Flores no se conforma con su actuación ofensiva y trata de mejorar

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Créditos Imagen: Ramón Flores Fotos: A. van Schermbeek

 

Luis Alvarado De Sousa / Alexander Mendoza | Prensa LVBP

 

Caracas.- Ramón Flores ha venido creciendo con cada temporada que disputa en la pelota venezolana. Desde su debut en el circuito en la 2012-2013, su producción con el madero se ha elevado, hasta el punto en que esta zafra se mantiene en la cima del liderato de bateo con .446 puntos de promedio, antes del inicio de la séptima semana de la eliminatoria.

“Quiero seguir ahí, quiero terminar ahí. Estoy haciendo todo lo posible por ser consistente y mantenerme sobre los .400”, aseguró con firmeza a la LVBP.com. “Sé que no es fácil batear sobre los .400, de por sí, no es fácil ligar .300, pero deseo seguir donde estoy”.

La campaña ha sido dominada por los bateadores y pareciera, que al igual como ocurrió el año pasado, habrá varios toleteros con .400 o más de average.

Pero más allá de lograr esa inverosímil marca, Flores tiene como objetivo lograr el campeonato de bateo, algo que se le ha hecho esquivo a lo largo de su carrera.

“Nunca he sido campeón bate, así que también es un reto para mí y, bueno, ojalá con el favor de Dios se pueda dar”, aseguró.

Si lo consigue, estaría haciendo historia. Ningún pelotero de Bravos de Margarita se ha alzado con una corona de bateo. Los únicos antecedentes en la franquicia se remontan a las campañas 2001-2002 y 2002-2003, cuando se llevaron esa distinción Ramón Hernández (.376) y Javier Colina (.355), respectivamente, pero bajo la denominación de Pastora de Los Llanos, muncho antes que el equipo cambiara de dueños y se mudara a la Isla de Margarita.

 

El enfoque es vital

En comparación con las temporadas anteriores del barinés, vistiendo el uniforme de Tigres de Aragua y Bravos, este año ha protagonizado una explosión exponencial de su ofensiva. Gracias, en buena medida, a reforzar su consistencia en el plato en cada turno.

“La clave de todo el éxito tiene que ver con la madurez”, explicó sobre su peligrosidad en cada turno al bate, que le ha convertido en el out más difícil del circuito en la eliminatoria. “En años anteriores sabía que podía batear, pero no terminaba los juegos 100% enfocado. Este año vengo un poquito más concentrado”, aseveró.

Sobre su encauzamiento en cada juego, continuó explicando: “No estoy desperdiciando turnos, ni siquiera en el noveno inning, ni perdiendo o ganando por muchas carreras”.

El secreto para el jardinero de los insulares, ha sido batallar cada turno y no conformarse.

“He tenido unos cuantos juegos de 3 y 4 hits (seis en total). La clave ha sido seguir buscando más en el plato, no me resigno”, añadió.

Ese proceso se inicia mucho antes de entrar al terreno de juego. Comienza desde las primeras horas del día, cuando mentalmente inicia su preparación para lo que vendrá.

“Desde que salgo al estadio, ya empiezo con el enfoque hacia el juego. Empiezo temprano en la mañana. No cambio mis rutinas, siempre sigo el plan de trabajo que establezco con el coach de bateo (Eddy Díaz)”.

Para Flores, sus hábitos son sagrados, si los llegara a cambiar, no sería el mismo.

“Simplemente, se trata de hacer los mismos ejercicios todos los días. Esto es un deporte de repetición. Creo que eso ha sido parte del éxito también”, apuntó sobre su dinámica de trabajo, que le tiene con una astronómica línea ofensiva de .446/.553/.641, con 1.194 de OPS.

 

La importancia de Eddy Díaz

Tras bastidores, Eddy Díaz ha sido una figura de radical importancia para Bravos de Margarita. El nombre del ex gradeliga y hombre de dilatada trayectoria en el beisbol internacional, siempre aparece en las conversaciones de los toleteros de isleños.

Flores no es la excepción. Díaz es uno de los pilares fundamentales en los que sostiene su actuación con el madero.

“Es un coach que se te mete en la mente, de todos nosotros. Por eso el equipo batea en los momentos importante del juego, en situaciones específicas y me ha ayudado mucho”, aseveró. 

Desde la temporada pasada, el intercambio con Díaz ha sido beneficioso para Flores y los números lo demuestran.

“Me ha ayudado mucho”, insistió. “Especialmente en la mentalidad que se debe tener a la hora de batear”, continuó glosando el guardabosques, que actuó en las Mayores en partes de las temporadas 2015, 2016 y 2017 con Yanquis, Cerveceros y Angelinos. “Él trata de inculcarnos la aproximación que él tenía para atacar los turnos y creo que esa ha sido parte fundamental”.

 

En la temporada 2020-2021, Ramón Flores ligó para .323/.421/.492, con .913 de OPS

 

LECCIÓN APRENDIDA

Bravos de Margarita adquirió de Tigres de Aragua a Ramón Flores y al receptor Pabel Manzanero, por el careta Omar Narváez y el infielder José Martínez, el 31 de julio de 2018. Pero no fue hasta la 2020-2021, cuando el toletero zurdo se unió a su nueva escuadra.

“Desde que llegué el año pasado, la primera vez que tuve contacto con el equipo, pude notar el buen ambiente. Más que un equipo, se trata de una familia, por eso estamos tan unidos”, enfatizó el beisbolista, de 29 años de edad, sobre lo que se vive en el clubhouse insular. “Yo creo que todo el mundo lo sabe, se nota la energía, la buena vibra que tenemos”.

En ese sentido, piensa que sus números han crecido por la química que ha logrado con sus compañeros.

“Estoy jugando relajado, lo estoy disfrutando. Eso es lo más importante, disfrutar el juego y tratar de ganar todos los partidos posibles”.

La temporada pasada, los margariteños estuvieron cerca de lograr la clasificación a la postemporada en la división occidental. Sin embargo, durante el mes de enero el conjunto sufrió un inesperado derrumbe, que eventualmente lo dejó fuera de los playoffs.

Flores analizó lo sucedido y aseguró que es una lección aprendida.

“La inmadurez al vernos cómodos, nos llevó a bajar un poquito la guardia. Eso fue lo que nos pasó la temporada pasada. Pero este año hemos crecido más como peloteros, uno a uno, y eso creo que fue lo que nos faltó en enero. Sabía que teníamos el potencial para estar peleando, como lo hacemos ahora”, finalizó.

 

Ramón Flores disfruta el momento y trata de mantener su consistencia en el plato

 

EL CLUB DE LOS .400

El primer torneo de la LVBP, en el lejano 1946, le dio a la liga su primer líder bate de .400 puntos porcentuales. Se trató de Pablo García, que encabezó a sus pares con .402, luciendo los colores de los Navegantes del Magallanes.

Más tarde, en la 1962-1963, lo hizo el miembro del Salón de la Fama, Víctor Davalillo (.400), con Leones del Caracas.

Otro miembro del Magallanes, y uno de los importados de mayor nivel que ha pasado por liga, Dave Parker ligó para .414 en la 1976-1977.

Más de dos décadas después, le tocó al turno al también inmortal Bob Abreu, quien con los Leones del Caracas golpeó .419 en la 1998-1999.

Apenas durante la campaña anterior, tres toleteros ingresaron al club, con los turnos legales. Alí Castillo (Águilas del Zulia) fue el campeón bate con .430 promedio, récord en el circuito; escoltado por Danry Vásquez (Tiburones de La Guaira), con .414, y Hernán Pérez (Tigres de Aragua), con .402.

Ahora, Ramón Flores inicia la séptima semana de la campaña 2021-2022 con el astronómico average de .446, seguido por el receptor de los Caribes de Anzoátegui, Tomás Telis, que liga para .418.

El dato

Ramón Flores es el líder de Bravos en el promedio de bases alcanzadas (wOBA) en la temporada (.524), pelotas bateadas en juego (.462) y promedio de producción bruta (.416).

 

 

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