutivos en las reuniones de gerentes generales que estaban abiertos para hacer negocios con sus infielders medios”, lo que significa que tanto Torres como Isiah Kiner-Falefa podrían cederse para mejorar en otras posiciones y crear espacio en la alineación para los jóvenes. Los Yanquis evitaron el viernes el arbitraje con Kiner-Falefa, al acordar contrato de un año y $6 millones para la campaña 2023.
Hay suficiente potencial de rotación como para que Sherman “se sorprenda si al menos uno (de Torres o Kiner-Falefa) no se mueve” antes del Día Inaugural. Además del recién renovado Anthony Rizzo en la primera base, hay mucho cambio potencial en el cuadro interior de Nueva York, dado que D.J. LeMahieu todavía medita sobre el mejor curso de acción para tratar las lesiones en los dedos de los pies que lo obstaculizaron la temporada pasada.
Si la cirugía se vuelve necesaria para LeMahieu, eso podría hacer que los Yanquis estén menos dispuestos a mover a un contribuyente comprobado como Torres. Los Yanquis parecen listos para abrir la posición de la tercera base y mover de allí Josh Donaldson. Sin embargo, la combinación del declive ofensivo de Donaldson, su mala reputación en el clubhouse y su gran contrato -al menos $29 millones restantes hasta 2023-, podría significar que los Yanquis podrían liberar finalmente a Donaldson, si solo quieren dejar atrás al ex Jugador Más Valioso de la Liga Americana, concluye Polishuk.