Nervios de novato y corazón de veterano en el regreso de René Reyes

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Créditos Imagen: René Reyes Foto: AVS PHOTO REPORT

 

Andrés Espinoza Anchieta | Prensa LVBP

 

Caracas.- Ningún pelotero presente en el José Pérez Colmenares en la noche del martes contaba con la experiencia de René Reyes en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. Tras su reciente firma con Tiburones, el jardinero tuvo la oportunidad de inaugurar su vigesimotercera contienda en el país; pero, aun así, tampoco había una sola persona con más nervios en el recinto maracayero.

El margariteño se paseaba por el dugout escualo intentando preparar su mente para su primera batalla en un cajón de bateo en meses. Era el noveno inning y el marcador indicaba que La Guaira ganaba 4-3 ante Aragua. El dirigente Jackson Melián sabía que una ventaja mínima era demasiado riesgosa, en especial cuando su divisa venía de perder siete encuentros corridos.

“(Luis) Oliveros (coach de banca) me dijo que me preparara porque iba a batear por cualquiera de los siguientes tres bateadores”, le comentó Reyes a la LVBP.com, sobre su charla con el coach de banca salado en dicho episodio final. “Le dije que, si me iba a traer, que fuera con gente en base, menos de dos outs y que estuviera pitchando (Ronald) Belisario o Henry Rodríguez. Fue la misma emoción del momento o algo así. Entonces él le dijo a Jackson que yo estaba asustado y la verdad sí tenía nervios. Había pasado mucho tiempo”.

Reyes, de 43 años de edad, obtuvo su deseo. Entró a batear por el novato Keyber Rodríguez con un solo out en la pizarra, hombre en tercera y con Rodríguez sobre el montículo. El primer envío del lanzallamas no ayudó a disminuir el nerviosismo, pero con tantos años recorridos en el beisbol, el ambidiestro sabía qué esperar.

“Henry fue mi compañero en la Liga Mayor (de Beisbol, con Lanceros de La Guaira). Hemos jugado juntos y también en contra. El primer pitcheo fue a los codos para intimidarme. Eso es lo que cualquier lanzador tiene que hacer, intimidar al bateador”, indicó.

Después de ver pasar esa primera bola mala, el isleño recordó los problemas de control que ha tenido el derecho a lo largo de su carrera. Su estrategia era esperar hasta que Rodríguez pudiera por lo menos sumar un strike. Sin embargo, otra cosa que ha aprendido “Doble R” en su exitosa trayectoria es que los planes pueden cambiar de un minuto a otro o incluso de un envío a otro.

“En ese momento no iba a hacer swing. Iba a dejarlo que me pasara un strike. Todos sabemos que ha sido un poco descontrolado, en especial con su recta. Pero después de la primera bola, cargué temprano, reconocí el pitcheo, lo vi bonito y las manos salieron solas cuando vi la pelota cerca”, recordó el paleador ambidiestro.

Reyes conectó un machucón que pasó por encima de la cabeza de Rodríguez y siguió su camino hacia el bosque central pasando entre el campocorto y el segunda base de los Tigres. Jesús Lujano anotó la quinta de los Tiburones y el patrullero sumó su incogible número 100 con el uniforme litoralense, mismo que también vistió en las temporadas 2013-2014 y 2014-2015.

“Solo estaba pendiente de traer la carrera”, aseguró el ex grandeliga de los Rockies. “Pudimos anotar una más para que viniera Gregory Infante a cerrar el juego. Ayudar al equipo es lo principal”.

Tan solo algunas semanas atrás, Reyes no estaba seguro de si su carrera profesional había llegado a su fin sin permitirle opinar al respecto. Su intención era jugar desde el inicio de la 2021-2022, pero el teléfono no sonó hasta el comienzo de la segunda mitad del campeonato.

“No empecé la temporada y pensé que, a la semana, o quizás a la siguiente, alguien me iba a llamar. Pero mira las alturas que van y no tenía trabajo. Gracias a Dios ,La Guaira me dio la oportunidad”, continuó. “Me siento bien contento de volver al beisbol profesional. Espero hacer un buen papel y poder retirarme por la puerta grande”.

Es muy posible que su rol con los escualos sea muy distinto al que tuvo en su primera pasantía con el equipo, cuando era casi imposible visualizar un lineup del club sin que su nombre figurara en el corazón ofensivo. Pero el guardabosques solo agradece la oportunidad de no haberse marchado en la oscuridad, de tener un nuevo momento de brillo en los terrenos que han servido de exhibición para su envidiable capacidad de chocar la pelota.

“Los fanáticos se preguntarán cómo un viejo le puede dar un hit a un tipo que es cerrador de los Tigres después de dos o tres meses sin jugar”, señaló Reyes entre risas. “Dirán que batear es fácil, pero no. Estaba bastante nervioso, parecía un chamito. Los nervios me atacaron. Fue una situación como temblorosa”, añadió.

Esas mariposas en el estómago son las que le demuestran a Reyes que la edad es solo un número. Que, si alguna vez pasó por su cabeza la idea de que el beisbol tenía el derecho de cerrarle las puertas por su veteranía, su turno del martes en Maracay fue una bofetada de vuelta a la realidad.

“Sé que tengo mucha edad para jugar beisbol, pero siento que mi cuerpo me está respondiendo bien. Es una de mis virtudes. Me gusta trabajar mucho en la temporada muerta y por eso creo que mi físico responde así. Muchos gerentes se van por la edad, pero qué vamos a hacer. Hay que seguir echándole pichón”, sentenció.

El dato

René Reyes lidera a todos los peloteros activos de la liga en imparables (1.044), jonrones (83) y remolcadas (518). Es uno de nueve jugadores en la historia del circuito con 1.000 o más hits y está a solo 21 cohetes de igualar al miembro del Salón de la Fama, Luis “Camaleón” García, en el quinto puesto de todos los tiempos.

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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