Créditos Imagen: Raúl Valdés | Foto: Prensa SDC
Rayner Rico | Prensa LVBP
Caracas.- Hablar de la Serie del Caribe es hablar de Raúl Valdés. Son tantas veces que el oriundo de Cuba ha participado en el máximo torneo regional de beisbol que, cuando decida no estar más, resultará toda una extrañeza.
Con Gran Caracas 2023 son ya ocho certámenes en los que el antillano ha visto acción, siempre defendiendo los colores de República Dominicana, después de hacer gran parte de su carrera como profesional en el circuito invernal de dicho país, del que se siente ya como un hijo prodigo.
“Para mí significa mucho estar aquí, jugando para Dominicana, ya que ellos fueron los primeros en abrirme las puertas cuando salí de Cuba. Es un orgullo representarlos. Yo soy un hombre que le gusta mucho el beisbol y siempre que tengo chance de estar en cualquier liga que esté activa ahí estaré”, explicó Valdés, autor del primer lanzamiento oficial realizado en la naciente historia del majestuoso Estadio Monumental de Caracas Simón Bolívar, ubicado en la zona sur de la capital venezolana.
De por vida, como escopetero de una escuadra quisqueyana, el veterano zurdo exhibe récord de 5 victorias por solo 2 derrotas después de 11 aperturas, en las que admitió 21 rayitas limpias en un total de 63 episodios de labor, para 3.00 de efectividad. Dichos guarismos que a simple vista, lucen como sobresalientes.
Uno de los factores con influencia directa para que Valdés se mantenga vigente en la pelota caribeña ha sido su longevidad; de hecho, con sus 45 años, dos meses y seis días de nacido, es el jugador de mayor edad en estar viendo acción en la serie, seguido de su coterráneo Leandro Martínez, que presenta 44 años, siete meses y cinco días.
“La preparación, es lo principal, eso es lo que me ha ayudado a mantenerme lanzando por tanto tiempo”, describió el nacido en La Habana acerca de lo que considera ha sido la clave de su perdurabilidad, antes de mencionar en qué consistía la misma. “Trabajar a nivel físico es fundamental, correr, ir al gimnasio, trabajar con gomas (ligas) y hasta natación”.
Contrario a los que muchos pudiesen sopesar sobre el tiempo de utilidad que le queda a Valdés en el beisbol, que lo acercan más a un ineludible retiro, el propio tirador cree que todavía tiene mucho por aportar, pues atraviesa una etapa de su carrera en la que su físico le ha respondido favorablemente y mientras eso suceda, el momento de colgar los spikes deberá aguardar por él.
“Me siento como de 20 (años) ahora mismo y pienso seguir jugando unos cuántos años más si Dios me lo permite. Ahorita voy año a año, pero como siento a mi cuerpo, confío en que duraré unas temporadas más, posiblemente hasta los 50”, contó Valdés, con la misma convicción que exhibe cada vez que se encima sobre un morrito a realizar envíos, que desde hace un buen tiempo carecen de velocidad y exhiben más localización y movimiento, que otra cosa.
Aparecer en un terreno venezolano no es una experiencia desconocida para el experimentado tirador. En algún momento de su carrera, por allá en 2010, palpó de primera mano cómo se vive el beisbol en suelos venezolanos. En aquella ocasión fungió como refuerzo de Navegantes del Magallanes en una final precisamente contra el actual campeón de la LVBP y rival en la Serie del Caribe, el conjunto Leones del Caracas.
“Lanzar aquí en Venezuela una vez más para mí es un orgullo. Estoy bastante contento, Tengo muy gratos recuerdos de cuando vine, en esa final Caracas-Magallanes que para mí ha sido una de las más buenas e intensas de las que he jugado en toda mi carrera, aunque no hayamos podido a ganar. Eso se vivió de una manera extrema. En lo personal me fue bien, me fui con la satisfacción de que lo di todo por el todo”, rememoró Valdés, quien en aquella inolvidable confrontación resultó toda una gran adición para la escuadra carabobeña, al ser el ganador en dos de los tres encuentros que alcanzaron a salir airosos en ese entonces.
La actuación de Valdés fue estupenda, después de que exhibió un dominio absoluto en los bates melenudos, a los que el mayor daño que les permitió fueron 10 imparables en 14.1 innings, sin carrera limpia alguna, cinco boletos y 12 ponches en tres presentaciones, dos de ellas como iniciador.
De aquel plantel con el que se midió, en la cueva capitalina no habita ninguno. De hecho, admitió desconocer a los integrantes del lineup que presentará Leones en la competencia, aunque tratará de analizarlos por si le toca enfrentarlos. “Voy a buscar información y mientras vaya avanzando la serie también trataré de verlos para saber cómo lanzarle a cada uno de ellos”, dijo sin poder ocultar su todavía asombro por el escenario en el que minutos más tarde le tocaría mostrarse.
“El estadio está al nivel de Grandes Ligas, se ve en óptimas condiciones. De verdad que tengo felicidad de poder regresar a este país”, cerró.