Créditos Imagen: Renny Osuna Fotos: AVS PHOTO REPORT
Andriw Sánchez Ruiz | Prensa LVBP
Caracas.- Comienzos de noviembre. Pasadas las 2:00 pm. Justo al borde del dugout de la derecha del Estadio Universitario. Uno de los cerebros de la gerencia de Tiburones de La Guaira: “Si ves bien…”, señala al tiempo que ve a peloteros como Edgar Durán, Danry Vásquez, Teo Martínez y Heiker Meneses. “Este es un equipo que tendríamos en una temporada normal, sin la exclusión de MLB”.
Mientras que la mayoría de las novenas estaban notablemente afectadas por la salida de la LVBP del Acuerdo de Ligas Invernales, los escualos no tanto. Héctor Sánchez estaba a disposición, así como el cerrador estelar Gregory Infante. Eudys Idrogo, uno de los novatos más destacados de la campaña pasada, encabezaba la rotación. Juan Apodaca estaba en camino y se contaban con otros nombres de experiencia que, con grandeligas o sin ellos, siempre han tenido sus momentos importantes, como Alberto González, Omar Carrizales, Junior Sosa, Rafael Cova, etc…
Tiburones, aunque con interrogantes en el pitcheo, se alzaba como uno de los equipos fuertes en teoría. Y en la práctica también lo ha sido.
18 de diciembre. Poco más de las 10:00 pm. Centro del diamante del Universitario. Chorros de cerveza y champaña se alzaban al cielo. La samba tocaba sobre el césped. La Guaira regresaba a los playoffs. Le ganó poco antes a Cardenales de Lara y, con la victoria de Bravos de Margarita sobre Navegantes del Magallanes, aseguraba el boleto a enero. Renny Osuna, gerente-manager, salió empapado de la celebración.
“La armonía cambió muchas cosas. El equipo se engranó, esa fue la clave”, fue una de las primeras frases que dijo, cuando se le pidió una breve memoria y cuenta del éxito en la ronda regular. “Hemos logrado el primer paso, vamos por el segundo. Estoy contento por todas las cosas que han hecho estos muchachos. Sé que se merecen esto y mucho más”.
Muchas veces las proyecciones no son precisas y, en algunos casos, ni siquiera se acerca a la realidad. Pero esta vez sí acertaron con el cardumen. Como se esperaba el equipo batea (lo hace mucho) y tiene la suficiente experiencia en defensivamente para poder resolver, a pesar de haberle dado la primera base a Leonardo Reginatto, quien no tiene mucho recorrido allí. Y también, como se veía venir, hubo problemas en el pitcheo.
Aunque algunos abridores enderezaron, como Wander Beras y Ángel Ventura, la rotación sigue siendo algo endeble. Con 5.29 de efectividad en 158.1 innings, los iniciadores del equipo son los terceros peores del campeonato, solo por detrás de Bravos (5.99) y Leones (5.96). Gran parte de los daños fueron ocasionados en las primeras semanas. “Es difícil ganar cuando un abridor te lanza solo uno o dos innings”, llegó a decir Osuna en los momentos difíciles.
Sin embargo, el bateo, la defensa y el relevo han sido tan sobresalientes, que solo un leve ajuste de rotación hizo que los salados se convirtieran en una de las fuerzas dominantes de la temporada.
El promedio de bateo general de la liga es de .282 y La Guaira supera con tranquilidad ese guarismo: .300 es el average con el que los salados amanecieron este viernes. Solo Águilas del Zulia, con .304, está por encima. Danry Vásquez, con su .368 de promedio, .960 de OPS, cinco cuadrangulares, 24 carreras remolcadas y 27 anotadas, ha sido uno de los pilares de esa ofensiva que marca ritmo en la liga.
“Creo que el equipo en general, todos, ha estado haciendo el trabajo. Cada quien hace lo que le corresponde y esa ha sido la clave en este momento”, dijo Vásquez poco antes de celebrar la clasificación. “Si perdemos no vamos a agachar la cabeza. Juan Apodaca lo dijo antes de irse: este equipo yo lo veo como ganador”.
La Guaira es tercero en OPS colectivo (.762), también en embasado (.369) y slugging (.393). Además de ser segundo en bases robadas con 35 y porcentaje de éxito de estafadas con 70%; lo que indica que Tiburones no solo tiene potencia, también posee velocidad.
Cova, Francisco Buttó, Infante, Jhoan Quijada y compañía conforman el núcleo del bullpen, uno que si bien no es el mejor, está muy lejos de ser el peor del circuito con 3.74 de efectividad global y 1.35 de WHIP. La experiencia también se ve reflejada en los guantes que –hasta este jueves- tenían 32 errores cometidos, la segunda menor cantidad.
Danry Vásquez atraviesa por su mejor temporada en la LVBP y es candidato el Regreso del Año
La confección del equipo, hecha por Richard Díaz (gerente deportivo), Renny Osuna (manager), Iván Media (gerente administrativo), y el resto de la directiva, logró juntar la experiencia en una temporada sin casi grandeligas y con muchos límites presupuestarios, pero también ha tenido un punto flaco: Por semanas –y de acuerdo con fuentes- La Guaira buscó en el mercado de cambios a un infielder que ayudara a González, Meneses y Durán, quienes están en todos los días en juego y, cuando se ausentan, surgen experimentos en el cuadro, como Carrizales en primera base.
La receptoría se ha convertido en una preocupación por vicisitudes que surgieron a medida que avanzó la temporada. Luis Villegas está allí, como titular, pero sus reemplazos son los jovencísimos Álvaro Álvarez y Ángel Nelo. Sánchez ha padecido de una lesión en la muñeca izquierda y Apodaca se fue a México a tramitar documentos de naturalización.
De cualquier forma, el puente de Osuna que ha unido la gerencia con el terreno parece haber surtido un buen efecto.
“Desde que tomé la oportunidad de ser gerente tuve mucha química con los jugadores y esa fue la clave”, dijo Osuna. “La comunicación ha sido vital. Sé que la gerencia tiene otras funciones, pero todo se ha engranado y por eso hemos podido llegar a donde estamos”.
15 de enero de 2020… Ya veremos qué historia de Tiburones se escribirá ese día.