Créditos Imagen: Samuel Moscatel Foto: Prensa Caribes de Anzoátegu
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Mazatlán.- Samuel Moscatel luce sereno. Han pasado dos días después de la eliminación de Anzoátegui en la Serie del Caribe y la modesta actuación del club oriental es parte del pasado. La Tribu llegó a Mazatlán luego de una temporada 2020-2021 de la LVBP difícil, con muchas dudas, y eso es un logro en sí mismo.
Aunque el mal sabor de la derrota en la competición de campeones, tal vez le resulte un poco incómodo, el gerente general de Caribes está listo para dar un balance, para hablar en perspectiva de lo ocurrido.
“No me arrepiento de ninguna decisión que haya tomado”, dice el gerente general de Caribes, sentado en el amplio lobby del Hotel Playa Mazatlán, que por estos días es el cuartel general de los ejecutivos de las ligas invernales y la Confederación de Beisbol Profesional del Caribe.
“No salió como esperábamos, pero creo que hicimos una buena escogencia de los refuerzos, blindamos las partes débiles del equipo, blindamos el pitcheo y los abridores estuvieron espectaculares”, analiza. “Nunca imaginé que la ofensiva iba a caerse de esa manera. Ni yo, ni los muchachos”.
Caribes exhibió la tercera mejor efectividad del certamen (2.89), solo detrás de Águilas Cibaeñas (0.60) y Criollos de Caguas (2.55), los equipos finalistas. Solo que los bates entraron en un letargo que no pudieron sacudirse, incapaces de respaldar a sus monticulistas. Anzoátegui recibió dos blanqueos, durante 15 episodios seguidos no logró anotar y llegó al último encuentro de la primera ronda con una carrera en 31 episodios. Pese a ello, estuvo cerca de avanzar a semifinales.
“Probablemente nos afectó haber jugado tres partidos a las 10 de la mañana, con el sol en contra, lo que nos costó un par de encuentros (Herlis Rodríguez y Willians Astudillos perdieron elevados en el radiante sol de Mazatlán), pero son cosas que pasan en el beisbol”, apunta el ejecutivo. “En ocasiones entras en una mala racha y no puedes salir de eso, algo similar le pasó a Cardenales de Lara en la Serie Final. Simplemente no pudo producir. Hombres como Alí Castillo, Danry Vásquez, Willians Astudillo, Niuman Romero, Balbino Fuenmayor, que no pudo pegar un hit, son bateadores profesionales. Son cosas que se nos escapan de las manos. La ausencia (Rafael) ‘Balita’ Ortega, que no pudo jugar en toda la serie, nos afectó bastante. Pero en líneas generales se trató de juegos muy apretados, muy peleados. Apenas algunos detalles que al final pudieron hacer diferencias”.
Caribes ligó de 30-4 con corredores en posición de anotar (.133) y dejó en las bases a 34 hombres esperando remolque, mientras que exhibía una línea ofensiva de .196/.293/.281, apenas por encima de Caimanes de Barranquilla (.174/.244/.226). Además, fue el equipo que menos carreras anotó en el evento (7). El relevo también tuvo sus bemoles y terminó con balance de 0-3, con un promedio de 5.40 anotaciones merecidas. Aunque Silvino Bracho salvó un encuentro y se apuntó un cero de antología contra Culiacán, para mantener vivas las esperanzas del campeón de la LVBP.
“Esta ha sido la mejor versión de los cuatro equipos que han viajado a la Serie del Caribe, en los últimos 11 años (racha de veces en la que se ha clasificado Anzoátegui)”, sopesa Moscatel. “Tuvimos tiempo de prepararnos, de realizar la logística y de escoger a los refuerzos. Todo bien pensado. Trajimos cinco abridores de primer nivel. Tres relevistas de primer nivel, para el último tercio del juego. Solo que entramos en ese bache y no se pudo batear. Eso sucede en los equipos. Normalmente Caribes logra salir de esos baches. Esta vez no fue así”.
Algunos batazos salieron de frente. Un elevado le pegó en el rostro al seguro Rodríguez en el jardín central, molestado por el sol. Pedro Rodríguez no pudo mantener una diferencia de tres rayitas ante la alineación de Culiacán, después de do outs en el octavo innings. La lista de infortunios en larga y tortuosa.
“No tengo la menor duda que si hubiésemos ganado es partido contra México (Tomateros de Culiacán), probablemente el equipo hubiese dado una buena sorpresa en la semifinal y después en la final, porque Caribes es de rachas”, abunda. “Éste y el de 2015, en San Juan (Puerto Rico), son los mejores equipos que hemos traído, pero el de 2021 es superior. Estaba blindado por todos lados y no se pudo batear”.
Mike Álvarez con el camino despejado
Mike Álvarez, el mejor coach de pitcheo de la LVBP durante más de una década, dio un paso al frente, cuando la gerencia de Caribes decidió romper vínculos con el manager Jackson Melián y darle las riendas del equipo. Bajo el mando del curtido instructor cubano, la Tribu jugó para 18-6, incluida la postemporada y los orientales alzaron el cuarto cetro en su historia. Así que, hoy día, Álvarez tiene las puertas abiertas para regresar en el rol de estratega, pese al balance de 1-4 en la Serie del Caribe.
“Ya hablé con él y la decisión está en sus manos”, suelta Moscatel. “Creo que hizo tremendo trabajo, el grupo lo aprecia, lo respeta, lo sigue. Él se encontró con algo, que no esperaba que le sucediera y de pronto estaba dirigiendo. Pero son casi 30 años en el beisbol. Tiene la experiencia para eso. Ya yo lo conversé con los dueños del equipo y están de acuerdo en que Mike debería ser el manager para la próxima temporada, pero la decisión es de él”.
El tema se volverá a discutir en algún momento del mes de abril.
“Nosotros llegamos ahorita a Venezuela y tomamos un break de un mes aproximadamente. En marzo era la época que viajábamos al Spring Training, para conversar con nuestros peloteros y era un tiempo de distención. Este año puede ser diferente por la pandemia de Covid-19. Lo que sí es seguro es comenzaremos a hablar de beisbol otra vez en abril. Entonces vendrán los cambios, analizaremos qué podemos conseguir en el mercado, definiremos al cuerpo técnico, quiénes van a acompañar a Mike. En lo particular me gustó mucho el trabajo de (Gustavo) Molina (coach de banca), que ha hecho una buena química con Mike. Habrá que definir al coach de pitcheo. Tiene que ser alguien de confianza de Mike”.
El coach Gustavo Molina estaría de regreso como mano derecha del manager Mike Álvarez
“Hay Caribes para rato”
Cuesta trabajo buscar en los registros de Caribes y conseguir un cambio realizado por Samuel Moscatel y que no le haya funcionado al conjunto con sede en Puerto La Cruz. Oswaldo Arcia, Willians Astudillo, Balbino Fuenmayor, Rafael Ortega, Herlis Rodríguez y Luis Sardiñas, que formaron parte de la alineación que le dio el cuarto título a la organización en enero pasado, son firmas originales de otros equipos, que llegaron a Puerto La Cruz en diferentes transacciones.
Los derechos David Martínez y Andrés Machado, lanzadores clave para Anzoátegui en la 2020-2021, fueron obtenidos en los canjes de Alexi Amarista y Gorkys Hernández, durante el receso de temporada. Eso no quiere decir que Moscatel se quedará inmóvil en los próximos meses.
“Antes de la temporada se hicieron los cambios que se tenían que hacerse. Conseguimos presente y futuro. Fue una temporada dura, pero realmente los movimientos que se hicieron dieron resultado”, apunta Moscatel.
“Es un gran premio estar aquí (en Mazatlán). Siempre he confiado en los muchachos. Ellos desde el primer momento querían que la Serie Final se disputara contra Lara, para tomar revancha del año anterior. Nos dolió muchísimo haber perdido esa final allá en Barquisimeto. Incluso hubo daños colaterales. El tema de Amarisra fue complicado. Pero sirvió para darle la oportunidad a Andruw Monasterio, que ya venía pidiendo espacio, tenemos un segunda base o short de futuro, igual que todos los cambios que hicimos. Nosotros no le tenemos miedo a los movimientos. La institución está por encima de los jugadores. Los jugadores pasan y el equipo se mantiene. Nadie es indispensable, incluyéndome a mí, pero juntos remamos hacia el mismo objetivo”.
“Tenemos un mejor equipo hoy, que el que teníamos el año pasado, por todo lo que involucraron los movimientos que hicimos. Los jóvenes pudieron competir este año (el caso más destacado, el del relevista Iván Medina)”, continúa el ejecutivo en su análisis. “Tenemos una buena cantidad de peloteros que no pudieron venir, que pronto se darán a conocer y todos se podrán dar cuenta de lo que hemos hecho estos 11 años. Gracias a lo que hemos hecho, junto con mi equipo de trabajo (Otto Padrón y Tony Mérola), a quien consulto todo, tenemos Caribes para mucho rato”.
No hay razones para dudarlo.