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Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- Miguel Cabrera se fue de 4-3 el sábado contra los Medias Blancas de Chicago y elevó a .338 su promedio, lo que le asegura su cuarto título de bateo en la Liga Americana, en los últimos cinco años.
Cabrera amanece hoy con una ventaja de 18 puntos porcentuales sobre Xander Bogaerts, de los Medias Rojas de Boston, que falló en cuatro turnos contra los Indios de Cleveland anoche y dejó su average en .320.
Una vez concluya la jornada de hoy, el inicialista de los Tigres de Detroit se convertirá de manera oficial en el octavo jugador de las Grandes Ligas en conquistar cuatro coronas de bateo en un período de cinco años y el primero desde que lo hizo Tony Gwynn, miembro del Saló de la Fama. El toletero zurdo de los Padres de San Diego terminó con ocho títulos en 14 temporadas, entre 1984 y 1997, y los últimos cuatro los capturó entre 1994 y 1997.
Cabrera también se unirá a los inmortales Ty Cobb y Harry Heilmann, de los Tigres, así como a Wade Boggs, Rod Carew, Ted Williams y Nap Lajoie, que comparten el exclusivo club de los que han ganado al menos cuatro cetros de bateo en la Liga Americana.
“Triple Corona, Jugador Más Valioso, lo ha hecho todo”, dijo el catcher Alex Ávila a MLB.com. “Tener la oportunidad de verlo y jugar a su lado ha sido increíble. Como siempre digo, es el tipo de jugador que solo consigues en una generación”.
Cuando Magglio Ordóñez terminó con el mejor average de la liga en 2007, se convirtió en el primer miembro de los Tigres en lograrlo en 50 años. Cabrera ganó su primer liderato en 2011.
“En toda mi carrera, nunca me crucé con un bateador como Miggy”, destacó el manager Brad Ausmus. “Jugué con Tony Gwynn y, ciertamente, fue un gran bateador. Pero Miggy, a pesar que su producción de jonrones bajó, tiene una combinación de poder y promedio como nadie que haya visto”.
Cabrera tuvo un inicio lento y luego se perdió seis semanas por un tirón en la pantorrilla izquierda. Cuando regresó, a mediados de agosto, se sumergió en un pequeño slump. Sin embargo, el sábado sacudió el cuadrangular 18 de la temporada, la segunda cifra más alta de Detroit, pero suficientes para convertirse en el venezolano con más vuelacercas en la historia de las mayores (408).
MIGUEL CABRERA
“He estado luchando contra mi tobillo todo el año. Jugué con mucho dolor, pero no importa. Puedo sobreponerme a eso. Espero que la próxima temporada no haya problemas, que no tenga dolor, para tratar de jugar al 100 por ciento todos los días”.
El maracayero, de 32 años de edad, ganó su tercer título de bateo consecutivo en 2013, jugando con una lesión de ingle durante septiembre y con una fractura por estrés en un pie durante buena parte de la segunda mitad de la eliminatoria. Pese a ello ganó las distinciones de Jugador del Mes en agosto y septiembre. El proceso de recuperación fue largo durante el receso de temporada y Asumus cree que no estuvo del todo sano esta temporada.
“Para ser honesto, debo decir que no”, confesó Cabrera. “Hubo muchos huecos a la defensiva y a la ofensiva, porque no pude usar mis piernas como suelo hacerlo”.
El recio toletero agregó que esa falencia fue una mezcla de todo. “La pantorrilla, el tobillo. Todo el mundo se olvida de mi tobillo”.
Cabrera debió someterse a una cirugía en el tobillo derecho en noviembre del año pasado. Regresó a tiempo para el Día Inaugural de 2015, pero no lo hizo al tope de sus condiciones.
“He estado luchando contra mi tobillo todo el año”, destacó. “Jugué con mucho dolor, pero no importa. Puedo sobreponerme a eso. Espero que la próxima temporada no haya problemas, que no tenga dolor, para tratar de jugar al 100 por ciento todos los días”.
Ahora, con la perspectiva de un receso de temporada en el que no tendrá que someterse a una tediosa rehabilitación, Cabrera invertirá su tiempo en hacer algunos ajustes.
“Tengo que cambiar mi aproximación (en el plato)”, reveló. “En la últimas dos o tres temporadas, he hecho lo mismo. Espero regresar y mantenerme saludable”.
