Créditos Imagen: Pablo López Fotos: Miami Herald
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- La larga espera para la vuelta a la actividad en los parques de las Grandes Ligas, no ha sido aburrida para Pablo López. El derecho de los Marlins se ha mantenido ocupado, tratando de mantener un estado físico óptimo y de no salirse del plan que estaba poniendo en marcha, cuando el complejo primaveral de Miami fue cerrado, como el resto de las instalaciones de pretemporada en Florida y Arizona, por la pandemia del Covid-19.
“He tratado de establecer una rutina que me mantenga en forma y al mismo tiempo que me sienta en el montículo compitiendo como si estuviera en un juego, claro, la adrenalina no es la misma pero la mentalidad es como si hubiese alguien en la caja del bateador”, explicó López a la LVBP.com, desde su residencia en Miami. “Hago dos bullpens a la semana y he tenido la oportunidad de trabajar con (el colombiano) Jorge Alfaro, nuestro receptor, y así mantenemos la comunicación, retroalimentación y química para estar en sintonía cuando nos reincorporemos. Me mantengo en contacto frecuentemente con el coach de pitcheo (Mel Stottlemyre), le paso vídeos de las sesiones de bullpen y así es más fácil para él ver en lo que se está trabajando”.
Durante sus prácticas semanales, López ha hecho énfasis en dos aspectos fundamentales para cualquier lanzador que pretenda aprovechar su talento y ser exitoso en las Grandes Ligas.
“Más que todo trabajo en la consistencia y el ritmo de mi mecánica. En muchas ocasiones cuando no ejecutaba bien mis lanzamientos, era porque algo en la mecánica fallaba un poco y el brazo no era consistente al soltar la pelota”, señaló el joven, de 24 años de edad, originario de Cabimas. “Hago muchos ejercicios de balance para aprender bien cómo acumular la energía encima de la lomita, separar las manos a tiempo, luego usar las piernas y el tronco para que esa energía fluya y se convierta en fuerza”.
López tuvo un auspicioso debut en las Mayores durante 2018. A partir de junio hizo 10 aperturas en las dejó 4.14 de efectividad. Amparado en esa actuación se ganó un lugar en la rotación de los peces en 2019 y en sus primeras 14 salidas marchaba con récord de 5-5 y un promedio de 4.23 carreras limpias, pero una lesión en el hombro lo sacó de la lomita por casi tres meses. Cuando regresó, y hasta el final de la temporada, su balance fue de 0-3, con un elevado 7.01 PCL.
Desde entonces ha estado esforzándose por hacer los ajustes en los que ha estado ocupado desde el inicio de la pretemporada, además de adecuar sus rutinas de entrenamiento físico.
“Sí, gracias a Dios estoy totalmente recuperado y me siento muy bien. La lesión que sufrí el año pasado me dio la oportunidad de dar un paso hacia atrás y analizar muy bien la situación y encontrar las fallas que pudieron causar eso”, precisó. “Hacía muchos ejercicios de fortalecimiento, pero no me concentraba tanto en ejercicios de flexibilidad y movilidad, entonces ese fue el aspecto más importante que cambié de mi rutina, incorporar esos ejercicios que mantienen a las articulaciones moviéndose eficientemente y bajar un poco el volumen de los ejercicios de fortalecimiento para evitar la fatiga”.
Cuando se cancelaron los juegos de exhibición en la Liga de la Toronja, López había realizado tres inicios y su cupo entre los abridores del club –detrás del dominicano Sandy Alcántara y Caleb Smith- no estaba en riesgo, era visto como una certeza. Así que su enfoque, más allá de las estadísticas, es mantenerse alejado de molestias físicas para responder a la confianza de Miami.
“Lo más importante es la salud y la durabilidad, ser capaz de lanzar cada cinco días y dejarlo todo en el terreno”, apuntó. “Mi meta personal era lanzar alrededor de 170 entradas. Aunque ya que tendremos una temporada recortada, tendré que ajustar esa meta. Pero mantenerme sano toda la temporada es lo más importante”.
Pablo López hizo tres aperturas en los juegos de exhibición de la Liga de la Toronja
ROJAS Y CERVELLI COMO GUÍAS
Miami todavía es un equipo en reconstrucción, con mucho talento joven. Por eso la gerencia consiguió vía agencia libre a varios jugadores experimentados, entre ellos el receptor Francisco Cervelli, cuyo recorrido por las Mayores será de gran ayuda para brazos como los de Pablo López.
“Sumamente importante”, soltó el tirador. “La confianza que uno siente cuando Cervelli está detrás del plato es muy grande. Es un receptor muy experimentado e inteligente. Se toma el tiempo para conocer a uno como lanzador y entender cómo funcionan nuestros lanzamientos y a partir de ahí se comunica con nosotros y nos da muchas formas de seguir mejorando, es un modelo a seguir y podemos aprender mucho de él”.
Miguel Rojas, que fue investido como capitán de Miami, tras el retiro de Martín Prado, es otro de los peloteros con enorme ascendencia en el clubhouse de Miami.
“Miguel es un líder tanto dentro del terreno como fuera de él, siempre nos está impulsando a sacar lo mejor de nosotros y trae una mentalidad y energía ganadora que impacta mucho en el vestuario, lo cual nos motiva a la hora de salir al campo y tratar de ganar el partido”.