Richard Gómez: “Jugando buena pelota se pueden lograr los objetivos”

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Créditos Imagen: Richard Gómez Foto: Prensa Leones

 

Alexander Mendoza | Prensa LVBP

 

Caracas.- El alto mando de Leones del Caracas tenía una enorme deuda. El equipo se desplomó en la segunda mitad de la temporada anterior, terminó con el peor récord de la liga (15-25) y la efectividad colectiva más elevada (5.89) en la historia del club, que data desde 1946.

Un balance que dejaba poco espacio a la esperanza. Así que cuando Richard Gómez, gerente deportivo del club, declaró durante el primer día de prácticas en octubre, que el conjunto no tenía el talento de otros equipos, pero que iba a competir, muchos analistas se miraron las caras y enarcaron las cejas. Existía un núcleo de peloteros jóvenes y talentosos. Pero era difícil vender esa idea.

“Evidentemente sí. Pero pudimos demostrar que jugando una buena pelota se pueden lograr los objetivos, a pesar de las falencias que puedas tener. Desde el primer día nos pusimos como meta tapar nuestras debilidades con un bueno juego”, soltó el ejecutivo, con la tranquilidad de ver al equipo clasificado y con posibilidades de terminar en la tercera posición de la tabla.

El primer paso, para echar andar el plan fue contratar a un cuerpo técnico curtido, comandado por el mánager José Aguacil, reputado técnico en la organización de San Francisco y con una experiencia invernal positiva en LIDOM, y respaldado por la exitosa dupla de Lipso Nava y Wilson Álvarez, como coaches de banca y pitcheo, respectivamente. Ambos llegaron con un amplio resumen curricular, que incluía guiar a las Águilas del Zulia al campeonato de la 2016-2017.

“El área que se atacó primero fue estructurar un cuerpo técnico de experiencia y de renombre. Queríamos darle a los jugadores figuras con nombre en la liga y con exitosas carreras como técnicos, darles esa referencia. Lo segundo fue fortalecer el roster. Fallamos en la temporada pasada porque estábamos muy cortos, con poca profundidad y no queríamos que eso volviera a pasar. Por eso fuimos agresivos en el mercado”.

Gómez logró sumar ocho nuevas piezas al equipo, entre ellas César Valera y Erick Castillos, dos peloteros clave que llegaron provenientes de Caribes de Anzoátegui, en el mega canje que involucró a los grandeligas Asdrúbal Cabrera y Víctor Reyes.

“Ese fue el cambio más difícil. No era sencillo salir de Cabrera y Reyes, aunque ambos habían mostrado muchos problemas para jugar con Leones. La mayoría de jugadores que han llegado nuevos aportaron su cuota. Antes conseguimos a (Jesús) Zambrano (del Magallanes por Carlos Pérez en 2019), (Eduardo) Paredes (proveniente del Zulia), Anthony Jiménez (desde Aragua). Pero sin duda que, Valera y Castillo terminaron de formar el núcleo. Y todavía tenemos gente para el futuro, con el inicialista Leandro Cedeño”, abundó Gómez, que transita su tercer año como gerente.

Los derechos Zambrano y Paredes han sido bazas del bullpen, pero también había que volver a confiar en brazos que formaron parte del desastre de la 2020-2021. Uno de ellos, Ronald Herrera, venía de ser vapuleado (31.76 PCL) y terminó convertido en un abridor fiable.

“Ahorita es fácil decirlo, pero le preguntas a cualquiera (del equipo) y te dirá que siempre mostré disposición para que le dieran la bola a Ronald. El año pasado habíamos hablado que le faltaba ritmo de competencia. Ahora está mostrando sus cualidades”, enfatizó el periodista caraqueño, en conversación con la LVBP.com.

Pero antes, Leones pasó poco más de un mes y 26 desafíos sin que ninguno de sus abridores ganara un encuentro, algo inédito en la liga, al menos desde la primera expansión en la zafra 1965-1966, de acuerdo con Quality Sports. En ese lapso los iniciadores melenudos compilaron un preocupante registro de 0-7, con 6.30 de efectividad y 1.72 de WHIP. Los fantasmas del pasado inmediato volvían a quejarse y sonar sus cadenas, en la desolación del fracaso.

El nicaragüense Kevin Gadea y el californiano Alex Sanabia, hombres de experiencia en el circuito y exitosos en el beisbol internacional, se sumieron en un marasmo del que nunca pudieron salir. La estructura que se había diseñado para la rotación, mordió el polvo.

“Gadea y Sanabia nos pusieron en una situación difícil. Pero el cuerpo técnico hizo un trabajo de orfebre extraordinario. Todos los días veíamos cómo combinar los brazos hasta que poco a poco se fueron mostrando quienes podían abrir y los que podían relevar largo. Gran trabajo de Wilson Álvarez y Alguacil en ese sentido”, explicó Gómez.

Ese “trabajo de orfebre” incluyó piggy backs, openers, días de bullpen y alguno que otro truco sacado de la chistera a última hora. En tanto que, si era necesario traer al cerrador José Torres a sacar los tres outs del séptimo inning, Alguacil lo hacía y después acudía al resto de sus taponeros para ver quién daba un paso al frente y resolvía el resto.

“El cuerpo técnico fue clave, como dije antes, todos los días trabajaba con un pequeño grupo de jugadores y le sacaba el máximo provecho”, puntualizó Gómez.

 

El swingman Yoimer Camacho se convirtió en una solución durante un momento de crisis

Después que Yoimer Camacho rompió el maleficio y el 25 de noviembre se convirtió en el primer abridor del Caracas con un triunfo, las cosas comenzaron a mejorar.

A partir del 1° de diciembre, ya había abridores establecidos: Jhonathan Díaz, José Mujica, Ronald Herrera y Camacho. Además, se sumaron los dominicanos Gerson Garabito y Jefry Valdez, para darle oxígeno al relevo intermedio y realizar aperturas ocasionales.

Caracas jugó para 11-5, con un promedio de carreras limpias de 4.15, más de una anotación menos que la efectividad colectiva de la liga (5.24), solo detrás de Lara (3.31) en el ese lapso, para clasificarse sin mayores contratiempos. La ofensiva siempre respondió y Leones siguió aferrada a ella, con una línea colectiva de .303/.394/.412 y .806 de OPS, en las fechas decembrinas.

Todo coincidió con el ascenso de Jhonny Pereda como receptor regular, por encima del grandeliga Castillo. Con el Novato del Año de la 2020-2021 detrás del plato, los lanzadores de Leones tiraron para 3.86 PCL en 133.0 innings.

Pereda forma parte de la columna vertebral que sostiene a Leones, junto con Aldrem Corredor, Alexander Palma y Romer Cuadrado, así como los grandeligas Wilfredo Tovar, candidato a Jugador Más Valioso, y José Rondón.

“Lo que más me agradó fue la entrega. Caracas ganó muchos de sus juegos viviendo de atrás. Además, varios de los peloteros iban al terreno todos los días con dolencias. Gran trabajo del equipo de trainners y nuestros médicos, que parecían atender una sala de emergencias todos los días. Son detalles que nadie observa”, reveló Gómez.

Otro trabajo poco valorado en el éxito del equipo por el que nadie apostaba un centavo, fue el de Víctor Gárate, ex mánager de la 2020-2021 convertido en asistente a la gerencia.

“Importante, no solo por su experiencia, sino por ser el hilo comunicante con los jugadores, cuerpo técnico y gerencia. Era nuestra voz en el terreno, el que explicaba qué queríamos y esperábamos de los peloteros”.

Si el campeonato terminara hoy, Caracas sería el gran ganador. De su ruinosa actuación, construyó bases sólidas para pensar en algo más allá del presente torneo. Pero ni siquiera la eliminatoria ha concluido y queda camino por recorrer.

“Veremos en qué posición quedamos y cómo podemos reforzarnos, pensando en el Round Robin, en lo que podemos hacer”.

Alguacil se encargó de recordarlo en Maracaibo el sábado, cuando Leones compró el boleto a la postemporada: “Es solo el primer paso, camino a un objetivo mayor”.

Con metas claras y conscientes de sus posibilidades, Leones prevaleció. No bajó los brazos y logró salir del foso en el que cayó hace menos de un año.

Es difícil vencer a una persona que nunca se rinde, diría Babe Ruth.

 

Jhonny Pereda se consolidó detrás del plato, guiando al pitcheo de Leones en un productivo mes de diciembre

EL DATO

A pesar de la especie, que se ha convertido en tendencia de opinión pública, la gerencia de Caracas no administra bolsillos vacíos, ni está aprisionada por una camisa de fuerza. “Mira, en este año el señor Eduardo Cisneros (dueño) nos dio confianza y recursos. Y junto con Juan Carlos Escobar (gerente general) hemos podido maximizar esfuerzos. Nosotros trabajamos apegados a un presupuesto y este año hubo mayor inversión”, puntualizó Richard Gómez, gerente deportivo de Leones.

 

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