Créditos Imagen: Ronald Acuña | Fotos: AP
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- Ronald Acuña Jr. conectó a 109,4 millas por hora el segundo pitcheo que vio en el juego del martes y envió la bola a 448 pies de distancia, entre los jardines izquierdo y central, para elevar sus jonrones a 26, lo que le permitió anotar por vez 100 en la temporada, en el inicio de un eventual triunfo de los Bravos de Atlanta 8-6 contra los Piratas de Pittsburgh, en el PNC Park.
El jardinero, que debió abandonar el desafío en el sexto inning por un pelotazo, pisó el plato por centésima vez en el encuentro 111 de los Bravos. Ningún jugador nacido en Latinoamérica había llegado a esa cantidad de anotadas tan rápido en la historia de MLB, informó el periodista Efraín Ruiz, de LasMayores.com.
Acuña es el dueño de la marca para un venezolano con 127 anotadas en 2019. Ese año piso el plato por ocasión 100 en el compromiso 121 de Atlanta. De estar saludable y mantener el ritmo actual proyecta terminar la campaña con 146 anotadas. El registro de Atla nta está en manos de Dale Murphy, con 131, desde 1983.
La última vez que alguien sumó tantas fue el dominicano Sammy Sosa en 2021, con los Cachorros de Chicago. En la historia de las Mayores solo ha ocurrido en 63 veces que un pelotero hace sonar la registrado en 146 oportunidades, de acuerdo con Baseball-Reference.
Entretanto, Acuña se ha llevado la cerca como primer bateador de un compromiso en 31 ocasiones, lo que le tiene igualado con el quisqueyano Alfonso Soriano en el cuarto lugar histórico en la lista de la Liga Nacional. Algo notable, si se toma en cuenta que apenas tiene 25 años de edad y está en medio de su sexto torneo en la Gran Carpa.
El grupo lo encabeza el miembro del Salón de la Fama, Graig Biggio (53), seguido por Jimmy Rollins (46), Charlie Blackmon (40) y ahora el criollo, según un reporte de StatsCentre.
Acuña amaneció este miércoles con .339 de promedio, el tercero más elevado del viejo circuito, y lidera las Mayores con 53 bases robadas.
SÓLO UN SUSTO
El sexto capítulo, Acuña no pudo quitarse de encima un envío pegado del relevista de los Piratas Collin Holderman, a 97 millas por hora, que impactó sobre el codo izquierdo, y todos en el dugout de los Bravos contuvieron el aliento al observar las muestras de dolor del dinámico patrullero.
Acuña fue blanco del séptimo pelotazo en su humanidad de la zafra, pero esta vez el impacto generó alarmas. El venezolano fue revisado por el preparador físico de los Bravos, George Poulis, y tras una breve conversación con el mánager Brian Snitker, abandonó el terreno.
Al poco tiempo, los Bravos anunciaron que las placas a las que se sometió Acuña dieron negativas.
“Estoy seguro de que le dolió bastante y perdió la sensibilidad en el brazo”, comentó Snitker. “Me alegro de que no haya aparecido nada (en las radiografías). Preferí no arriesgarme dejándolo en el juego y simplemente lo dejé ir a recibir tratamiento. Esperemos a ver cómo se siente mañana (miércoles)”.